Cuando alguien accede a un sitio web y le manifiesta a su administrador su desacuerdo con lo que allí se expone, debe tener en cuenta que, si bien la Red es un espacio público, lo expresado en cada rincón de ese espacio, cada página, es dominio del responsable, él tiene allí la libertad de expresar sus ideas, él está "en su casa", y el visitante debe aceptar que está ingresando en un espacio de otro, y respetar lo que en su espacio publique. Por una cuestión de manejo de códigos de sana convivencia, el visitante de un sitio web no debe arrograse el derecho de insultar, descalificar o desmerecer la tesis o pensamiento de quien se expresa en "su propia casa" (la Red es pública, como lo es la vía pública, pero cada casa es un mundo, y meterse a ver cómo es el mundo del otro, no da derecho a cuestionárselo).
    La idea de que uno tiene derecho a manifestarle por e-mail una determinada postura opuesta a alguien cuya página web se ha visitado, es prepotente; una actitud no solicitada, que debiera ser reemplazada por la de seguir curso por la Red hacia otros sites donde lo que se dice coincide con lo que uno piensa, y en tal caso, establecer algún tipo de debate, sobre la base de las coincidencias o discrepancias, con gente más o menos afín a uno.
    La falta de este concepto por parte de quienes navegan por Internet, es lo que está llevando a tanta gente a perder el tiempo y hacer perder tiempo a otros, manifestando oposición a lo que en calidad de visitantes (maleducados visitantes prepotentones) debieran respetar.
    Al construirse una página web como ésta, donde hay cosas que son al revés de lo que la mayoría cree, no se pretende polemizar ni convencer a nadie; sólo transmitir un mensaje, sin necesidad de perder tiempo con gente que escriba para discutir cosas pretendiendo imponer sus ideas opuestas. Sólo se pretende mantener comunicación en tanto sirva para esclarecer dudas a gente confundida, o compartir puntos de vista o información con gente que piensa parecido y, a lo sumo, responderle preguntas a quienes puedan pensar distinto, pero que no estén constantemente contraponiendo juicios y creencias.
    No se pretende molestar con intercambio de e-mails a los que, entre quienes piensan distinto, insisten permanentemente en discrepar, sin aceptar lo que se les explica, porque no están ni confundidos ni necesitados de respuestas, debido a que "ya tienen muy claro todo" y por eso tienen su creencia inamovible y lo único que se proponen no es aprender, sino decir lo suyo. Ellos quedan invitados a seguir de largo por la Red en busca de gente afín con quien compartir sus puntos de vista, o construirse una página donde esperar que esa clase de gente vaya a parar, y que si gente de otra clase los molesta con mensajes para polemizar o rivalizar inútilmente, sepa cada uno si valorar su tiempo o perderlo en los que dejan pasar su tiempo en discusiones estériles.

    *Ver Parte II de esta sección,  "Mensajes ofensivos y sus respuestas por parte de Clomro".

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