IV CONFERENCIA MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LAS MUJERES.

CAPÍTULO IV.-PARTICIPACIÓN ECONÓMICA

En la mayor parte del mundo es escasa o nula la presencia de mujeres en los niveles de toma de decisiones económicas, incluida la formulación de políticas financieras, monetarias, etc. Esas políticas gravitan en el acceso de las mujeres y los hombres a los recursos económicos, en su poder económico y, por ende, en su situación recíproca en el plano individual y familiar, y en la sociedad en su conjunto. Además, debido a una situación económica difícil y a la falta de poder de negociación proveniente de la desigualdad basada en el género, muchas mujeres se han visto obligadas a aceptar salarios bajos y condiciones de trabajo deficientes, por lo que a menudo se las ha preferido a los hombres.

Así, las mujeres están en particular afectadas por la situación económica y por el proceso de reestructuración, que han impuesto cambios en la naturaleza del empleo y, en algunos casos, eliminado puestos de trabajo aun para las profesionales y las trabajadoras especializadas. La discriminación en los sistemas de educación y formación y en las prácticas de contratación, remuneración, ascenso y movilidad horizontal las condiciones de trabajo inflexibles, la falta de acceso a los recursos productivos, la distribución inadecuada de las tareas domésticas junto con la falta o insuficiencia de servicios tales como los de guardería, continúan restringiendo el empleo e incrementan los problemas relacionados con su participación en las actividades económicas.

El hecho de que la participación de las mujeres en la fuerza laboral siga aumentando no ha aligerado su carga de trabajo no remunerado en el hogar y la comunidad. A pesar de que muchas mujeres han mejorado su situación económica las barreras jurídicas y consuetudinarias que impiden la propiedad o el acceso a la tierra, los recursos naturales y otros medios de producción, así como las diferencias salariales, contribuyen a obstaculizar su progreso en este sentido. Es necesario que se incorpore la perspectiva de género en las políticas de empleo. Por otra parte las mujeres realizan muchos trabajos que no son reconocidos ni remunerados, como la producción de bienes y servicios para el mercado y el consumo doméstico, en la agricultura, la producción de alimentos o las empresas familiares. Además, las mujeres siguen realizando también la mayor parte de los trabajos domésticos y comunitarios no remunerados, como el cuidado de niñas y niños y de las personas mayores, la protección del medio ambiente y la prestación de asistencia voluntaria a otras personas. Este trabajo no se suele cuantificar y no se valora en las cuentas nacionales. La contribución de las mujeres al desarrollo se ve seriamente subestimada y, así, su reconocimiento social es limitado. La plena visibilidad de los trabajos no remunerados de las mujeres contribuirá a que se compartan mejor las responsabilidades con los hombres.

 El grado de acceso de mujeres y hombres a las estructuras económicas de sus sociedades y sus respectivas oportunidades de ejercer poder en ellas son considerablemente diferentes, se dice en el diagnóstico de la sexta área de interés: "Desigualdad en las estructuras y políticas económicas, en todas las formas de actividades productivas y en el acceso a los recursos".

ENTRE LAS MEDIDAS PROPUESTAS DESTACAN:

-Elaborar mecanismos y tomar medidas positivas para que las mujeres participen en la formulación de políticas y en la definición de estructuras en los ministerios de Hacienda y Comercio, sobre todo las empresarias y trabajadoras.

-Conocer y formular métodos para determinar el valor cuantitativo del trabajo no remunerado que realizan las mujeres, mediante cuentas satélites acordes con las cuentas nacionales básicas.

-Modificar las políticas de empleo para permitir a mujeres y hombres compartir las responsabilidades familiares.

-Promover instituciones que fomenten la capacidad empresarial de las mujeres para empleos no tradicionales, sobre todo en nuevas tecnologías y gestión de empresas.

-Movilizar al sector bancario y al sector privado para que incluyan a mujeres en sus órganos directivos y en la toma de decisiones.

-En cooperación para el desarrollo, facilitar recursos y capital a las instituciones financieras que apoyan a las mujeres empresarias.

-Hacer cumplir las leyes sobre remuneración igual para mujeres y hombres por trabajo de igual valor.

-Aplicar leyes contra la discriminación laboral por razón de sexo: mujeres embarazadas, lactantes, mayores, etc.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS:

1.- Promover la independencia y los derechos económicos de las mujeres, incluido el acceso al empleo, a condiciones de trabajo apropiadas y al control de los recursos económicos.

2.- Facilitar el acceso de las mujeres, en condiciones de igualdad, a los recursos, el empleo, los mercados y el comercio.

3.- Proporcionar servicios comerciales, capacitación y acceso a los mercados, información y tecnología, particularmente a las mujeres de bajos ingresos.

4.- Reforzar la capacidad económica y las redes comerciales de mujeres.

5.-Eliminar la segregación en el trabajo y todas las formas de discriminación en el empleo.

6.- Fomentar la armonización de las responsabilidades de las mujeres y los hombres en lo que respecta al trabajo y la familia.

 

 

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