La pregunta en cuestión
A veces me preguntan a dónde pretendo llegar
con esto que estoy haciendo, qué se puede lograr sabiendo esto,
cuál es el propósito final de todo. Entonces me obligan a
hablar de cosas que están más allá de este mundo;
cosas que, por pertenecer a una vida que no es ésta que están
viviendo, no les pueden parecer tan importantes como lo sería si
les dijera que el propósito final es aquí y ahora. Pero como
me preguntan por el fin último y no por el propósito inmediato,
entonces debo "decepcionarlos" y decirles que esto que estoy transmitiendo
y que están aprendiendo y queriendo aplicar pragmáticamente,
es para otra vida...
Esto puede parecerse a aquello pregonado por ciertas
religiones, en el sentido de que "la recompensa de los justos será
en el Cielo, no en la Tierra", por lo cual había que soportar la
pobreza y las adversidades de esta vida, irreversiblemente, a tal punto
que, a mayor sufrimiento, mayor premio en la otra vida...
Pero lo que propongo está muy lejos de tal
engañosa prédica religiosa. Puedo asegurar que esta información
que estoy transmitiendo es útil para producir transformaciones inmediatas
para mejorar la vida, a nivel individual al menos, y hasta en lo colectivo,
con algunas posibilidades de provocar cambios en la sociedad (no un cambio
"de" la sociedad, pero sí "en" ella, en diversos ámbitos
y conjuntos de personas). La sola concreción de ese propósito
inmediato, ya sería suficiente para que no me pregunten nada más,
y traten de llevar adelante esta propuesta para mejorar sus vidas e influir
sobre los ámbitos que puedan para inducir transformaciones positivas.
Pero me preguntan por el propósito final, y entonces debo hablar
de cosas que ninguno de nosotros va a ver con estos ojos y a presenciar
con estos cuerpos en los que estamos.
Lo planetario y lo universal
Si el objetivo último fuera "salvar al mundo"
(de la amenaza armamentista, de la polución ambiental, de la extinción
de especies vivientes, de la persistencia del hambre y las enfermedades...)
y lográramos un paraíso en la Tierra, sería magnífico,
pero así y todo, sólo seríamos una más entre
las privilegiadas esferas de luz circulando por un espacio lleno de mundos
y galaxias en un estado tan lamentable como el que la Tierra presenta.
Resuelto el problema de este mundo, ¿qué habríamos
hecho para resolver el problema de todo el Universo? Ahí podrá
decirse: "no, pero cada mundo debe resolver su propio problema; nosotros
no tenemos nada que hacer con otros mundos, porque nuestra responsabilidad
está aquí, en éste". La omisión de ayuda visible
y concreta por parte de muchos de los extraterrestres que vienen desde
hace milenios, parecería confirmar esa aseveración. Pero
la ayuda visible y concreta que otros seres venidos de las estrellas han
traído, parecería indicar lo contrario. Que esto de ocuparse
de los problemas de otros mundos a los cuales ayudar, no sería salirse
de límites debidos, sino traspasar el límite de la irresponsabilidad
para con el Universo al cual le debemos ayuda. Asumiendo la responsabilidad
de hacer algo que repercuta más allá de donde estamos, y
no pretendiendo que el Universo entero tenga que venir a resolver nuestro
problema ("Dios mediante", quiero decir, como quienes pretenden que la
ayuda de Dios es la que nos está sacando adelante, cuando, en realidad,
la ausencia divina es constatable en la evidencia de que nos seguimos hundiendo
desde que el mundo es mundo y lo pisamos).
El Universo tiene un problema que es éste:
hay un Orden, una Ley para la evolución, y un Programa preestablecido
para que se cumpla, y hubo una conspiración que alteró el
Orden, mediante un programa que reemplazó al evolutivo, generándose
el desequilibrio. Y lo que el Universo necesita no es reequilibrar mundo
por mundo, de manera que sus habitantes crean haber "aprendido la lección"
y crean "que fue útil esta experiencia del dolor y la oscuridad".
El Universo necesita que en cada mundo se tome conciencia de lo inútil
y perjudicial que esta experiencia ha sido. Para que, se resuelva o no
el problema de cada mundo, y exploten o se salven los mundos en conflicto,
sean de allí rescatables cuantos más seres sea posible, para
concederles espacio y tiempo donde ellos colaboren para iniciar un nuevo
Universo en el que la negatividad no siga siendo empleada como experiencia
evolutiva. Es decir, que aquellos seres que en los mundos en conflicto
lleven adelante una rebelión a este programa "evolutivo" del que
son víctimas, y estén luchando para que los seres confundidos
sepan cuál es el verdadero Programa Evolutivo Universal, no sólo
son útiles a nivel planetario, sino, y mayormente, a nivel universal.
Seres así son necesarios para una nueva etapa, de un futuro Universo
en el cual los conflictos creados para la "evolución", no vuelvan
a existir.
La amenaza en potencia
Por otro lado, seres que no hayan aprendido que ese
mecanismo pseudoevolutivo ha sido una gran farsa manipuladora para lograr
la corrupción del Universo, y persistan en querer transportar a
una futura etapa universal estos principios que tienen como valederos y
necesarios, serían un verdadero peligro. Sin tener maldad, serían
tan destructivos en potencia como quienes implantaron el programa de la
negatividad sabiendo perfectamente que no sería para ninguna evolución,
sino para producir alteraciones irreversibles.
Seres salidos de mundos que hayan pasado por la
experiencia negativa, no son garantía de que desistan de llevar
adelante como directores, experiencias como la que conocieron, pues tratarán
de aplicar lo aprendido. Por más que sean seres de Luz y de amor,
la inocencia e ingenuidad de ellos con respecto a los fines a los que obedecieron,
los ha convertido en una bomba de tiempo. Llevarlos a una futura instancia
evolutiva universal, sin que antes tomen conciencia de haber sido utilizados
con fines perversos que creyeron evolutivos, sería exponer a una
nueva crisis al futuro Universo a constituir. Según la información
que recibí, han sido destruidas galaxias enteras con seres así,
por lumínicos que fueran, para evitar la propagación de esta
enfermedad cósmica que padecían creyendo estar sanos. Destrucción
operada como precaución extrema, en resguardo de lo que en el Universo
se ha mantenido a salvo de esa afección. Sólo se pretende
rescatar de los mundos que deban ser destruidos, a aquéllos que
sean considerados merecedores de ser transportados a una nueva instancia
evolutiva, en mérito a la lucha que hayan demostrado contra el régimen
vigente y a favor de los verdaderos Principios Evolutivos Universales:
los del Amor, sin ningún dolor y negatividad empleados como factores
necesarios para la evolución de la conciencia.
Lo que se puede esperar de este mundo
El propósito final de esta rebelión
que pretendo llevar adelante es, entonces, que de este mundo pueda salir
la mayor cantidad posible de seres cuyos bien claros principios de cómo
deberán vivir y enseñar a otros a vivir, eviten transportar
a nuevas instancias evolutivas conceptos que puedan proyectar la enfermedad
de las conciencias aquí afectadas. Que el mundo se salve o explote,
no afectará el desarrollo de la acción tendiente a lograr
dicho propósito. Por lo tanto, debemos estar, mentalmente, más
allá de las circunstancias que le toquen vivir al planeta. Lo que
para muchos sería una victoria absoluta si el mundo se corrige,
para nosotros deberá significar muy poco: ¿de qué
valdría la prometida "Nueva Era" planetaria, si mientras aquí
unos gozan, en otros mundos seguirá el dolor? Y lo que para casi
todos sería un absoluto drama si el mundo fuera a extinguirse, para
nosotros deberá ser algo inevitable para lo que debemos estar preparados,
pensando en la pequeñez de este mal ante la magnitud de un Universo
que espera y nos ofrece la continuidad de nuestra lucha que, aquí,
habrá terminado.
Si no fuera por esta posibilidad que quiero creer que realmente existe,
si tal posibilidad no existiera, ¿de qué serviría
esta lucha? Si el mundo marcha hacia el inevitable final de otra más
entre las civilizaciones que sucumbieron en cada período de decadencia
del ciclo de las diversas humanidades que aquí estuvieron, ¿para
qué luchar por un mundo mejor? Admiro a los ecologistas, pacifistas
y a todos aquéllos que tienen la esperanza de salvar lo insalvable.
Y más aún admiro a los que, sabiendo lo insalvable de todo
esto, siguen luchando como si esa lucha fuera a cambiar algo, aunque sepan
que no va a cambiar nada. Como dijo Martin Luther King, que "si supiera
que mañana se va a terminar el mundo, igual plantaría un
manzano". Esa gente es admirable. Pero esa lucha, ¿para qué
servirá? Si no va a servir para algo que esté más
allá de esta vida y de este planeta, ¿qué sentido
tendría? Luchar para que el "mientras tanto" sea más digno
de vivirse, pase lo que pase después, pragmáticamente, a
nivel existencialista, puede ser meritorio. Pero a nivel trascendente a
esta efímera existencia, es insignificante. Muchos plantarían
el manzano para un "mientras tanto" que se agota en sí mismo. El
manzano yo lo plantaría para un "mientras tanto" que será
de valor para lo que viene después. En mi historial constará
que yo planté un manzano para agregar algo positivo en vez de dejar
que el mundo siga igual. Es decir, no es igual un mundo con un manzano
más que sin ese manzano. No es igual que haya en el mundo libres
rebeldes, a que no los haya. Será igual para el mundo, pero no es
igual para quienes miran el mundo desde una perspectiva universal, viendo
cómo hay al menos unos pocos que se rebelan y le plantan un manzano
a la adversidad, para demostrarle que la vida prevalecerá sobre
ella. Quizá para Luther King el sentido era ése. La mayoría,
en cambio, no plantaría manzanos si mañana se acabara todo.
Más aún, como la mayoría percibe que todo se acaba,
la manifestación de desgano y resignación que se evidencia
está en cómo cada uno parece empeñado en acelerar
el desenlace, descuidando y dañando o dejando, pasivamente, dañar
por otros el medioambiente y construir armas de exterminio masivo..
La acción que propongo
Apoyo a los ecologistas, a los pacifistas, a los
que prestan asistencia alimentaria y sanitaria a los carenciados y olvidados
por los gobiernos; a los que creen en el futuro y a los que, sin saber
si creer o no en el futuro, hacen algo pudiendo no hacerlo.
Pero mi finalidad no es la misma que la de muchos de ellos. Mi ideal de
libres rebeldes participando en estos movimientos por un mundo con algunos
focos más de luz entre tanta oscuridad, sería, humanamente,
elogiable como fin en sí mismo. Pero no es un fin en sí mismo,
sino tan sólo un paso hacia un fin más trascendente, dentro
del propósito final a que hice referencia. Los que estén
conmigo en esto van a plantar árboles y van a portar la Bandera
de la Paz del Pacto de Roerich, no para salvar al mundo, sino por aquello
que decía Luther King. No propongo falsas promesas de salvación
planetaria para convocar a una lucha que corrija el curso de la historia.
Mi convocatoria es formulada sobre la premisa de que el rumbo equivocado
es incorregible. Y que todo lo que hagamos será destruido y arrasado.
Que nada de lo que hoy sembremos y reguemos, sobrevivirá a la sequía
o la inundación, al terremoto o la erupción, al tornado o
a la explosión. Estoy convocando a plantar una semilla, a oler una
flor, a cantar una canción, a bailar en una fiesta, a abrir un champagne,
a beber del manantial, a reír, a disfrutar y a saber sufrir lo que
se deba luchar, para un "mientras tanto" que demuestre que somos útiles
a la vida, dándole a ella lo que podamos, porque así seremos
considerados merecedores de tener espacio y tiempo para integrar un Universo
que será de vida, y no más de sombras y muerte acechándola.
Porque si pretendemos merecer un futuro mejor fuera de la Tierra, ¿cómo
lo lograríamos sin luchar aquí para que sea mejor nuestro
presente?
Si para construir un futuro Universo de Luz y Amor
tendrán lugar aquéllos que en estos mundos oscuros hayan
luchado, mientras que allí los que se rindieron a la negatividad,
débiles, irresponsables y cobardes, no escribirán historia,
¿qué clase de futuro pretendemos que se nos otorgue como
constructores de ese Universo, si aquí no somos valientes guerreros,
luchadores por ese ideal y contra todo lo que se nos oponga?
Ése es el sentido de esta lucha en este "mientras
tanto"; ése es el sentido de toda acción que, a juicio del
observador que no nos conoce, podrá parecerle una más entre
todas si nuestras acciones fuesen ecologistas, pacifistas, o altruistas
como fines en sí mismos. Pero aunque los demás crean que
sólo trabajamos por el bien de la humanidad, nosotros sabremos el
trasfondo cósmico de lo que estemos haciendo a niveles tan aparente
y sencillamente humanos y planetarios.
¿Somos tan útiles, importantes y necesarios?
Imaginemos que, pese a nuestro empeño, el
Universo sea desbordado a tal punto por la negatividad, que esta escuela
antievolutiva que alteró todo el Orden regente, siga vigente sin
que se la pueda detener, y sigan siendo creados interminablemente mundos
de oscuridad para hacer pasar en ellos la experiencia del dolor a nuevos
seres creados Y que a nosotros los rebeldes que pretendemos erradicar todo
reducto de negatividad, nos envíen al más sombrío
de los mundos para doblegarnos y obligarnos a aceptar lo que estamos combatiendo.
Imaginemos esa posibilidad... ¿Es eso preferible a lo que estamos
haciendo? ¿Es preferible que todo siga como está, resignarnos,
y dejar que al problema del Universo lo resuelvan, si es que pueden, las
Altas Jerarquías cósmicas, pues somos demasiado pequeños
para que nuestra acción u omisión determinen una victoria
o un fracaso universal?
Desde que yo estaba solo en esto, durante la planificación
y puesta en marcha de esta operación que por entonces comandaba
yo solo, ya sabía que habría una Red Mundial de Libres Rebeldes.
Ahora que voy conociendo a los nuevos activistas, nuevos comandantes, que
me comunican que se van sumando a la red, les digo desde ya que, pareciendo
estar sola esta red en una aislada rebelión en un pequeño
mundo, habrán de ir conformándose redes similares en otros
planetas, y que entre todas esas redes tejeremos una Red Universal de Libres
Rebeldes. En otros mundos van a enterarse de lo que estamos haciendo. Habrá
en ellos quienes esto los haga despertar y rebelarse, y habrá quienes
tratarán de sofocar a esos rebeldes. Tal vez haya entre nosotros
quienes sean destinados a esos mundos a iniciar las rebeliones. Tal vez
éste sea, precisamente, uno de esos mundos, y estemos aquí
procedentes de otros desde donde hayamos venido a impulsar esta rebelión.
Y como en éste, quizá iremos luego a otros mundos a hacer
lo mismo. Entonces, ¿somos tan pequeños e insignificantes,
o somos decisivos en nuestra acción u omisión, para la victoria
o el fracaso final del Universo?
¿Qué hacer, entonces?
Imaginemos, pues, que con nuestro empeño,
definamos la suerte de mucho más que una red mundial, y seamos de
vital importancia en la extensión de redes de redes, de mundos,
de galaxias, y que todavía la rebelión no ha llegado a muchos
lugares, porque para eso estamos, y luego de nuestra lucha aquí,
nos espera una continuación de ella en otras esferas donde todo
esté por hacerse... ¿Cómo podría hablar, entonces,
de un "propósito final" que pudiera ser tan sólo circunscripto
a la pequeñez de un mundo perdido en un rincón de una de
las tantas galaxias?
Sin desmerecer a los luchadores por un mundo mejor
al cual desean salvar, creo que el propósito final de los que integramos
esta rebelión debe estar tan claro en nuestras conciencias, que
no debemos conformarnos con tan poco como lo aparentemente mucho que esa
gente quiere lograr. Pues esa lucha por un mundo mejor, y esas religiones
que prometen una "Nueva Tierra" donde se vivirá para siempre, no
dejan de ser formas de apego a lo que es efímero por naturaleza;
un apego que nada tiene que ver con el amor verdadero y con la temporalidad
de la vida en los planetas. Planetas por los cuales el paso de los seres
en evolución es, por Ley Universal, transitorio, de modo que un
planeta no pertenece para siempre a nadie, ni nadie pertenece para siempre
a ese planeta. Sus habitantes van pasando por distintos mundos y, llegado
el momento, cuando haya que retirarse de cada mundo donde la experiencia
está cumplida, se retiran. Encerrados en el ciclo repetitivo de
reencarnaciones en la Tierra, los seres aquí recluidos tienen cortadas
las alas.
De los que luchan por la continuidad de todo esto
como si no hubiera ni debiera existir otro lugar donde proseguir la evolución,
la mayoría vive apegada a este mundo y quiere que continúe
tal como es. Porque esa clase de gente ha sido convencida de que "si todos
fuéramos buenos, el mundo no sería mundo". Y está
a gusto con un mundo así, en el que no todos sean buenos ni todo
sea bueno. Aunque a veces me pregunto si cada bomba atómica y cada
motosierra cortando árboles, no serán manifestaciones de
un estado interior de desacuerdo con el mundo. Lo cual lleva a querer terminar
con él de una vez por todas, de modo que si todos tuviéramos
el botón rojo a disposición, tal vez, en un momento de reflexión
lúcida, todos lo apretaríamos para que el drama del mundo
finalice de una buena vez. Si por mí fuera, lo apretaría
con total frialdad. Pero como no me fue dado el poder de destruir un tan
mal hecho planeta, sino que me dieron el poder de construir una red en
la que mentes y corazones se preparen para un futuro distinto de lo que
esta clase de mundos ofrece, por mí, que este planeta siga o se
acabe; que mi propósito final está más allá
de esa circunstancia. Lo cual no impide que mi "mientras tanto" sea de
manzanos plantados, en vez de desánimo de brazos caídos como
el de la Generación X con su escepticismo y falta de ideales.
Mi elección
Mis sueños son demasiado grandes y trascendentes
a este mundo, para que mi ánimo se vea seriamente afectado por un
agujero sin ozono que se amplía o por la amenaza nuclear que se
insinúa. Mi parte humana, de persona común, evita que ante
esas injusticias yo tenga indolencia, por lo que sufro como cualquiera
lo que está pasando. Pero a veces recuerdo que en mi otro aspecto,
ni soy persona común, ni soy humano en mi origen y destino, sino
que soy transitorio en este mundo por el cual no puedo ni me corresponde
cambiar el curso de los acontecimientos, y entonces logro "mantener la
cabeza cuando a mi alrededor todos la pierden", como dijo Kippling.
Mis sueños son así de grandes, entonces.
¿Para qué soñar con cosas pequeñas, pudiendo
aspirar a cosas tan gigantescas? No menosprecio a los trabajadores que
quieren curar el mundo. Pero está enferma una gran parte del Universo,
y los sanadores necesarios no sólo deben hacer trabajos locales,
planetarios, sino cumplir acciones donde sea que se requiera. No olvidemos
que mensajeros cósmicos tales como Cristo, Krishna, Buda, Quetzalcóatl,
no se quedaron cómodos disfrutando de sus mundos paradisíacos,
sino que prestaron servicio en una pestilente cloaca cósmica como
ésta. Por lo tanto, mi propósito final no es el destino de
este mundo, sino generar una dinámica de mentes, de sentimientos,
de energía, de pensamientos, que provoque una verdadera revolución
interplanetaria, intergaláctica si es posible, universal en última
instancia. Quizá pretendo demasiado, quizá más de
lo que se pretende de mí, pues sólo se me propuso -por parte
de las Altas Jerarquías cósmicas cuyo mensaje difundo- que
ayude a rescatar, si es posible, a un sólo ser habitante de este
mundo, pues muy poco se espera rescatar, considerando que el nivel de contaminación
aquí es demasiado alto para que tengan esperanzas más que
unos pocos. Dicen que cada uno de los que se rescaten de aquí tendrá
el valor de mil galaxias: tal es lo que para ellos vale alguien que, luego
de pasar por esta experiencia de oscuridad, todavía mantenga viva
su llama interior.
Lo que poco les importa y que a mí me importa mucho
Pretendo mucho, entonces, al querer hacer más
de lo que me propusieron. Pero tampoco me dicen que no lo haga. Porque
quizá ni siquiera ellos sepan si mi plan pueda, tal vez, ser capaz
de dar lugar a nuevas alternativas que no hayan tenido previstas, y ellos
puedan pasar a considerarlas. Ellos saben que no soy partidario de ese
sencillo exterminio que vienen realizando con los mundos corruptos, rescatando
a los pocos que puedan encontrar con algún valor. Ellos saben que
yo prefiero la alternativa de provocar grandes rebeliones de librepensadores,
para ver qué pasa, cuántos se suman a la lucha, cuántos
se desengañan de la gran farsa y pasan a militar en nuestro ejército.
A "Ellos", los que tan alta jerarquía cósmica tienen, poco
les importa aplastar como moscas a los -a su juicio- insignificantes mundos
que no obedecen al legítimo programa evolutivo universal. Y yo comprendo
que poco les importe, siendo lo mucho que son, considerando lo poco que
somos estos microscópicos mundos, vistos desde tan arriba como lo
está ese Plano Mayor donde Ellos habitan. Les importa poco exterminar
estos mundos si creen que deben hacerlo. Pero a mí sí me
importa. Por eso no sólo me rebelo a quienes alteraron el Orden
universal, sino también a quienes, representándolo, pretenden
seguir empleando la extrema alternativa de destruir lo que está
mal, en vez de darle oportunidad de rectificarlo. En este aspecto, soy
un doble rebelde que no obedece a ninguna de las dos grandes causas que
conozco: la de los conspiradores contra la Luz, y la de los representantes
de la Luz.
Es decir, que mi desacuerdo con que seres de la
Luz destruyan mundos de oscuridad (porque propongo que se les otorgue la
posibilidad que a mí se me otorgó, de conocer lo que conocí,
y reintegrarme a aquello de lo que me había desviado), es, de parte
mía, una insurrección que me sitúa más allá
del Bien y del Mal, de la Luz y de la Oscuridad, de lo incorrecto y de
lo que se considera la solución necesaria. Yo propongo la necesidad
de otra solución, más contemplativa que ésta tan condenatoria
que se ha empleado. Porque si tantas galaxias fueron destruidas, por considerarse
que sus habitantes no tenían ya la luz necesaria para regresar de
la oscuridad en que estaban, ¿qué va a pasar si seres oscuros
que recuperen su luz, saliendo de mundos como éste, donde rebeliones
como ésta les reactiven sus impulsos de amor y los revivan espiritualmente,
demuestren que ha sido un error destruir a todos aquéllos a los
que se consideraba irrecuperables? ¿Cómo van a rendir cuentas
de semejante exterminio los responsables de esa decisión, que quedaría
demostrado que fue equivocada? Este es un problema que en estos momentos
está en discusión en el Universo: si estuvo bien o no lo
que se hizo con tan extremas medidas, y qué se deberá hacer
de ahora en más. A mí me propusieron luchar por el rescate
de al menos uno o unos pocos. Yo sigo rebelde a esos lineamientos de mis
superiores a los cuales no obedezco en todo, sino en lo que me parece:
no lucho por uno o por pocos rescatados; pretendo mucho más...
Invitación
Quienes consideren que éste mi "propósito
final" merece mayor adhesión que el mero "propósito final"
de los que sólo aspiran a que este mundo pueda mejorar, están
invitados a participar de este objetivo último. Cada uno decida
la alternativa que cree que será mejor. Y si estoy exagerando, queriendo
volar más alto de lo que se pretende que vuele, tal vez erre por
ambicioso, pero seguro que no erraré por falta de ambición;
eso que tanta falta hace y que tantos no tienen, con respecto luchar siquiera
por el bien de ellos mismos, y menos aun luchar ambicionando algo por el
bien del Universo. Si es un error esto que propongo, tan ambiciosamente
que me queda chica la lucha por rescatar a unos pocos, y hasta la lucha
por salvar a un planeta; si es un error plantear la posibilidad de una
rebelión en red mundial, extensible a otros mundos y otras galaxias,
que el tiempo y mis superiores se encarguen de demostrármelo: para
mí, ni está todo dicho, ni nadie por encima de mí
tiene "palabra santa" para disuadirme para que deje de llevar adelante
esta propuesta.
En eso quiero ser bien claro, para que quienes se
sumen a esta operación no crean que ella me fue encomendada, para
ese "propósito final" que expliqué, por parte de los mensajeros
cósmicos de las revelaciones que retransmito. Que quede bien claro
que la misión de Ellos, de la cual formé parte -tal vez siga
en ella, lo sepa o no-, es sólo para reunir a unos pocos entre lo
mucho que dicen que se perderá inevitablemente. Y que esto otro
de la operación en red mundial, es un propósito mío,
que nadie allá arriba me envió a cumplir, pues me trajeron
aquí para lo otro, no para esto. Pero una vez aquí, y considerando
variables que la conjunción de mis posibilidades y aptitudes me
presentaron, observo estar en condiciones estratégicas y operativas
de proponer acciones no previstas en el programa que me fue asignado. Por
lo que agradezco haber sido enviado a hacer lo que se suponía que
debía hacer, pero no, gracias: veo que se puede hacer mucho más
todavía, y a eso convoco a la gente; no a ese "sálvese quien
pueda" que me encargaron pregonar, pues no estoy en papel de salvador ni
de profeta de la salvación, sino de guerrero buscador de guerreros,
ninguno de los cuales quiera irse de este mundo si viene la nave a "salvarlo",
en tanto y en cuanto se pueda seguir aquí luchando. Cada uno elija:
lo que se me dijo que haga, o lo que yo digo que también quizá
se pueda hacer... Lo que se me transmitió, y lo que, al margen de
lo transmitido, propongo. He decidido ser un Libre Rebelde en todo sentido.
Que cada uno lo sea en el sentido que mejor le parezca.
CONSIDERACIONES EN FECHA 5 DE SETIEMBRE DE 2001
Hasta hace un tiempo no lejano,
unas cuántas personas que conozco eran capaces de decir que si tuvieran
que reproducir un mundo como éste, lo harían el día
de mañana si en la galaxia les dieran la función de iniciar
uno nuevo; porque tenían entendido que esto es "útil y necesario".
Luego de saber lo que he planteado al respecto, esas personas han cambiado
de visión y hoy aseguran que llegado el caso, se negarán
a cooperar con cualquier tentativa de reproducción de este sistema
de existencia en otros mundos. Eso implica que serán instructores
en cómo es que las cosas deben ser hechas para que funcionen como
corresponde a la normal evolución.
Por lo tanto, si bien podamos
hacer poco por este mundo, me parece que será muchísimo lo
que podamos hacer fuera de él. Y para eso, tengo la sensación
de que no será necesario esperar a que salgamos de aquí:
desde aquí mismo y ya mismo puede emanar una forma de pensamiento
directriz -les guste o no a muchos de allá arriba, incluso a los
viejos chotos que llaman "Ancianos de los Días" y toda esa manga
de caducos con ideas viejas probadamente ineficaces-, así que con
tantos contactados recibiendo directivas, me tomé el "atrevimiento"
de dar algunas de abajo hacia arriba vía contactados, poniendo unas
firmes condiciones sobre lo que allá deben hacer. Toda caída
de regímenes de gobierno, a manos del pueblo, no empezó ni
más ni menos que de ese modo. Si somos el pueblo del Universo, en
vez de limitarnos a ver cómo organizamos este mundo -apenas la ciudad
universal en que estamos- debemos dirigirnos a las autoridades de la "Nación
Universal" para que sea corregido el rumbo de toda la política en
las galaxias, porque la falla del sistema no es apenas local, sino universal.
La falla ha estado en dejarle el poder a los corruptos de las galaxias
para que hicieran lo que quisieran con los sistemas planetarios.
Esta Red de Libres Rebeldes humildemente llamada
"Mundial", es en realidad un sistema Universal de reclutamiento y formación
de futuros dirigentes que corrijan los desviados rumbos de la evolución
de los mundos en las galaxias. Ser uno de los "comandantes" de esta red
no es tan poca cosa como ser parte de la solución del problema de
un mundo, sino de la solución de un problema del universo entero.
La solución del problema de muchos mundos podrá depender
de cada uno de los que como "comandantes" quizá en un inicio tomamos
un poco en joda o no tan en serio la cosa; en mi caso particular, con mi
show del uniformado-encapuchado. No es fácil darse cuenta de que
uno está para mucho más de lo que en principio cree que puede.
Una vez, en un álbum
de proverbios, leí que: "A fuerza de trabajar en cosas pequeñas,
se incapacita la mente para resolver grandes cuestiones". Y, además
de mencionar a empleados de oficina en rutinas de papeles inútiles
a la humanidad, quedándose sin tiempo ni ganas de pensar en grande,
puedo dar este ejemplo:
Hay quienes dedican a su casa
y su familia todas sus energías, pero nada de la puerta para afuera.
Hay quienes en su barrio se
reúnen para solucionar problemas muy concretos del entorno de sus
hogares.
Hay quienes dedican su vida
a hacer algo por la preservación y el progreso de su ciudad.
Hay quienes son orgullosos
de su Estado o provincia, y allí dedican sus esfuerzos.
Hay quienes luchan por el
bien y la grandeza de su país.
Hay quienes tienen por consigna
la unión de los países de la región que habitan.
Y hay quienes dedican sus
esfuerzos a la humanidad y al planeta, más allá de cuestiones
nacionales.
Por lo tanto, pudiendo hacer
algo a este último nivel, ¿por qué quedarse limitado
en cualquiera de los otros niveles? Hay muchos nacionalistas a quienes
su ciudad no les importa en absoluto; tampoco el mundo, y por lo tanto
están como sin pies ni cabeza: sin una base concreta que es su entorno,
y sin una perspectiva trascendente que es la humanidad y el planeta. Son
producto de un sistema educativo fallido, que no les enseña a conocer
y valorar lo que los rodea, ignorando dónde están situados,
y que tampoco les enseña que la humanidad más importante
que la patria con sus próceres y símbolos nacionales. La
educación nacionalista corrompe; los niños nacen mirando
su entorno con sus insectos, plazas y edificios, y viendo el mundo por
TV, pero el sistema educativo los pretende situar en la burbuja nacionalista
que los aísla de ambos entornos. No siempre lo logra: hay alumnos
rebeldes...
Pero hay otro sistema que
nos pretende colocar en otra burbuja: el sistema de manipulación
mundial que pretende que veamos a este mundo como lo más importante
en el cosmos. Una vez que sabemos que somos parte de una comunidad universal,
nuestra comunidad mundial ya no puede ser el techo que toquemos en el sentido
de a qué dedicar nuestras energías: somos energías
universales individualizadas para recibir y transmitir energía-luz
= información en un intercambio con el Todo.
Ese Todo, en las galaxias, presenta fallas; podemos dejar que las resuelvan
otros, o participar de la resolución del problema. A mi entender,
no son tantos los habitantes de mundos que saben dónde radica el
problema, ni saben cómo debe resolverse. Más aun, la mayoría
parece ni siquiera darse cuenta de que el tal problema existe: la oscuridad
como problema a eliminar, lo consideran una "normalidad" a dejar que siga
existiendo... Por lo tanto, si con seres así no se puede contar
para corregir el desorden, habrá que contar con los únicos
que se han dado cuenta de lo que realmente está pasando: nosotros,
los habitantes de este mundo y de cualquier otro mundo en condiciones parecidas,
que no nos hayamos dejado engañar, o que nos hayamos desengañado
y descubierto las trampas del sistema. Es decir, el Universo no cuenta
con tantos concientes como inconcientes de esa realidad, y, por lo tanto,
la cosa viene por ahí cuando hablo de la importancia de cada uno
de los integrantes de esta red de libres rebeldes, y del carácter
no meramente mundial, sino universal de esta red.
No me estoy preguntando tanto
qué podremos hacer para cambiar este mundo, como sí me pregunto
qué podemos hacer para que allá arriba dejen de bloquearnos
de una vez con "correo basura" bombardeando a nuestros contactados con
directivas erróneas, y empiecen los señores comandantes de
sus naves y flotas a escuchar lo que tiene que ser hecho para que todo
cambie para bien. No va a ser la primera vez que esto suceda, porque de
rebeliones cósmicas ya tenemos antecedentes como describe el Libro
de Urantia: no vamos a ser los primeros en reclamar a los regentes galácticos
que las cosas se hagan de otra forma. Si, por lo visto, cada tanto esto
ocurre, es natural que algo nos impulse a proceder de esta manera, exigiendo
lo que corresponde y no aceptando lo que nos impongan.
No se puede pretender que
entre mil inútiles se encuentre alguien útil, así
como destacados entre millones siempre han sido mucho menos los que trascendieron:
no hubo dos Mozart, ni dos Da Vinci, ni dos Newton, ni dos Einstein ni
dos Bill Gates; apenas hubo en un siglo, algunos revolucionarios de la
libertad y justicia como Zapata, Sandino, Ho Chi Minh, Che Guevara, Marcos...
apenas hubo unos pocos pacifistas como Gandhi o Dalai Lama, y caritativos
como Teresa de Calcuta, ¿cuántos trascendieron? Entonces,
¿con cuánta gente nos hace falta contar, sabiendo que son
tantos los de cero a la izquierda para corregir el rumbo del universo?
Creo que con los pocos que
somos los de esta red rebelde, ya alcanzamos para ser puestos al frente
de millones de entidades galácticas que deberán actuar conforme
les sea ordenado por quien dirija. Vivimos en países con millones
de "directores técnicos" de fútbol: todos opinan como si
supieran, a quién hay que poner o sacar en el equipo. También
son millones los "ministros de economía" que dicen lo que se debería
hacer con el dinero, con las empresas, con los servicios... Sin embargo,
no son tantos los que se animarían a decir qué hay que hacer
con este mundo, mucho menos con esta galaxia o con el universo entero.
Si los de esta red rebelde fuéramos de ésos, no tendríamos
nada que estar haciendo en esta Causa: si estamos en ella, es porque sabemos
muy bien lo que debemos hacer y porque somos capaces de atrevernos a dirigir
en grande, enfrentando de igual a igual a simples extraterrestres de cuarta
que pretendan presentársenos como grandes maestros, guías
o comandantes de lo que sea, que nos vienen con el mismo blá, blá,
blá de siempre porque no quieren que digamos lo que les tenemos
que decir (yo ya lo hice por dos vías de contacto, incluso con una
alta jerarquía universal y, realmente, me doy cuenta de cómo
pierden fácilmente el control de la situación y empiezan
con evasivas, si se topan con la muralla que somos, cuando pretendían
llevarnos por delante como si fuéramos una frágil empalizada).
Por eso insisto: los de esta red no hablamos sólo para el mundo,
sino también hacia afuera de la Tierra, donde hay muchos responsables
de lo que aquí y en muchos mundos pasa. Porque son esos responsables
de lo que pasa, con quienes debemos tratar por sobre todo, y no con meros
agentes suyos como lo son los gobernantes de los países. En esta
red de libres rebeldes se forma las mentes para que tengan altura para
dirigirse a quien sea de nivel cósmico que sea; porque durante millones
de años, desde esos niveles del cosmos, han deformado a la mente
humana para que se someta a ellos agachando la cabeza.
Somos pocos, es cierto, al
menos todavía y por un tiempo más; pero suficientes para
armar un gran escándalo cósmico, que tampoco sería
el primero en ser iniciado por unos pocos. Toda revolución, todo
descubrimiento o gran invención fue siempre obra de pocos. O de
uno solo. Por eso nunca me importó cuánta gente se iba a
adherir a mi propósito o si tendría que seguir solo en esto
de publicar la información que al final concientizaría a
muchos, porque a esto había que hacerlo y con al menos uno solo
que lo hiciera, suficiente. Se hizo; ahora se retransmite por medio de
los que han hecho que no estuviera tan solo en la tarea. Consecuencia:
los de esta Red somos los que disponemos de la información más
amplia, de más fuentes, sobre la manipulación mundial hecha
por seres cósmicos negativos. Somos los que con mayores fundamentos
podemos ir a debate público frente a Ashtar o cualquier contactado
representante suyo, para que ante un jurado imparcial: el público,
la posición de ellos frente a la nuestra quede evidenciada como
insustentable. Somos, ante la mentira de las religiones, de los gobiernos,
de la ONU y el militarismo & ciencia cómplice del ocultamiento
de información OVNI, una voz con resonancia, con base y con principios
veraces y dignos de humanos esclarecidos. Somos los que mejor propuesta
tenemos para un proyecto mundial de comunidades multiétnicas, multiculturales,
multinacionales, con vistas a un modelo de humanidad unida. Por eso no
importa si somos muchos menos que los que siguen a Claude Vorilhon Rael
o a Sai Baba, porque también son muchos más los que escuchan
a Cristina Aguilera que a Enya: veremos cuál de ellas dos llega
antes más alto en el Universo. No hay que perder tiempo pensando
en cuánta gente no quiere llegar universalmente alto por estar tan
limitada a cuestiones mundanas; hay que poner el pensamiento al servicio
de ideales altos, universales, porque nuestro campo de operación
es allá arriba y no entre los mediocres de acá abajo. Hay
que alegrarse de encontrar a esos pocos que, con los pies en el suelo,
tienen la cabeza puesta allá en lo alto y no tan sólo sobre
el cuello. Con eso es suficiente, porque allá arriba no se está
pretendiendo que acá abajo haya muchos más voluntarios de
los que somos para esta Causa. No ser conformista me hace pretender más
que eso; pero no ser codicioso me permite no ambicionar más de lo
que se puede. Somos los que somos, y así está bien.
"Misión", "función", "operación"
Queda bien claro que lo que cumplo no es una misión,
sino una operación cuyos pasos he ido elaborando aquí,
en la Tierra, y no que todo esto obedezca a un plan cósmicamente
preconcebido, y por el cual se me asignara una misión muy concreta.
No digo que no esté cumpliendo tal misión dentro de una planificación
cósmica. Lo que digo es que, si lo que estoy haciendo encaja en
la misión y sirve a sus fines, es porque obedezco a los Principios
Universales que he conocido, y no a directivas dentro de planes y misiones.
Decir que cumplo una "misión", sería como pretender que mis
actos tengan carácter "oficial", en cuanto que cósmicamente
predeterminados. Y no soy quién para responsabilizar a mis superiores
de lo que yo esté haciendo, como lo hacen todos los que dicen "cumplir
una misión", para explicar el por qué de lo que hacen, y
de alguna manera buscarle un respaldo trascendente a sus actos. Lo que
yo estoy haciendo, es responsabilidad mía, porque a mi destino
me lo he venido haciendo yo mismo; sobre la base de planificaciones que
me dieron un curso, pero no un itinerario. Un propósito, pero no
una función de operatividad específica, con derivaciones
tales como salir encapuchado a los medios. Si bien la misión que
yo sabía que tenía era más que satisfactoria, decidiría,
con el tiempo, cumplir funciones que nadie me asignó, y que, en
cierta medida y en muchos aspectos, superaban a aquello que tenía
que venir a cumplir. Es que bajado al plano de la realidad a la cual se
me hizo venir, uno puede tener perspectivas de observación que no
están dadas en el plano desde donde viene. Y con una progresiva
visión cada vez más variada de alternativas, uno puede optar
por decisiones y acciones que superen las expectativas que en uno se habían
puesto en principio, al ser destinado a determinado fin.
En un primer momento, durante mi puesta a las órdenes
de quienes cumplen la misión extragaláctica ya explicada,
yo no estaba dentro de las misiones galácticas de la Confederación.
Cuando dejé aquella misión para integrarme al Plan de Ayuda
de las fuerzas galácticas, advertí que había una función
preparada para mí; tal vez desde antes de haber venido, o tal vez
hecha por ajustes sobre la marcha una vez que yo estaba aquí actuando.
Pero me veía dentro de algo que yo no había ideado, sino
algo a lo que yo iba obedeciendo; obedeciendo a mis percepciones, obedecería
a las señales que me estarían siendo puestas, y llegaría
a convicciones que me harían obedecer los principios con que el
plan galáctico se regía.
Al advertir que todo este plan galácticamente
comandado, no satisfacía las expectativas y no respondía
a los principios que yo tenía por regla, debí tomar distancia
con respecto a todo lo que en ambos lados he conocido. Aquello de lo que
me había apartado en principio, carecía de ubicación
concreta en el contexto planetario. Y esto de lo que me separé en
segunda instancia, carecía de ubicación funcional en el contexto
universal.
Aquello no permitía volcar energías
en pro del mundo del futuro, por todo lo ya expuesto. Y esto otro, que
a los comandos galácticos les parece funcionalmente evolutivo, es
disfuncional universalmente visto, es decir, según lo que en los
planos normales se establece como evolución. Dicho de otra
manera, esto es defunción, y no vida, para lo que es la vida
en aquellos planos.
Durante toda la historia, famosos y desconocidos
que supieron o sospecharon esto, en modo alguno cumplían una
misión. Eran rebeldes; tan sólo rebeldes y nada menos
que unos valientes rebeldes. Y en esa rebeldía, cada uno cumplía
una función que no le había sido dada de arriba, sino
que, en el libre albedrío de investigar y de publicar, habían
cumplido por propio mérito e iniciativa. Unos fueron perseguidos,
censurados, eliminados. Otros, según dónde y cuándo,
tuvieron mejor suerte, y vivieron, pudiendo decir lo suyo, claro que sin
trascender demasiado, y sin amenazar el sistema imperante. Después
de todo, eran demasiado pequeños para que se los creyera tan peligrosos
como para dejar al desnudo la trama oculta de la confabulación galáctica.
No se habían propuesto darle demasiada trascendencia a lo que pensaban,
porque sabían de las limitaciones de la sociedad, incapaz de comprender
ciertas cosas. Por lo tanto, sus manifestaciones filosóficas o doctrinarias,
no eran operacionales a nivel de producir una onda expansiva teleguiada.
Así como esos pensadores, yo tampoco encaro
mis acciones como en cumplimiento de una misión. No me importa
la misión con la que haya venido: me importa la función
que sé que puedo cumplir, y sobre la cual soy yo quien planifica
y quien decide mis pasos. Esto que hago no me fue encomendado. Lo
que tenía que hacer, dejé de hacerlo sobre el final
de los 80. Y lo otro que podría haber hecho, ya que no estaba
más en aquello, dejó de convencerme no bien lo conocí
a fondo (el plan galáctico). Y no creo que las opciones se reduzcan
a dos posiciones encontradas. Siempre una tercera moderada sugiere alternativas
a tener en cuenta.
Hay una intervención extragaláctica,
cuyo desenmascaramiento de la gran farsa cósmica, cuenta con mi
adhesión denunciante. Adhesión que no es misión,
sino función, no dentro de mandatos recibidos, sino de
iniciativas mías. No obedezco a ese ejército, sino que
soy aliado; no a las órdenes de alguien, sino autónomamente.
Y hay una fuerza galáctica que impera sobre
mundos como éste, al cual ahora iluminará, así como
en otros ciclos oscureció y pretende oscurecer. Ella cuenta con
mi adhesión a la luz que ahora traiga, pero no a la oscuridad que
permitió, propició, o quiera repetir en lo sucesivo. Y esta
adhesión no es por misión ninguna que se me haya dado, sino
por elección. Porque podría haber elegido continuar
con los que se inclinaban por destruir a los responsables de esto para
que no prosigan. Y en cambio, mi elección es que se les de oportunidad
de reparar los daños causados, y contribuir con ellos en este sentido.
Porque en realidad, soy uno de ellos, que ha dado un giro en ese
sentido, en tanto ellos siguen en sentido contrario.
Mi comandancia
Dentro de las opciones y elecciones que he formulado,
en este papel en parte enfrentado a ambas posiciones, y en parte conciliatorio
entre ellas, mis adhesiones como aliado condicional a fines específicos,
no podrían sugerir que esto sea una misión, en el sentido
que le adjudico a la palabra, en lo que se entiende como "plan de acción
asignado cósmicamente por una comandancia". Yo no respondo a
comandancia ninguna que haya predeterminado el modo de mis acciones
a cumplir. La forma en que opero para la consecución de los objetivos
que entiendo necesarios a fijar, está dada por mi propia autodeterminación,
según el conocimiento que en principio fue puesto en la mente del
cuerpo que vine a ocupar, y según la realidad planetaria que observo
y mi compromiso con el destino de este sistema planetario. Esa síntesis
no se hizo en el cosmos, sino en mi mente física actual, producto
de mi facultad de decidir. Y mi decisión, a diferencia de los pensadores
que, por estar dispersos, no pudieron formar un bloque o una red, consiste
en trazar una planificación estructural integrada, para lograr la
conjunción de toda esa fuerza dispersa. No sólo con quienes
ahora viven para hablar, sino con la palabra documentada de quienes ya
no están, pero que han dejado esa poderosa fuerza que es la revelación
que cada uno hizo, y que ya no depende de que el autor viva o no, porque
es palabra con entidad y fuerza propia.
Sumado a lo que he venido a decir de fuente cósmica,
todo lo reunido en el Informe Clomro-3, dicho por otros en concordancia
con lo que digo, hará que esta operación sea imposible de
detener, aunque se consiga quitarme de en medio. Porque la operación
consiste, precisamente, en que no soy yo quien está en el medio;
¡y tampoco hay nadie que esté en el medio!... Porque acá
no hay centralización, sino RED. Y cuanto antes desaparezca
yo, más fuerza cobrará lo que hoy depende transitoriamente
del impulso que yo le dé. En eso consiste la finalidad de mi transitoria
comandancia de la operación: en mi voluntaria prescindibilidad,
a ir manifestándose por cada autocomandado que vaya integrándose
a la red mientras yo esté, de modo que cuantos más seamos,
menos concentrada en mí estará la dinámica de esta
proyección operacional descentralizada. Esta operación corre
el riesgo de ser alterada, si se pierde esta regla de descentralización
en multicomandos. De ahí que todo el plan está trazado para
que, en previsión de mi eventual ausencia temporal o definitiva,
la operación se autocomande. Esta dinámica operacional
autónoma, podría definirse como un sistema informático
programado para guiar en la toma de decisiones que determinen las acciones
a seguir, sin nadie al timón, porque ya está orientada la
nave. El Comandante Clomro no será, entonces, más que un
programador sólo útil, como divulgador activo, en la
fase de la estrategia transicional centralizada. Una vez en marcha la difusión
de este informe y de otros mecanismos de instrumentación central
expansiva, mi presencia o ausencia física no será determinante
del funcionamiento autónomo del programa en operación.
Internet
Cuando el conocimiento cósmico aquí
transmitido, había llegado a los contactados que iniciaron su difusión,
y cuando muchos pensadores escribieron lo suyo sobre lo que pasa en este
mundo, no existía la Internet. Me decían hasta antes de su
existencia, que si lo que supuestamente transmitieron los seres cósmicos
de los que yo hablaba, fuera verdad, cómo se explicaba que ese conocimiento
no llegara a todo el mundo, con múltiples receptores humanos capaces
de retransmitirlo. Por qué sólo unos pocos serían
los contactados, y por qué esta transmisión cósmica
localizada, en vez de globalizarla con transmisiones cósmicas múltiples,
contactando a receptores en muchas partes.
Sin profundizar demasiado en que, si así
fuera, el Padre debería haber colocado al menos un Jesús
en cada continente, en vez de haber sido tan poco generoso de concebir
y de enviar a un sólo Hijo; sin cuestionar el hecho de que basta
un sólo canal para que algo baje y se ramifique, digamos que no
habría diferencia entre operar con un grupúsculo de contactados
en un sólo lugar, o con miles de contactados en todo el mundo. Lo
importante es la expansión resultante a partir del contacto centralizado,
no la dispersión inicial de la transmisión en contactos múltiples.
Dada esta posibilidad tecnológica de que
la información transmitida inicialmente en forma localizada, logre
una proyección global expansiva, consideremos a esta red informática
como la biblioteca pública planetaria a la cual el interesado en
este mensaje cósmico puede acceder, esté en el país
en que esté; acceso que convierte a esta información aquí
archivada, en patrimonio de la humanidad. Y, tal como debió ser
previsto con años de anticipación por los transmisores en
el cosmos, esta vía informática es el mecanismo que, a lo
que enviaron, aquí contenido, lo define como una transmisión
cósmica exitosamente efectuada al mundo entero.
La censura, las presiones y las persecusiones por
las cuales este conocimiento fue impedido de propagarse durante todos estos
años, habían conspirado para que esto pareciera mentira o
locura, porque un conocimiento cuya difusión es limitada, parece
sectario y falso. Si tan pocos recibían y retransmitían esto,
por ser disonante con la estructura de poder establecida sobre el mundo,
y que estructuró las mentes para que no identificaran esto como
verdadero; si, en consecuencia, tan calumniados hemos sido los pocos retransmisores,
y tan cuestionado había sido este conocimiento ante el juicio de
dogmáticos católicos o de fanáticos "new agers", ahora
nadie podrá decir que los seres cósmicos que supuestamente
transmitieron lo aquí revelado, no son creíbles porque no
hicieron llegar el conocimiento a todo el mundo. Porque yo soy uno de
ellos, que vino a tomar un cuerpo, y que está haciendo llegar
el conocimiento a todo el mundo.
Ya he dicho en el inicio, que por algo se me envió.
Si se sabía lo que por mi intermedio se podía lograr, era
sólo cuestión de darle tiempo al tiempo, para mi preparación
necesaria hasta mi entrada en acción. Si no se sabía, espero
con esto haber evitado que otros tuvieran que ser enviados y expuestos
a las dificultades de una función así. Bienvenido hubiera
sido quien hubiera aparecido en tal situación, si me mandaban refuerzos.
Pero como ni los recibí, ni se me contactó para recibir instrucciones
o ajustar planes, y se me dejó actuar autodeterminadamente, agradezco
que se me permitiera obrar en estas condiciones, que hicieron posible responder
con mis actos, a la confianza que, cuando me enviaron, hayan depositado
en mi aptitud para la función a cumplir, aquí cumplida.
Habitante de la Tierra: no necesitarás
haber estado con un extraterrestre, para recibir una transmisión
como ésta que has recibido. Cuantos más reciban esta transmisión,
menos necesario será en el cosmos, tener que recurrir a los dificultosos
contactos personales. Y cuanto más crezca en los habitantes de la
Tierra la conciencia de lo aquí transmitido, menos necesario será
para cada uno, esperar algún contacto cósmico que le revele
los secretos aquí revelados.
Muchos son los que están en esa espera. Muchos
no tendrán cómo acceder informáticamente a este archivo.
Unos no estarán informados de su existencia, otros carecerán
de medios económicos o técnicos para ingresar por esta vía.
Necesitarán otras vías, y la copia en papel pasando de mano
en mano, o la publicación periodística, pueden ser dos de
ellas. Muchos son los contactados por seres cósmicos con otras intenciones.
Seres que se aprovechan de estos habitantes de la Tierra que están
a la espera de un contacto que oriente sus vidas. Vidas, en consecuencia,
peor orientadas después.
Habitante de la Tierra: si has encontrado verdad
y orientación en mi mensaje, y si lo consideras importante para
que otros encuentren lo que en él has encontrado, te invito a ser
uno de los retransmisores en esta Red Mundial
de Libres Rebeldes, que formamos este ejército cósmico
que sobre la Tierra se levanta contra la manipulación de los seres
aquí sometidos y engañados. La ayuda que puedas ofrecer con
la difusión de copias de este mensaje, que le entregues a
todo aquel a quien creas conveniente, será tu parte en esta fuerza
que integras, y que aumentas. Si dominas otros idiomas y deseares traducir
todo lo aquí escrito, o, si fueras a recibir y desearas corregir
y perfeccionar toda traducción que otros efectuaren dentro de las
posibilidades de sus conocimientos, tu tarea será de inapreciable
importancia para que esto llegue a quienes no hablan esta lengua.
Tu adhesión a la causa por la que, desde
hoy, estaremos luchando juntos, es una posición más que las
Fuerzas de la Luz le ganan a las fuerzas de la oscuridad; otra victoria.
Victoria tuya, sobre el engaño impuesto al mundo por las fuerzas
oscuras; victoria mía, porque mi palabra te ha ayudado a esclarecerte
para ser un combatiente; victoria del Universo, con otro soldado suyo en
pie para el combate.
Con mi mayor agradecimiento por tu interés y atención puestas en mis palabras, y con mi mayor deseo de Amor y Fuerza para tu lucha, te saludo desde nuestra victoria hoy, hasta la victoria final de la Luz.
Problemas de comandancia y pertenencia
El texto anterior tuvo, hasta diciembre de 2003,
algo que fue necesario eliminar: "Te invito a esta lucha, para que te
sumes en tu carácter de comandante, porque aquí no
hay jefes; aquí somos todos comandantes, de nosotros mismos.".
Seis años después de haber redactado el mensaje de invitación
a los interesados en integrar la Red Mundial de Libres Rebeldes en carácter
de "comandantes", he tenido que reformular conceptos acerca de lo que implica
pertenecer a esto, y en cuanto a la cuestión de la comandancia.
En todos estos años, hubo gente que habiendo
pertenecido o fluctuado entre la pertenencia y la indefinición,
no demostró compromiso y responsabilidad a la altura de una causa
de este nivel. Fue necesario encuestar a una lista de decenas de personas,
para que quedara definido mediante un cuestionario, quién se declaraba
como "miembro" y quién como adherente o afín, pero "no miembro"
de la Red Mundial de Libres Rebeldes. Entre los pocos que se declararon
miembros, habría que determinar, todavía, qué tantos
lo eran realmente no de palabra, sino en los hechos. Esto terminó
por reducir más la lista. Por otra parte, entre los autodenominados
"comandantes" que fueron apareciendo durante seis años, algunos
simplemente jugaban con esto; no tenían altura ni conciencia para
tomarlo con la debida seriedad, y algunos hicieron el intento, con toda
seriedad, pero sin aptitud para el rango; ni siquiera para ser integrantes
de esta rebelión sin siquiera ser comandantes.
Hubo infiltraciones e intentos de sabotaje. Se hizo
necesario no admitir más a cierta gente y no reconocerle rango alguno
a autoproclamados "comandantes" que quizá se estaban ofreciendo
con la mejor buena voluntad, pero ya era insostenible el ingreso irrestricto
y las admisiones de más y más agregados al sistema de multicomandos.
En previsión de la posibilidad de nuevos
saboteadores e infiltrados, ya no sería permitido que nadie anduviera
por ahí diciendo y haciendo quién sabe qué, en nombre
de la Red Mundial de Libres Rebeldes ni como "comandante" ni como miembro
que no se titulara como comandante. Ya no más "miembros" y ya no
más "comandantes" en esta operación, inclusive dando por
finalizado que esto deba seguir siendo una "operación".
Dic. 2003, e-mail personal a una compañera freerebel:
(esto) pasará, ahora, a ser algo a lo cual nadie pueda ni siquiera
pertenecer como "miembro": será más bien una filosofía
no a la cual pertenecer, sino que le pertenezca a quien la haga suya. Así
se le acaban las distorsiones, infiltraciones, etc. Ser "libre rebelde"
ya no será status de participante de una "organización" con
"comandantes", sino una condición ideológica. La etapa de
los comandantes quedó cumplida, y ahora pasamos a otra.
Volviendo un poco atrás...
Viernes 28 de Noviembre de 2003:
Las condiciones requeridas para la efectividad de
las actividades de los miembros de toda agrupación, requieren un
plan que los participantes puedan seguir dentro de unos niveles indispensables
de organización. El hecho de que nada de eso existiera durante los
más de seis años de existencia de la Red Mundial de Libres
Rebeldes, se ha debido a que hemos priorizado al movimiento por sobre la
organización.
Un movimiento no necesariamente requiere de un plan,
de coordinación organizada de acciones, de liderazgos o de pertenencia
explícita y actividad responsable y comprometida por parte de los
adherentes o integrantes. Un movimiento puede simplemente ser una ideología
en expansión, que produce cambios de conciencia, que de pronto está
expresado en un artículo escrito y publicado por alguien, o que
intervincula gente que se reúne en un lugar físico, o que
se interconecta por medios electrónicos. También puede estar
representado por un solitario que, aislado de cualquier afín a él,
lleva adelante su participación en aquello de lo que forma parte,
componiendo un poema, monologando en una radio donde lo invitaron, o mandando
cartas al correo de lectores del diario, para expresar su punto de vista
sobre cierto tema o problema.
Más o menos así fue como hemos venido
funcionando: como un movimiento cuyos alcances son imposibles de precisar,
pues de pronto uno se encuentra con que hay adhesiones o reproducción
de pensamientos e información de nosotros que diversas personas
han publicado en Internet sin haber hecho ningún contacto con alguno
de los que estamos en esto. A veces nos enteramos, fortuitamente, de gente
que se ha enterado de nosotros está difundiendo lo que decimos,
sin informárnoslo; a veces, hay quienes nos lo informan. Y así
nos vamos dando cuenta de qué tan lejos y a qué tantos estamos
movilizando con este movimiento.
Puede que, con el paso de los años, las ideas
viajen tan rápido y en tantas direcciones, que el poder del movimiento
sobrepase la capacidad operativa que podamos desplegar con un grupo organizado.
De pronto, miles y miles se empiezan a multiplicar por el mundo sin necesidad
de coordinarse para desarrollar acciones, y las ejecutan voluntaria y autónomamente,
y nosotros quizá seamos apenas unas decenas que, coordinados, organizados
y sabiendo cómo hacer las cosas, puede que no igualemos los logros
de algún participante del movimiento a quien no conozcamos, y que
con poder de convocatoria, económico, político, o del que
fuese, de pronto, frente a una cámara de TV, hable sin ningún
tipo de censura, para millones de personas, y publique un libro difundiendo
fácilmente todo lo que tanto nos está costando.
Ésa fue la orientación y la intención
que tuvo la idea original de la RMLR, evitando cosas tales como instrucciones,
fechas, horarios y lugares de reuniones, tareas asignadas a unos o a otros,
funciones, roles, y todo lo que cualquier organización necesita.
un año después...
Enviado: 27/11/2004 17:49
Si saber todo lo que sabemos sobre la dualidad y el dolor NO nos ha estado sirviendo para evitar conflictos ni siquiera con la gente que más amamos y a la que hacemos sufrir, entonces ser "libres rebeldes" es pura teoría, y somos en realidad ESCLAVOS QUE NO NOS HEMOS REBELADO lo suficiente para controlar nuestras emociones y evitar que el dolor invada nuestras vidas y que lo proyectemos sobre las de otros. Entonces, ¿cuál ha sido nuestro logro real con todo el conocimiento que tenemos? ¿Dónde está la rebelión, dónde está la libertad?
Yo creía que todo mi trabajo de Internet con el Informe Clomro 3 sobre la manipulación mundial según diversas fuentes, y la Red Mundial de Libres Rebeldes, iba a servir para que mucha gente tomara conciencia de su esclavitud y se rebelara. Ni siquiera yo mismo lo hice. ¿Alguno de ustedes ya lo hizo?
Deberíamos armar el groups.msn.com/esclavoscomunesycorrientes para describirnos tal cual somos en realidad, porque en nuestra descripción de "libres rebeldes" no hay coherencia entre el ideal y lo que a diario demostramos.
Van a decir que el comandante debe estar medio desalentado, o cosas por el estilo. Yo creo que el comandante se ha dado cuenta de la irrelevancia de una rebelión colectiva que no está hecha de rebeliones individuales exitosas. La mía aun NO HA EMPEZADO, aunque hasta hace poco hubiera creído que ya la estaba desarrollando. Cuando consiga doblar una cuchara con el pensamiento les aviso; será entonces cuando habré empezado a romper los esquemas de la matriz que nos define la ilusión de que una cuchara no se dobla, que una pared no se atraviesa y que un cuerpo no se teletransporta. Mientras no seamos ILUSIONISTAS creadores de ilusiones individuales (y viene al caso el libro "Ilusiones" de Richard Bach) y hagamos todo eso, seguiremos siendo ILUSIONADOS esclavos de la ilusión colectiva. Incapaces de doblar una cuchara con la mente, menos capaces vamos a ser de cambiar de actitud en la cuestión del dolor, las manipulaciones emocionales, y todo eso que nos encadena al programa.
Si algún "freerebel" está leyendo esto,
quisiera comentarios; creo que es lo único de realmente bueno que
he escrito en lo que va de la supuesta "rebelión".
Enviado: 28/11/2004 18:26
Doblar cucharas o levitar no serviría para nada si no fuera como apenas una parte de un cambio integral de la actitud mental, de la persona que deja de estar sujeta a las supuestas leyes de la física de los objetos rígidos y de la gravedad, para liberarse y demostrar que una cuchara no es rígida y que sus pies se despegan del suelo pese a Newton, si es eso lo que la mente ILUSIONA y construye. Y ESO ES ILUMINACIÓN; no tener todos los libros y archivos de la verdadera historia del mundo y de los dioses creadores de la gran mentira, y tampoco ser divulgadores de primera. Iluminación tampoco es idear la RMLR ni la OHU: con ser rebeldes y construir comunidades en territorios mundializados para la unificación humana TODAVÍA ASÍ NO LOGRAREMOS HUMANOS ILUMINADOS. Recuerden que la OHU propone reunir gente de TODAS LAS RELIGIONES (gente oscura, por lo tanto). La OHU no es ni siquiera un paso hacia la iluminación: es apenas un paso hacia la unificación de seres oscuros comunes y corrientes. Por eso no es un proyecto de élites esclarecidas o iluminables. Podremos estar hasta el 2013 reuniendo en comunidades a gente en todo el mundo, y podemos pacificar al mundo y hacer que la gente viva feliz y en paz. Y ASÍ Y TODO NO HABREMOS HECHO NADA POR LA ILUMINACIÓN DE LAS CONCIENCIAS: porque apenas habremos estado desarrollando aspectos normativos jurídicos, económicos, ecológicos, sanitarios, alimentarios, arquitectónicos, sociológicos, psicológicos, étnicos, plurirreligiosos… y NI DOBLAR UNA CUCHARA.
La OHU como frente de rebelión contra el sistema, para construir una sociedad alternativa, apenas crearía condiciones favorables para que las mentes dispongan de espacio y tiempo que el que quiera los use en disciplinarse para doblar cucharas o curar paralíticos, en vez de viajar tres horas diarias de casa a la oficina y de la oficina a casa para volver arruinado y sin ganas de pensar. OHU, un ideal bonito para los humanos comunes y corrientes, pero no para DIOSES. Si nos dedicáramos a hacernos dioses en vez de activistas para las comunidades de la OHU, cortaríamos camino hacia los verdaderos cambios mundiales, los trascendentes y no apenas de estructura que son los únicos que la OHU puede propiciar.
Yo, el mismísimo autor de la red Mundial de Libres Rebeldes y de la Organización de la Humanidad Unida, DECLARO: la iluminación no tiene nada que ver con bajarse todos los archivos de David Icke ni con diseñar comunidades en territorios a desnacionalizar. La iluminación no tiene nada que ver con todo lo que he propuesto en la RMLR y la OHU; en ninguna parte de todos mis archivos alguno de ustedes encontrará que mi propósito es que lo mío sirva para iluminarse a través de una conciencia capaz de manejar la realidad dándole la forma que se nos antoje como lo hacía Jesús ya de niño con barro haciendo pajaritos a los que daba vida y ponía a volar. Mis propuestas eran para manejarnos dentro de los parámetros FIJOS de esta realidad, como humanos con nuestras limitaciones y no como DIOSES.
Señores: la causa de los libres rebeldes fue el juego mental de un individuo que se negaba a ser dios porque se justificaba en sus limitaciones de humano que había venido a vivir como tal en la materia y a sufrirla, con todo lo que a nivel corporal y emocional implicara ese sufrimiento. Los libres rebeldes debían ser como él: humanos negándose a ser dioses. La OHU debía ser para cuestiones humanas, no de dioses. Y todo el montaje de todas mis ideas debía atraer gente que se negara a asumir su divinidad en acciones concretas sobre la materia. Por eso llegó gente que declaró que se la pasa más en el astral que en esta realidad. Por eso llegó Xentor con su conspiranoia y su trabajo tipo Fox Mulder, hasta que se cansó y subió de nivel de conciencia dejándoles a los del foro el jueguito de “que yo soy de las Pléyades, que vos sos de Sirio”… Y yo les dejaría a ustedes de buena gana el jueguito de los libres rebeldes que les daba el caldo propicio para que en él pudieran realizarse todas las fantasías de rebelión contra los cucos del sistema humano o intergaláctico, sin necesidad de que para ello hubiera que doblar una mísera cuchara. Por eso mi mensaje de ayer ustedes lo resisten y le buscan la vuelta para que no haya de producirse algún cambio radical en esta red rebelde, porque eso significaría que todo lo que ustedes han venido haciendo ha sido INÚTIL para evolucionar mentalmente, y se sentirían vacíos al descubrirlo. ¿Saben una cosa?, es así como me estoy sintiendo; podría describírselos como el estado emocional de una persona que ha perdido un ser querido que era todo en su vida. Como si algo se me hubiera ido y no encontrara ni siquiera una cuchara que doblar, porque aunque sé hacia dónde voy, sólo observo el vacío de lo que ya no me sirve y el de lo que dista hacia lo que todavía no alcanzo. Entonces trato de imaginar qué es lo que están defendiendo con estas reacciones a mi mensaje (...), y lo comprendo: defienden al ser querido que es todo para ustedes. Y ese ser querido, metafóricamente hablando, son nuestras creaciones mentales que hemos personificado en una identidad que NO SOMOS NOSOTROS MISMOS.
En la rebelión y la nueva Causa de la que
estoy dispuesto a formar parte, sí que vamos a tener que doblar
cucharas si queremos ser ejemplos vivientes de que la materia no es un
límite para nuestras mentes, porque de seguir siéndolo, seguiremos
en la esclavitud, en la ilusión de los otros y no en nuestro propio
ilusionismo creador. Y el que quiera participar de esa rebelión,
bienvenido sea, y ahí les dejo la Red Mundial de Libres Rebeldes
para que sigan jugando a creer que son libres y que son rebeldes. Es el
monstruo de Frankenstein que les inventé, aunque por ser el autor
tengo también el poder y autoridad de DESINTEGRAR, DISOLVER, o tal
vez reciclarla en lo que siempre debía haber sido, pero en tal caso
yo no podría ser todavía uno de sus miembros (al menos no
hasta que doble una cuchara). Mi mamá tal vez sí (aunque
es católica); ella dobló una siguiendo las indicaciones de
Tony Camo
Enviado: 01/12/2004 0:13
Ya me cansé de asumirme como víctima
de manipulaciones cósmicas, políticas y de lo que sea: el
Informe Clomro 3 sirve para que los que siempre creyeron que no éramos
víctimas de nada, sino pecadores condenados por Dios, supieran que
sí habíamos sido víctimas de manejos nada divinos;
pero el informe NO SIRVE para que el individuo pase rápidamente
de la sensación de víctima a la de CÓMPLICE: todo
lo que los dioses creadores hayan hecho de nosotros, ha sido porque LOS
DEJAMOS HACÉRNOSLO. Y he ahí el por qué de que la
rebelión de los freerebels no ha estado completa: porque le estaba
faltando una salida en el sentido de que la verdadera libertad empieza
por dejar de estar sujeto a las reglas del mundo al cual nos ajustaron
haciéndonos creer que una cuchara no se dobla o que un cáncer
no se cura con sólo eliminarlo de la mente que lo sustenta en el
físico.
21 de julio de 2005:
Cuando se es el autor de una consigna, una operación,
un movimiento, una organización, y de pronto las cosas pueden escapar
a todo control y ser infiltradas, saboteadas, adulteradas, desprestigiadas,
uno no duda en disolver lo que creó, para evitar males mayores.
Eso sucedió en diciembre de 2003. Desde entonces, hubo quienes tomando
la idea original, pretendieron reedificarla bajo la bandera de los "freerebels",
sin darse cuenta de estar metiéndose en un problema que yo quise
evitarnos. Hoy en día, quien no haya entendido por qué preferí
que la RMLR dejara de existir como movimiento organizado, con miembros
autoproclamados, y desee darse a conocer como "freerebel" y convocar a
afines, puede que logre, queriéndolo o no, una organización
de gente cumpliendo actividades muy nobles y efectivas. No faltarán
en medio, inútiles, estorbos y hasta posibles infiltrados saboteadores.
Y vuelta a empezar con el mismo problema.
La solución que propongo, es preguntarse
esto: ¿son o no son "freerebels" personas como Freixedo, David Icke
y Dan Winter? Si lo son, ¿somos nosotros quienes debiéramos
hacérselos saber y colocarlos en nuestra lista de libres rebeldes,
o deberían ser ellos mismos quienes decidieran ser considerados
y dados a conocer como integrantes de esto nuestro? ¿Y si decidieran
que no? ¿Y qué pasaría si ellos, o cada uno de nosotros,
nos preguntáramos qué tan libres y qué tan rebeldes
somos en realidad, al margen del conocimiento cósmico, histórico
y cuántico que tengamos? ¿Somos quiénes para determinar
qué tan libre o qué tan rebelde se siente Freixedo? Y nosotros,
¿somos libres del consumismo, de las adicciones, de los miedos,
de las iras, de los egos? ¿Somos rebeldes a lo que nos encadena
a todo eso, o seguimos sin rebelarnos, o apenas algo, o mucho, pero no
lo suficiente? ¿Y porque sepamos lo que pasó en este mundo
y en las galaxias, y tengamos manuales de liberación emocional y
desarrollo espiritual, ya pasamos a categoría o élite de
"libres" y "rebeldes"?
Nos falta mucha magia todavía, demostrada en rebelión;
"rebelión de los brujos", decían Pauwells y Bergier. Y aquí
yo, apareciendo en 1997 a oficiar de brujo con fórmulas mágicas
de liberación rebelde. Quizá algunos de mis "aprendices de
brujo" fueron "más papistas que el papa" (más clomristas
que Clomro) y se tomaron lo de los freerebels más en serio que yo
en estos momentos. Y ahora puede que no los convenza de que aquello que
creé y creí, no era más que una ilusión que
ellos se empeñan en mantener como realidad.
¿Me corresponde sacarles el juguete que puse
en sus manos y que los entretiene? ¿O seguiré viendo cómo
se empeñarán en insistir en que esto de tener ciertas convicciones,
conocimientos y orientaciones, y el rótulo "freerebels", ya hace
del activista un "libre" y "rebelde"? "En proceso de liberación
y en proceso de rebelión", ya sería otra cosa; una red mundial
de gente ni libre, ni rebelde, que busca (a veces sí, A VECES NO)
liberarse y rebelarse. Gente esclava de emociones, de genéticas
condicionantes, de impedimentos en el sistema en que nos movemos; gente
poco libre y poco rebelde como para sostener dignamente lo que se dice
que se es: un "freerebel". ¿Lo soy? ¿No lo es un católico
que no sabe nada de lo que sé de conspiraciones y de conocimiento
liberador? Monjes católicos de hace siglos levitaban durante sus
oraciones, y Teresa de Calcuta hizo lo que ya sabemos; yo ni levito ni
ayudo a los pobres y enfermos como ella hizo, ¿y quién ha
sido más libre de la atracción gravitatoria o de moverse
por el mundo ayudando a los necesitados, y, con ello, más rebelde
a las fuerzas que nos mantienen con los pies en el suelo y sin movernos
en servicio a los demás?
Si hoy tuviera que ponerle un nombre a esa red invisible
de gente buscando rebelión y liberación, debería rectificar
el nombre que le puse en 1997, cuando creyendo que por tener conciencia
de ciertas cosas y pensar distinto, ya con eso éramos libres y rebeldes.
Puestos a prueba en situaciones humanas comunes y corrientes, hasta entre
nosotros mismos tuvimos problemas que demostraron nuestras ataduras emocionales
e insuficiencia rebelde para liberarse de ellas.
¿Qué nombre le pondría hoy
a este fenómeno de los esclarecidos y esclarecedores en cuestiones
de divulgación de conspiraciones cósmicas, fórmulas
psico-espirituales de liberación y trascendencia, y todo eso, que
formamos redes invisibles a nivel energía, o visibles en el ciberespacio
o en reuniones personales? Creo que si le pusiera un nombre a esto, estaría
cometiendo el mismo error de 1997.
Por eso he preferido, en los últimos tiempos,
hablar de un "Algo" indefinible, al cual pertenecemos los que en todos
estos temas en que estamos, pensamos parecido, e incluso diferente, pero
que entre todos formamamos algo mucho mayor que esto de los "freerebels"
autodenominados como tales. Un algo que reúne a unos cuántos
que nos hemos conocido en Internet, entre los cuales varios se han declarado
no-freerebels, para que lo suyo no se confunda con lo nuestro. Y, sin embargo,
"ellos" y "nosotros" (los autodenominados freerebels) integramos ese "Algo"
que, mejor, no vayamos a cometer el error de llamarlo de algún modo.
Quedará publicado por muchas partes en Internet,
el nombre freerebels, y todo lo anterior de la RMLR. Ya no puedo deshacer
eso, pues incluso es histórico y de algo sirvió su existencia
y el poder de convocatoria que ejerció, vinculando entre sí
a personas en intercambios enriquecedores. Y a partir de eso que quedará
publicado, muchos podrán pensar que todo quedó así
y que eso es lo que vale, sin imaginar esto otro aquí dicho. Sin
embargo, tarde o temprano, esto otro se irá divulgando y terminará
por imponerse a todo lo engañoso que aquello ha dejado sembrado.
Será el final de los freerebels como supuesta realidad, que quedará
reducida a la utopía e ilusión y a la historia de algo que
tenía un título que significaba una cosa, y activistas que
con nuestros actos no éramos dignos de autoproclamarnos como esa
cosa. Habremos de ser comprendidos y perdonados, no juzgados severamente,
por quienes vean lo que quisimos hacer y cómo lo hacíamos.
Así que podemos tener la tranquilidad de haber sido "libres", al
menos, de equivocarnos, y de aprender del error.
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