Subject: Mensaje de Karina para Rial
Date: Wed, 19 Jan 2000 08:55:25 -0600
Sr. Rial:
Le envio este mensaje en relación a la entrevista
al Comandante Clomro en el programa de TV "Paf".
Hace un año y medio llegué a conocer
a Clormo por primera vez gracias a que por casualidad caí en su
página web. Debo confesar que esa primera vez que leí
un poquito de su página (probablemente apenas los títulos)
pensé que se trataría de
algún chanta argentino como hay tantos. Pero a diferencia
de muchas otras personas que se quedan nomás que con los títulos,
seguí leyendo hasta terminar de leer todos sus informes y los materiales
anexos.
Para mi sorpresa, allí encontré muchas
posibles respuestas a las preguntas que me hice toda la vida. Su
explicación de la realidad de nuestro mundo hace mucho sentido.
Un sentido que no encuentro en la Biblia, libro que para mí está
lleno de mentiras y/o verdades mal interpretadas. (Ni mencionemos
el Viejo Testamento, pero ni en el Nuevo se puede confiar, ya que los evangelistas
ni siquiera conocieron a Jesús!). Siempre me pregunté
por qué tanta gente dice creer en Dios, ya sea Católico,
Protestante, etc. y después cuando viene alguien y dice que es extraterrestre
esas mismas personas lo creen loco. Pues si creen en Dios y, por
lo tanto, en lo que dice la Biblia, deberían saber que la Biblia
tiene más de un pasaje donde es claro que se habla de extraterrestres.
Clomro sólo quiere difundir la verdad que
él conoce a toda la humanidad, y en eso lo estoy apoyando y ayudando
(tratando de traducir sus reportes al inglés!).
Él no quiere ser seguido, sólo acompañado.
Él no quiere ser un comandante de comandados, sino ayudar a cada
uno a ser también comandante de nuestras vidas.
Él sólo quiere mejorar nuestro mundo
en lo que sea posible y evitar la creación de más mundos
tan caóticos como el nuestro en el futuro. ¿Tiene esto
algo de malo?
Yo invito a los que están de acuerdo con
todo esto a leer los informes de Clomro y a sacar sus propias conclusiones
(o al menos darle el beneficio de la duda!) antes que quedarse con las
opiniones de quienes sólo leyeron la tapa del libro.
Gracias.
Karina Perez Keldjian
Estando ya en un lugar con acceso a Internet y al
tanto de las novedades, le responderé con los siguientes conceptos.
Si bien mi tema no es acorde con su especialidad periodística, y
aparecer en un programa de chimentos no parecerá lo más adecuado
para transmitir un mensaje cósmico, tengo en cuenta que su aptitud
en el tratamiento de temas diversos excede lo meramente farandulezco, de
modo que esta presentación mía no se encuadre dentro de su
especialidad en espectáculos. AL ACEPTAR SU INVITACIÓN,
NO LO HAGO POR EL TIPO DE PROGRAMA QUE USTED HACE, SINO POR EL TIPO DE
PROFESIONAL QUE USTED ES, como ha quedado demostrado cuando trató
con uno de los asaltantes con los rehenes en el banco de Ramallo.
Debo deducir de eso, que su intención no será la de establecer
una inútil polémica en torno de mi vestimenta guerrillera
y de si muevo objetos con la vista o si tengo alguna otra “prueba” de lo
que digo ser, y en cambio la entrevista vaya hacia la profundidad del mensaje
de fondo. Del cual nadie se acuerda de nada de lo que dije cuando
estuve en aquel programa hace dos años y medio; sólo se acuerdan
de haber visto a un tipo vestido de guerrillero diciendo que era extraterrestre,
y nada más. No hay memoria para la esencia de las cosas, sino para
los envoltorios. Por eso es necesario ir más adentro del asunto.
Mientras todavía, hasta que regrese de mi
viaje, sus oyentes no tengan mi voz, podrán al menos recibir mi
palabra escrita, si a usted le parece, como a mí, que de esta forma
podremos ir tratando algunos conceptos para que cuando yo esté allí,
se sepa un poco más de todo esto. La lectura al aire del mensaje
que a continuación transcribiré, podrá ser útil
a tal fin. Dada su extensión, lo subdividí en partes que
puedan ser leídas en distintos bloques.
PARTE I
Agradeciendo su invitación, tengo que ser
honesto con usted al advertirle de las consecuencias de mi presentación
ante su público. Como le sucedió a Alejandro Rial por
haber estado yo en su programa, también se podría decir de
usted, como se dijo de él, que no hay seriedad al invitar a un programa
a un personaje tan falto de seriedad como se dijo que soy. USTED TERMINARÍA
SIENDO EL RESPONSABLE DE HABER PROPICIADO LA REAPARICIÓN DE UN SUJETO
“RIDÍCULO” Y “ NO CREÍBLE”. Y verá cómo
muchos le reprocharán haberlo hecho. Así lo harán
también periodistas de otros medios, que sacando partido de esta
“falta de respeto al público”, “burla a la gente” que usted habrá
hecho al invitarme, tratarán de desprestigiarlo.
De Alejandro Rial hice público mi reconocimiento
a su actitud por la cual, aun sabiendo a qué se exponía al
hacer un programa conmigo, lo hizo pese a todo lo que pudieran decir y
que al final terminaron diciendo. Y a tal punto está todavía
pagando las consecuencias, que cuando usted en su programa de TV tocó
el tema, él tuvo que ir para hacer sus aclaraciones al respecto.
¿Cree usted que le conviene correr similar
suerte? En caso de que esta advertencia no le cambie su posición,
cuente con mi presencia.
PARTE II
Como usted no cree en los ovnis, nada de lo que yo
diga podrá ni pretenderá convencerlo. Para convencerse, hay
abundante bibliografía por todas partes y cada vez más documentales,
como los de Infinito, Discovery y otros.
Muchos dicen que “no hay pruebas”. Parece que pretendieran como prueba
al extraterrestre salido de la nave aterrizada en una ciudad. Por cierto,
eso ya sucedió, pero ¿cuántos lo recuerdan? En Rusia,
en 1989, informado OFICIALMENTE, de la agencia TASS a las primeras planas
de los diarios de todo el mundo. Pero parece ser que la amnesia colectiva
es un mal incurable. En estos casos probatorios, siempre hay un borrón
en la memoria, y se abre una cuenta nueva siempre en blanco, siempre sin
mención alguna o en el mejor de los casos, insuficiente, sobre los
reportes documentados de astronautas, pilotos civiles y militares, policía,
investigadores, periodistas y testigos en general.
Hace década y media vine a ocupar el cuerpo
de un divulgador del tema ovni, que había elegido la profesión
de periodista para mejor cumplimiento de tal función divulgadora.
Sus memorias vivenciales me fueron transferidas para que mi llegada no
fuera en condiciones de amnesia, empezando de cero. Entonces quedé
convertido en una copia de quien había estado en este cuerpo hasta
que tuvo que irse. E inicié mis funciones aquí.
Si hubiera tomado el cuerpo de un periodista de
espectáculos, que fuera escéptico del tema ovni, y si en
mi lugar hubieran puesto a otro, que hoy sería otro Clomro, y yo
tuviera que entrevistarlo, me costaría creerle y no reírme
de lo que le escuchara decir. Y yo haría del tema Clomro un show
para mi público y mi rating. A lo sumo lo invitaría para
satisfacer mi curiosidad, más que mi necesidad real de información.
Así de claro veo y comprendo lo que a usted
le sucede conmigo. Porque en su lugar no me veo tratando este tema de un
modo distinto del que usted lo haría.
Sólo hay una cosa que puede permitir un diálogo
fructífero con alguien cuyos argumentos no parezcan creíbles
o entendibles: interrogarlo mucho, dejarlo hablar, y no opinar sobre lo
que diga. Como lo hace el psiquiatra con el que está loco.
PARTE III
Dentro de su falta de información sobre el
tema ovni, no lo culpo de haber pasado de largo por los estantes de la
especialidad en las librerías. Después de todo, quién
de nosotros no pasa diariamente de largo frente a realidades más
apremiantes y que nos tocan más de cerca, problemas del mundo cuya
solución tenemos en nuestras manos un poco cada uno. En un
mundo con millones de carenciados y desnutridos, los ovnis realmente no
son tema de prioridad. Más aún: son tema de complicidad con
el hambre y demás injusticias. Porque pudiendo venir a arreglar
el mundo con su extraterrestre sabiduría y tecnología, estos
seres le dicen a los humanos que hay que esperar... que deben ser preparados...
Mientras casi todo el mundo está bajo la sombra nuclear proyectada
por unos pocos criminales de la ciencia, la política, la economía
y las fuerzas militares. Mientras el planeta se tapa de basuras y pestilencias,
y a las guerras no las para ningún extraterrestre y ningún
Dios de ninguna religión. Porque las guerras, las naciones y las
religiones son algunas de las estrategias que los “dioses” extraterrestres
vienen empleando desde el origen del mundo para dividir a los humanos
y corromperlos, impidiéndoles evolucionar integrados al Universo.
Esos dioses, responsables de las divisiones, y sus
religiones por ellos iniciadas, pretenden que los humanos se sientan los
culpables absolutos de ser lo que son. Cuando el plan de corrupción
fue ideado en el cosmos por esos corruptos que hoy se contactan con gente,
telepáticamente, haciéndose pasar por salvadores de la humanidad.
Dirigiendo a contactados para que armen grupos que terminen siendo sectarios
y conflictuantes para sus seguidores.
No intervienen decisivamente para corregir todo
el daño que causaron. Dicen que la ayuda debe ser lenta... Y yo
vine aquí como parte de esa lentitud, y muchos otros fueron puestos
en cuerpos humanos como parte de esa intervención lenta y gradual...
Pero de esta forma sí que hay mal que dura quinientos mil años
y no cien. Así no se arregla nunca. Nos mandaron a movernos como
hormigas debajo de la mesa, sin ser detectados, para que fuéramos
introduciendo cambios imperceptibles, pero a mí se me agotó
la paciencia. La humanidad requiere urgencia. Y somos unos cuántos
los que tenemos que aparecer en televisión, en radios, en teatros,
en plazas, en charlas de café, en Internet y en todo lugar posible.
Ya que las naves no bajan, los idiotas que bajamos a la Tierra “en paracaídas”
tenemos que desplegar nuestras propias alas. Y salir a hablar. Por más
que digan que si la gente no está preparada sería conflictuante.
Yo prefiero conflictuar todo lo que haga falta para que la gente reaccione,
porque la lenta Justicia Divina se parece a la lentitud de los tribunales
humanos. Y eso no es justicia. Mientras unos se pasean tapizando de fichas
las ruletas de los casinos, otros claman hambrientos y olvidados, soluciones
ya. Así que los partidarios de la new age y de Ashtar Sheran con
sus comandados intergalácticos, sigan con su insoportablemente lento
plan de ayuda, mientras acá abajo un puñado de rebeldes hacemos
aquí y ahora lo que ellos tienen pensado para cuando los mares ya
hayan sepultado a medio mundo y la guerra y la contaminación ambiental
hayan reducido la biósfera a invernáculos y la humanidad
a sobrevivientes. No se puede esperar a eso. El juego de los ovnis fantasmas
es una burla a la desesperación humana. La necesidad de ayuda requiere
presencia visible. Así que por cada nave que allá arriba
no envíen para traer ayuda, seguiré escribiendo un mensaje
como éste o yendo a un programa.
PARTE IV
Al momento en que aparecí en pantalla hace
más de dos años, dejé bien claro que nada soy yo que
otro no lo sea también: no soy más que uno más entre
todos los humanos-extraterrestres que hay, porque todo ser humano es una
encarnación de un espíritu que no procede de este mundo.
Sólo que yo soy uno de los pocos casos en que el sujeto tiene conciencia
de esa procedencia.
Pero la mayoría de las personas no me entendieron,
y se quedaron con lo anecdótico de mi pasamontañas y sin
recordar nada del mensaje que di. ¿Cómo hacerles entender
que muchos líderes mundiales de la política, las fuerzas
armadas, las religiones y las corporaciones, son encarnaciones de seres
cósmicos negativos que vienen a coordinar con los que manejan
todo desde arriba, la dominación del mundo?
¿Cómo hacerles entender que la trama
oculta del gobierno negro planetario, logra que los que desenmascaramos
esos oscuros manejos, seamos combatidos, ridiculizados y nos sean cerradas
las puertas de los medios de comunicación donde pudiéramos
efectuar transmisiones como ésta?
Cientos de editoriales de América y Europa
recibieron mi ofrecimiento de publicar todas estas revelaciones del cosmos,
sin que les cobre porcentaje alguno. Nadie contestó. No les interesa
el mensaje. Si continúo siendo cada vez más conocido, y apareciera
frecuentemente en programas, (lo cual vine evitando, pero parece ser que
así será, pues tengo el deber), entonces ahí sí;
al famoso sí se le va a ofrecer fortunas por los derechos exclusivos
de edición. Pero no habrá trato: este mensaje no es mío
ni va a ser negocio de nadie en exclusiva; el mensaje es patrimonio de
la humanidad, y está en Internet para que el que quiera lo tenga
gratis. Si editores quisieran lucrar con esto, cada uno tendrá su
pequeña porción, pero ninguno la torta entera.
Pero por ahora, ningún editor se ha solidarizado con esta causa
a favor de la humanidad. Clomro es conocido, pero no famoso. Incluso es
escritor, socio de la Sociedad de Escritores, pero desconocido como tal.
Y los editores no buscan brillanteces cósmicas o talentosas de escritores
tapados. Buscan a famosos de la tele para hacerles escribir libros o a
escritores consagrados para que escriban sobre los famosos de la alta sociedad
o de temas de actualidad. Así que no estoy en los planes editoriales
de nadie. Ni siquiera estoy en planes de los periodistas y los divulgadores
del tema ovni de la Argentina. Los cuales no me hacen notas, no profundizan
en la lectura de mis informes, y me consideran como alguien que “desprestigia
al tema ovni”. Como si acaso ellos prestigiaran en algo a la temática,
que casi no tiene en el país medios de difusión por
los que el tema se trate al nivel de los documentales de Infinito o las
entrevistas de Horacio Embón. Hacen mediocridades como el suplemento
ovni de diario Crónica o el por fortuna levantado “Misterios del
Universo” de Telefé. En los cuales en ningún momento se me
dio cabida, por lo que para la gente a cargo de esas propuestas periodísticas,
el tema Clomro no merecía lugar. Ése es el “pluralismo” del
que tanto se jactan.
Es una paradoja, pero no es a ellos, no es a los
creyentes en los ovnis a quienes les debo el haber llegado a un programa
de TV, sino un escéptico como Agostinelli, que era productor del
programa “Frente a Frente”, conducido por Alejandro Rial, que tampoco me
creía, y ahora reaparezco por otro Rial, tan poco creyente como
el Rial anterior. Que un periodista de espectáculos tenga que ser
quien haga posible la transmisión del mensaje que estoy divulgando,
habla a las claras de las camarillas de los que manejan el periodismo ovni,
que dejan entrar o dejan afuera a quienes ellos quieren. Ésta es
la realidad del tema ovni en la Argentina. Y los que me agradecen cuando
reciben el mensaje que transmito; los que me agradecen porque dicen que
les da otro sentido a sus vidas, que se lo agradezcan también a
los Riales y a los Agostinellis. No a los periodistas y ovniólogos
que deberían, si no divulgar, al menos indagar y debatir lo que
les ofrezco y que desprecian sin siquiera considerarlo como un tema más
sobre el cual informarse.
Así que para llegar al público, en
vez esperar la contribución de periodistas o estudiosos fanatizados
con sus creencias en los ovnis en línea cientificista o en línea
mística, a tal punto que no les caigo bien ni a unos ni a los otros,
deberé seguir contando con el interés de periodistas, productores
o conductores de programas que nada tengan que ver con la temática.
Señor Jorge Rial, mis compañeros y yo le agradeceremos
siempre por la posibilidad ofrecida.
Comandante Clomro
Red Mundial de Libres Rebeldes
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