Diversidad de contenidos

    Lo primero que habrá de tener en cuenta quien indague fuentes extraterrestres en busca de respuestas, es que éstas frecuentemente serán diferentes según de dónde vengan. Serán mayoría las que sostengan que el mundo funciona según el "Plan Divino", sin hacer la mínima alusión a que algo halla fallado y que las cosas estén funcionando incorrectamente; en todo caso, de los desastres en el planeta será el humano el único responsable señalado desde "arriba". Sólo una minoría de los mensajes y de las fuentes extraterrestres que -no sin dificultad- encontrará quien busque, enseñan lo contrario: que algo ha fallado dentro de los controles universales, para que fuerzas retrógradas hicieran de este mundo uno de los múltiples reductos de experimentación mediante la violación de principios evolutivos y de normas de seguridad que garantizaran frutos espiritualmente elevados, generando antagonismos y destrucción.
 

Transmisión limitada a unos pocos

    Esas fuentes reveladoras de las causas cósmicas de los males del mundo, se caracterizan por no parecer interesadas en que la verdad sea transmitida a todo el planeta. Generalmente, sólo grupos de unas cuántas personas, de no más que decenas, han tenido la oportunidad de presenciar las transmisiones. Escasean los canales utilizados por las entidades cósmicas, por razones que no quedan muy claras. En ciertos casos, porque esas entidades no pretenden llegar a toda la humanidad, sino a individuos en especial para fines muy particulares, para los cuales sólo los contactados, y no cualquier persona, sirven a los propósitos de los extraterrestres.
    Parece extraño que encontrándose la humanidad en el engaño en que está, los extraterrestres que envían mensajes refiriéndose a ese engaño, en lugar de hacerlo por múltiples vías humanas, centralicen en unas pocas o en ciertos casos en una sola, toda la transmisión. Ésa no es la mejor estrategia para que todo el mundo se entere de lo que está pasando. Sin embargo, la transmisión hecha de manera tan selectiva, no tiene tal ambición estratégica de expansión mundial de las verdades reveladas. Que la humanidad continúe en la ignorancia, parece no importarles a los transmisores que se dirigen a unos pocos y privilegiados humanos. Que estos contactados consigan o no retransmitir el mensaje a gran escala, tampoco les importa a los seres del cosmos que los contactan.
    Las razones por las cuales no convenga, no se pueda o no interese transmitirle a toda la humanidad lo que a sólo unos pocos elegidos se les revela, pueden ser diversas. Entre ellas, que el mundo no va a cambiar por más que se le diga la verdad, y que el hecho de decírsela sólo a "determinadas personas" es porque éstas cumplen un determinado papel a nivel cósmico, para el cual requieren cierta "preparación" o afinación, que se logra mediante el contacto con ellas y la transmisión de información necesaria para que tomen conciencia.
    Si los extraterrestres manipuladores ocultan la verdad, y los reveladores de la manipulación apenas hacen algo para que algunos se enteren de ella, cabría preguntarse quiénes son peores: si los que se la pasan transmitiendo mensajes que mantienen anestesiada a la humanidad, o si los que, pasivamente, observan la situación lanzando apenas unos rayos de luz sobre algunas mentes, pudiendo si quisieran, iluminar a multitudes. Con aquello de la "no interferencia" en mundos "inferiores" (fuera de orden), los "mensajeros de luz" quedan excusados; o creen que así quedan. Porque habrá que esperar a que, alguna vez, algún Juicio Universal establezca grados de responsabilidad semajantes tanto para quienes llevaron al mundo a su actual estado, como para los que poco parecen querer hacer para que las cosas se modifiquen. En este sentido, ciertos tipos de mensajeros del cosmos pertenecientes a los reveladores de lo que aquí verdaderamente pasó, directamente asumen el hecho de que no han venido a modificar nada, por ejemplo, en cuanto a los destinos que, vinculados unos con otros, los humanos deben cumplir, y en los que cualquier modificación particular sobre un individuo provocaría alteraciones en los destinos de muchos otros. Que esto se haría si valiera la pena, pero que dado lo -según ellos- "irreversible" de la corrupción de los seres humanos, sería inútil. Sólo pretenden rescatar a unos cuantos cientos de miles de "salvos" o "elegidos", o en el mejor de los casos, unos pocos millones, mientras que el resto sucumbirá a la hora de la destrucción que dicen que ocurrirá...
 

La ignorancia sobre las diversas fuentes

    Esto hace que, en lugar de esperar a que los reveladores cósmicos refuercen la transmisión para que, mediante contactados múltiples, sea más "creíble" el mensaje, debemos conformarnos con lo poco que se le ha transmitido a unos pocos, y asumir el hecho de que la única forma de lograr que se expanda la difusión de información sobre las falsedades con que se ha engañado a la humanidad, es por nosotros mismos. Entre todas las fuentes extraterrestres de informaciones discrepantes entre sí, somos nosotros, los habitantes de la Tierra, los que debemos encargarnos de compararlas y enjuiciar lo que nos parezca más convincente para ser retransmitido a la humanidad en carácter de "verdad".
    Pero la diversidad de grupos contactistas diciendo cada uno lo suyo, sin importarle o incluso descalificando a otros grupos, pese a desconocer el mensaje cósmico que retransmiten, hace que cada una de esas sectarias agrupaciones crea estar en la verdad y que todo lo que digan en otras partes es mentira. Mientras tanto, la mayoría de los ufólogos, en su elitista visión de que ellos son los que están más cerca de la verdad, y que el contactismo es una mentira, poco conocen y menos todavía dan a conocer, sobre las diversas fuentes extraterrestres de mensajes transmitidos a contactados en todo el mundo.
    Entonces, si los contactados tienden al sectarismo de divulgar lo suyo e ignorar lo ajeno en cuanto a mensajes, y los ufólogos suelen polemizar contra los contactados, ¿quién se va a encargar de realizar un estudio lo más imparcial y objetivo posible, sobre las diversas fuentes extraterrestres y sus contactados? ¿Qué motivación deberá tener una persona capaz de semejante tarea? Partiendo del principio de que "el que no sabe todo, no sabe nada" (aplicable a ciertas cuestiones donde una mínima parte ignorada puede tener un peso tremendo en el conocimiento de la totalidad), quien realmente quiera armar el rompecabezas de los mensajes cósmicos, no puede ponerse a despreciar información por el hecho de juzgarla falsa: hay que conocerla tanto como aquélla a la que se juzgue veraz. Después de todo, ni para la una ni para la otra puede ser que esté dicha la última palabra, y el punto de vista de quien juzga puede ir variando constantemente a medida que se va ampliando el conocimiento de fuentes. En las sectas contactistas, el adepto es adoctrinado para juzgar precipitadamente como falso todo lo que no coincida con lo que se le dice "adentro" del grupo. Por eso abundan los partidarios de distintas fuentes cósmicas, ignorantes de lo que dice cada una de las que ellos no pregonan, y también abundan los ex-adeptos desengañados que, desde entonces, o cayeron en otro grupo donde pasaron a sentirse más a gusto, repitiendo el proceso anterior de ignorancia de otras fuentes, o bien se cerraron por completo ante la experiencia fallida, descalificando todo lo que sea contactismo, sin conocer realmente lo que se dice y lo que pasa en cada grupo.
 

Necesidad de orden y orientación en la búsqueda de información

    Desde que sin necesidad de andar de grupo en grupo, o de comprar libros y revistas, en Internet están representadas las diversas fuentes extraterrestres con sus respectivos mensajes, ir saltando de sitio en sitio dando un vistazo a lo que se dice en cada uno, suele ser lo más común entre buena parte de los navegantes interesados en la temática. Pero de dar un vistazo a profundizar, hay demasiada distancia para armarse un juicio que realmente sea calificado para tomar determinaciones con conocimiento del tema. Incluso, la tarea es sin orden posible, sin método ni de búsqueda ni de procesamiento de la información, porque no hay orientador que enseñe cómo y por dónde ir dando los pasos. Hay gente que cae en páginas web de mensajes telepáticos extraterrestres, sin antes haber siquiera sido instruida en que existe esa vía de transmisión de mensajes, y todo le parece delirio. O gente que, procedente de habituales prédicas sobre el "Plan Divino" y sus angelicales jerarquías intergalácticas, de pronto descubre que existen páginas sobre la manipulación cósmica, y le parecen obra de mentes enfermas que, paranoicamente, imaginan conspiraciones diabólicas. También, gente para la cual todavía no ha quedado claro que extraterrestres y religión no son realidades separadas, y que, si se trata de alguien no religioso interesado en los ovnis, le parece "delirio místico" esto que entiende como "mezclar las cosas"; si se trata de creyentes en algún culto, interesados en los ovnis, les parece una falta de respeto a la fe que profesan, el hecho de que se les diga que esa religión en la que creen ha sido una confusa derivación de acontecimientos extraterrestres manipulados para crear estructuras de poder de dominación sobre los creyentes. Por lo tanto, el viaje internético a los saltos por sitios diversos, no es apto para gente sin la suficiente preparación: confunde más de lo que orienta.
    Producto de este problema, se requiere reunir todas las piezas sueltas que sean posibles, del rompecabezas cósmico en la Tierra, para armar, metódicamente, una estructura de análisis y una síntesis orientadora, que sirva a los fines de instrucción básica en esta materia. Algo que pueda ser enseñado ordenadamente por quien lo aprenda, de modo que todo aprendiz se convierta en un orientador de futuros aprendices. Algo que tenga una secuencia de presentación que pueda exponerse mediante un programa de radio, de televisión, una conferencia o un curso. A título de modelo de lo que se puede emplear como herramienta instructiva, veremos a continuación el contenido de un curso sobre mensajes extraterrestres.