Parte I
INVIRTIENDO LOS TÉRMINOS
SOSPECHAR DE LO "VERDADERO",
BUSCAR LA VERDAD DONDE NO PARECE ESTAR
Cuando algo fuera de lo cósmicamente "normal"
pasó en este mundo, las fuerzas que ejercieron el control aquí
desde entonces, se encargaron de elaborar la "historia oficial" que la
humanidad debía recibir como conocimiento y como doctrina. Porque
como a la historia la escriben los que ganan, no es de suponerse que las
fuerzas del Bien -que aquí perdieron el control del planeta- hayan
sido quienes elaboraron todo lo escrito que es tenido como verdad por las
diversas religiones que se han ido imponiendo en grandes extensiones del
globo.
Seguramente debe haber otras historias... debe haber
otras versiones de lo que realmente sucedió con este mundo; cosas
escritas que de algún modo hayan sobrevivido al control impuesto
por las fuerzas involutivas que gobiernan el planeta. Historias que no
hayan terminado en las hogueras, porque siempre hubo quienes las resguardaron,
las aprendieron y las transmitieron. Historias que dicen lo que verdaderamente
pasó y que desenmascaran lo que continúa pasando engañosamente
al amparo de los poderes cósmicos retrógrados que dirigen
la humanidad.
Sin que guarden una confiabilidad demasiado grande,
pero ofreciendo, al menos, algunas pistas hacia la verdad, entre estas
historias "no oficiales" citaré más adelante, algo de la
versión gnóstica y de la versión cátara sobre
lo que sucedió con este mundo en manos no precisamente divinas.
Considerados como "los esotéricos continuadores de Jesús",
los gnósticos nunca pudieron llevar a todos su versión de
la historia, ante un catolicismo inquisidor que los consideró herejes.
Peor suerte corrieron los cátaros, que resistiendo hasta el último
hombre, fueron exterminados en la hoguera, muchos de ellos voluntariamente
antes que abjurar.
Las personas que más se aproximaban al conocimiento
de la diabólica trama de control del mundo, y que se agrupaban bajo
esas doctrinas "heréticas", ¿cómo iban a poder abrirse
paso en una sociedad cósmicamente planificada para sofocar cualquier
tentativa de rebelión a la creencia dominante? ¿Quién,
siglos después, podría creer en la versión de la historia
escrita por los que perdieron?
Pero la versión alternativa está,
y no se trata de creerla o no, sino de leerla y razonar sobre ella. Siempre
teniendo en cuenta que, por una simple cuestión de lógica,
si hay una verdad, no debe estar en donde siempre se dijo, sino donde menos
se piensa. Y descubrirla, supone pensar más en lo que siempre se
piensa menos, que en lo que más se piensa corrientemente.
Este principio de orientación mental por
el que lo tradicionalmente "verdadero" debe tenerse por sospechoso, supone
que lo tradicionalmente inaceptable debe merecer, en principio, el beneficio
de la duda, porque quizá puede estar más cerca de la verdad
que aquello en lo que se cree. Algo así, quizá fue lo que
ha movilizado a no pocos pensadores a poner en tela de juicio hasta los
más sagrados dogmas, en busca de versiones más aceptables.
Entre las personas que así procedieron, destacaré
en este informe a ex sacerdotes católicos que cuestionaron no sólo
a la Iglesia, sino también al mismísimo Dios bíblico,
al que consideraron demasiado imperfecto para lo que se supone que debe
ser el Ser Supremo. Estos teólogos revisten una importancia mayúscula
entre los pensadores aquí citados, porque representan a quienes
vivieron por dentro la realidad eclesiástica y que profundizaron
en el estudio de la Biblia a tal punto que, al desenmascarar las falsedades
ocultas en sus páginas, no pudieron seguir con la hipocresía
de profesar un culto al que encontraron plagado de mentiras y engaños.
Por eso, ante la pregunta de "qué piensa
la Iglesia de...", hay que tener en cuenta que la Iglesia está hecha
e integrada por personas, y que de esas personas, hay quienes han llegado
más lejos que otras en sus estudios, y hay quienes los han profundizado
sin el dogmatismo fanático con que lo hicieron otras. Por pertenecer
a este nivel teológico desapasionado y abierto mentalmente, los
ex sacerdotes aquí citados merecen respeto y reconocimiento, lo
cual no vale para todos los sacerdotes conformes con el status quo, que
sólo aprendieron a obedecer sumisamente las enseñanzas, sin
preguntarse si la fuente de todo es verdaderamente confiable.
¿Qué piensan los curas de Yahvé
o Jehová? ¡Nada!, si no tienen obligación de pensar
nada acerca de ese "Dios"; basta con que, en el seminario, memoricen y
repitan lo que sobre "Él" se les enseñe. Pero hay quienes
saben que, antes que curas, son personas, y que eso implica usar el sentido
crítico que el cura no necesita tener. Y en esa dualidad de la condición
humana y la condición académica o clerical, cuando prevalece
el pensamiento sobre el no pensar, es cuando el miembro de la Iglesia entra
en rebelión. Hay quienes, entonces, abandonan los hábitos.
Quizá esto sea como una graduación: el que descubre todo
y se va, es el que obtiene el grado; el que está adentro, es porque
todavía no se graduó como libre pensador; no develó
la farsa. O porque, sabiéndola, se adhirió a ella por conveniencia
("yo ya sé que esto es todo una mentira, pero si me voy, ¿en
qué voy a trabajar a esta edad?", comentaba en confidencia un obispo
a un informante mío que manejaba asuntos económicos de la
Iglesia entre la Argentina, el Vaticano y otros países, y que me
preguntó una vez si a mí me parecía que tenía
que seguir adelante con su trabajo o irse, porque decía que yo no
me daba una idea de los negocios sucios que se manejaban allí).
Parte II
VIEJAS MENTIRAS CON NUEVA TERMINOLOGÍA
LAS NUEVAS BIBLIAS, VERSIÓN INTERGALÁCTICA
La Iglesia y las otras religiones tradicionales son
un impedimento muy grande para el desarrollo de una nueva conciencia. Pero
cuando se toma como "nueva conciencia" al advenimiento de ideas tales como
las del movimiento de la "Nueva Era", que rompen con los dogmas religiosos
tradicionales, nos encontramos con nuevos impedimentos para que una conciencia
verdaderamente nueva despierte. Porque en su aparente espíritu innovador,
la new age reedita conceptos que vienen de bien lejos en el pasado, por
más que pretenda reforzarlos con conceptos que vengan de muy lejos
en el espacio, traídos por extraterrestres que nada modifican a
la esencia de viejas creencias.
Al encontrarnos con que no todo lo que venga del
cosmos puede merecer que lo tomemos como verdad, nos tenemos que situar
en una posición sumamente pensante con sentido crítico. La
evidencia de manipuladores de la humanidad procedentes de otros mundos,
responsables de la aparición de religiones en la antigüedad
y de los nuevos cultos llamados "platillistas", exige mucho cuidado tanto
con el legado que viene de lejos en el tiempo, como con los mensajes de
quienes están viniendo de lejos en el espacio. Mensajes neobíblicos
con los que parece buscarse reforzar viejas mentiras religiosas con palabreríos
tecnificoides a la medida de incultos impresionables con los formatos.
Los predicadores de una nueva biblia -que según
ellos viene a completar la anterior- son los miembros de "ALFA Y OMEGA,
Hermandad del Cordero de Dios". Esta "Doctrina para el Tercer Milenio",
una reciente revelación crística con vinculaciones extraterrestres,
efectuada en Perú, es definida así en su sitio web: "La
Divina Revelación Alfa y Omega, es la Divina Triceptación
del Infinito Universo Expansivo Pensante; en que la Santísima Trinidad
Solar, conformada por el Divino Padre Jehová, la Divina Madre Solar
Omega y el Divino Primogénito Solar Cristo, decide dar a la humanidad
una Nueva Doctrina - Ciencia; en la cual está la revelación
y la explicación del Todo sobre el Todo del Todo".
Otra nueva biblia es el "Libro de Urantia", un mensaje
de entidades cósmicas recibido telepáticamente a lo largo
de décadas durante el Siglo XX en Illinois, Estados Unidos. Este
libro, que está causando creciente interés, tiene una terminología
con muchos conceptos (que muestran y que dejan dudas) complejamente complicados
e inentendibles sin romperse el cráneo en el intento. Por ejemplo:
"los
reflexivadores de enlace innominados de Majeston", o "Los secretos
de Spiritington comprenden los misterios impenetrables de la reflectividad.
Os hablamos del fenómeno vasto y universal de la reflectividad,
más particularmente tal como opera en los mundos sede central de
los siete superuniversos, pero no nos explicamos este fenómeno,
porque no lo entendemos plenamente.", o bien "No tenemos completamente
claro el estado exacto del Absoluto de Deidad y el Absoluto Universal,
pero sabemos que este último funciona dondequiera que funcionan
el Absoluto de Deidad y el Absoluto No Cualificado. El Absoluto de Deidad
puede estar universalmente presente, pero difícilmente presente
en el espacio. El Último está, o alguna vez estará,
presente en el espacio hasta las fronteras exteriores del cuarto nivel
espacial. Dudamos que el Último tenga jamás una presencia
espacial más allá de la periferia del universo maestro, pero
dentro de estos límites el Último integra progresivamente
la organización creativa de los potenciales de los tres Absolutos".
También se emplea terminología que parece armada con el denominado
"Proyector Sistemático de Frases Coherentes", sistema empleado para
redactar documentos con el fin de impresionar, vinculando grupos de tres
palabras que resuenen con autoridad indiscutible aunque no se tenga la
menor idea del significado. Por ejemplo, hallamos en el Libro de Urantia:
"procesión
lineal ordenada" o "intrusión espacial única". Pero también,
su terminología tiene bastante de naive, de apariencia muy fantasiosa
y de cuentito infantil para parecer creible. Por ejemplo, dado que el contacto
fue en el país de "Washington", es suspicaz que se hable
de: el divino mundo de "Divinington", el espiritual mundo de "Spiritington";
"Vicegerington", planeta de "los vicegerentes de los Dioses" y "los
Vicegerentes Cualificados del Último"; "Solitarington", el planeta
-que no es el "Planeta Solitario" de "People + Arts") donde se reúnen
los "Mensajeros Solitarios"; "Serafington", donde están los serafines;
"Ascendington", mundo de reunión de las "creaturas ascendentes del
espacio"; nombres éstos que parecen una verdadera burla a la inteligencia.
Pero hay más: "Las Hijas Ministradoras Coordinadas", "las
Hijas del Actor Conjunto, Ministras Divinas de los universos en evolución",
"los Monitores de Misterio", "Los Siete Auxiliares Reflexivos de Imagen",
"los Supervisores No Cualificados del Supremo", "los Mortales Evolutivos
de la Carrera Ascendente", "los peregrinos ascendentes graduados de Orvonton",
"La Isla del Paraíso" rodeada por sus veintiún satélites,
"la
agencia distribuidora en el Paraíso", los "seres que se sientan
en asientos de autoridad paradisíaca y administran los superuniversos",
o "Cada superuniverso está presidido por tres Ancianos de los Días"
(a
los que yo les llamo "viejos chotos voyeuristas").
Toda esta fraseología podrá tener
efectos impactantes en gente de ideas religiosas permeables a mensajes
cósmicos neobíblicos como éstos. Pero para quienes
reflexionen desde una perspectiva irreligiosa, esta terminología
les puede parecer tan ridícula que no podrán entender cómo
pueda haber gente crédula para estas cosas. Sin embargo, la tendencia
religiosa de la mayoría permite que esta clase de literatura tenga
mayor posibilidad de aceptación, que los mensajes cósmicos
de otros orígenes y que los pensamientos filosóficos de gente
rebelde, que transmiten un concepto totalmente distinto acerca de jerarquías
cósmicas, del mundo y de su papel en el Universo. Y que son las
diversas fuentes que integran la Sección II del Informe C-3, donde
verdades que a la mayoría le parecen mentiras, fueron dichas por
gente con la suficiente percepción de que estamos en un mundo al
revés, donde salvo para una minoría, la mentira es lo que
se tiene como verdad.
Capítulo II LIBERTAD DE EXPRESIÓN |
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