El jardín de los arcángeles
Carteles
Manuscritos de Cintio Lujama
a María
Mas un día el murmullo cederá
al arcángel que todo inmoviliza
Alí Chumacero
Ahora avergonzados
de nuestros sentimientos
adónde iremos
El jardín de los arcángeles
I
Los celos de la azalea
abren la jaula de la plaza
y emigran los arcángeles
El sol deshebra la frescura del jardín
Un pájaro suicida orna de augurios la bugambilia
El deseo gana su porción de poema
en el despilfarro de la tarde
Al parque
una banca le colma de alegría
Anunciación
II
Arropado por el índigo y con oro enarenado
breve ángel posa su cuerpo sobre el esquife
Pienso
"Es un pelícano celeste"
Extiende sus alas y al moverlas enturbia el paisaje
"Es un alción del paraíso"
Un aroma a edén oscurece mis sentidos
"Una sirena vestal caída del cielo"
Su voz anuncia en cantos de estío
"Las estaciones del amor causan la travesía"
Y ovilla su presencia al evangelio de una nube
Anunciación
III
Hija de la virgen sirena
y de la gracia de un arcángel
el personaje femenino
sin poseer cola de pez
ni ayuda de alas
abierta de luces sobre mí
baja de las alturas
y con voz de vértigo
anuncia mi retorno al Paraíso
Arranca con su boca de fuego
hasta la última línea de este poema
Pretendía que el mundo acabaría,
no por medio de un bello libro, sino
por medio de un bello anuncio del
infierno o del cielo.
André Bretón
Compite, pues, poeta con los
rótulos de los perfumistas.
Guillaume Apollinaire
Brota la fuente alumbramiento
En el domingo del cuerpo
la luz es la anunciación de la lluvia
Al final la humedad destila un resplandor
Inclusive del fango paleamos destellos
La cascada eclosiona en lucernas
La ola es un haz de luz no logrado
La lluvia es una estrella extinguida
Las mareas son las alhajas de la luna
¡Flash! La luz cae en tus ojos
El río amanece cuando lo nombro
Gotas de luz pacen en el beso
Los sueños húmedos son creaciones de una hoguera
Al ojo del agua florece la luz
La acuarela enciende el paisaje
Los diferentes estados del agua
dicen del apellido de la luz
El sol se ahoga en un vaso de nube
La laguna cría relámpagos
El cometa es una gota de agua muy prendida
La luz es playa en la vista
Las cataratas y la nube son enfermedades de la luz
El diluvio sueña en arcoiris
Los cocuyos nacen del rocío
Si en el ojo no hubiera humedad
quién se abriría a la luz
No hay más luz que la del agua
La fuente viste de luces la plaza
La luz goza su hidrofilia
Los luceros estanque trinan
El estero mesa sus soles y sus olas
Cuánta luna lleva el río en su cauce
La luna rebana en lascas el mar
El agua y la luz
adolescentes
La sombra es la humedad de la luz
El linde entre el agua y la luz
está marcado por la palabra
Breves abismos
I
El poema es el único lugar abierto a la hora de la escritura
La creación nunca es redonda termina en un abismo
El verso apaga el eco del reflejo de un silencio
El poema es la heráldica del fallecimiento
La vida es el anagrama del nombre de Dios
¿Qué es la creación?
La doma del estruendo hasta volverse silencio
La poesía desnuda de semánticas crea ambientes
El poema es el anfitrión del perezoso
La palabra rompe con la armonía de la mirada
Escribo luego soy un farsante
La tarea encomendada:
buscar en el nombre el silencio original
El poema alienta las fragancias del deseo
El caos precede a la creación
El poema le arranca las plumas a los demonios
El arte desemboca en el silencio
Escribir viola el silencio
es el primer acto violento ante la violencia del mundo
El poema
garañón
su emblema
La palabra cumbia en la poesía
La tensión en el poema está escrita
por la lejanía de las palabras
Al poema hasta las cenizas le responden
¿Qué se necesita?
No un poema
Una palabra vasta para vivir
El poema inventa su propia aereolínea
La distancia nace en el sinónimo del verso
El poema es una ausencia que produce
El lenguaje camina con muletas
el poema ensaya un vuelo
Un poema es un deseo no encarnado
Escribir deja constancia del otro reino
Quien cambia de idioma para escribir
escucha de otra manera
Empeñar la palabra
para ganar unos cuantos versos
El poema describe un acto soberbio
el fracaso frente a los instantes
Quien escribe un poema asume
la irresponsabilidad de Faetón y Luzbel
(ambos consumidos por el fuego)
el orgullo de querer saberse otro
El silencio es la última palabra del poeta
Quien da su palabra guarda silencio
Estas palabras están en el espejo
nunca son lo que reflejan
se reflejan otras
Estas palabras promulgan otras
que son ellas mismas
II
El papán riza las bondades de la luna
El caracol arroyo de palabras para escuchar el mar
El manila tumbao de sol bambolea su infancia
Sirena morena mina de luna serena
La noche es la pijama del sol
El domingo pone zancadillas al día hábil
con una carcajada de semana mayor
La jacaranda desvanece el marín de la virgen
Al filo de la duermevela
la realidad después de afeitarse
escarmena la imaginación
Las alas del albatros rayan en lo acuático
III
La playa luce el silencio de las orillas
El amanecer es un relámpago abierto al insomnio
El silencio es un caracol en ninguna parte
El trueno da el tono del agua
Una parvada de ángeles anuncia el olvido
El cielo se evapora en reflejos
Legañas: restos del naufragio de un sueño
La paciencia es amiga inefable de la mortaja
El silencio y el olvido
viven en el mismo patio de vecindad
Espumas cenizas llagan la playa
convirtiéndola en cementerio de sirenas
El silencio entierra sus frutos en un beso
Entre una orilla y la otra
siempre se puede escoger
¡Qué hacer cuando es La orilla?
Ascesis
Quien contempla al verbo no escribe
"Ha sido buen presagio ver cómo los mamíferos venían a
Coro
El agua nace sabia en la fiesta de las fuentes
I Los hombres de esta tierra han construido una ciudad
II ¿Qué es un necrosonte?
III
Toma la espada
Cintio Lujama incursiona en el paraíso IV
"¿Qué estás viendo Cintio Lujama ante el umbral
La infancia es un pueblo de pescadores El azul apóstol de cielo se achanta en la luz diseminada
Mis labios pronuncian libres sombras de grana Al mar no le guía un camino para llegar a las playas
Final En la memoria del delta
La edición virtual ha sido visitada
Dijo uno de mis compañeros de viaje que considera mis
He venido hasta aquí en la víspera de afrontar las más
La doma del necrosonte
La instrucción del manejo de la espada a quien desee
La encarnación en un cuerpo donde no exista linde entre
"¿Quién es éste que se anuncia como emprendedor de
"¿A qué nombre responde este semejante que lleva
"¿Qué oficio ostenta con el arpón de la niñez clavado en su
"¿Por quién desea pasar el seductor de la transparencia de
"Realizar anhelos no lo encontrarás aquí no busques entre
vuelos osados ante la bugambilia soledad de barcas
Yo soy de quien se dijo "Que se quede hasta la Parusía"
de sus hombres
Respondo por Cintio Lujama albañil y traductor en Babel
Tejedor de enebros silencios con rueca de luna traficante
Al cultivar Cyperus papyrus conozco la faena de ungir
Mis creencias no me impiden disfrutar los cantos rúnicos
Nunca he tenido otras opciones pastorear místicas malvas
Para llegar a estas tierras he debido olvidar los nombres
Durante el rojo de mi infancia vi languidecer el amarillo y
Anduve suelto en esa hora de giros y faros para escribir
Homenaje al escriba a sus grafitos dictados por un dios
Mi temple está dado por la ingenuidad de estrellas
el semblante de mis emociones y la máscara a utilizar ante
El auriga fustiga con riendas venas las imágenes corceles de
Ánfora colmada por ineludibles peticiones pero
cuando sucede la desnudez de un lied
El olvido ejerce supremacía en el ayuntamiento
de los recuerdos
Nadie posee memoria de esos
precipicios ahora derruidos
Hoy en la noche de San Juan brota el líquido
de gestas olvidadas
cuya luz produce vértigo y sus hálitos trocados los
Aralia es el nombre de ese lucero pródigo en silencios y
hasta el día en que surja quien responda preguntas tales
¿qué color lleva el vuelo del lenguaje hecho de barro y
¿Dónde están los demonios Rojo Negro Amarillo cuando
¿Por qué las larvas y el moho sobre los cuerpos del
¿Cuántas veces más este despojo de la belleza enferma
Ha de llegar un día una mañana en que la voluta
Así como ellos hombres y mujeres de este pueblo de
pero la causa de mi empresa no tiene relación alguna
su único fin es su realización una razón poco plausible
y sin embargo ¡ay de mí si no llevara a cabo lo que han
Porque las cosas de la naturaleza regida por leyes sabias
y así como el recolector toma los frutos de la tristeza de
así he de hacer yo mismo para recobrar el equilibrio
Nada de esto es motivo de gloria es un deber que me
Ahora mismo veo retozar a los dioses salvajes por los
El recuerdo de las largas rampas en espiral de aquella
vaga con facilidad por efecto del vino mientras disfruto
Cuando comienza la cesura se le puede ver pasar desde
En esa llanura donde el espacio y el tiempo
Ahí en esos sitios de polvo almagre habita este ser ajado
El necrosonte avanza tras su presa
Con el hedor de la monta el cebo en el miembro listo
Para su doma se necesita la siesta de un fauno
Saber diferenciar el brillo lunar del lomo indómito
La sevicia de la legión de Baal y su sortija
Ya come de mi mano la bestia domada a destajo
Aprieta el escombro de la torre babelónica
Encierra en una brisa el aliento del ciclón nacido de una
Empuña con fuerza el chisporroteo de un sueño avivado
Haz un giro
Mece en un instante el fuego intranquilo de mariposas
Procura un trueque con el guijarro y el vaho de un
Así
La imaginación de frente el costado en una playa repleta
Cierra los ojos permite a la llaga de los sentidos abismar
Vociferar en los diferentes tonos de la sangre hasta
mientras una lasca de luz revolotea atrapada en un
Ahora bruñe con el filo de la espada una estampida de
y mira cómo vienen a morir en este mar cerrado donde
Observa por medio de la palabra este mundo abierto
adiestradas durante el sigiloso paso de nocturnos
Cántaro de versos lámpara pletórica de la sal del hierro
Aquí está este seglar del verbo a quien la madrugada
Presto antes que nadie a las nuevas fiestas de la mirada
Una glorieta de relámpagos sin descanso
Éste es el lugar donde cruje y se agrieta el vértigo
Aquí se construye el mascarón del verso
La palabra madura en el almendro de vapor
Ése es mi sitio en el mundo y no es el mundo
Los dones amainan sus estrellas
Perito en lindes por mi boca la oración tiende lánguida
Una laguna de bruma férrea
El paraíso no es un jardín es un balneario con campanas
Hay una grieta de solsticios entre las bruscas mojigangas
Aquí le volaron la tapa de los sesos al paisaje
Los principios nacen de esta arena y descienden
Semejante al origen es esta voz por la cual hablan mis
única proeza de la fuente original donde se alojan
Prodigiosa es esta alianza
En el intento de ser mueren olas en esta orilla
Las márgenes están cubiertas de nubes
Veo un médano insolente afinar aquella isla afilada por
Un rayo pasa sigiloso más altivo entre la vegetación
El barro duerme a la intemperie sin figura
Una colmena de bríos dormida en fulgores
Debemos discurrir esta senda para llegar a la galería
Alcanzar aquella ribera a bordo de esta panga de
El verbo y el náufrago
Veo aquel muladar desbordado y devuelvo la pregunta
las astas luminosas del sepelio
el frágil romance del acero en la boca de los jarros
el estertor solitario de los nomeolvides
zampados como lajas de auroras
Toda una alharaca se enturbia en este baño de azaleas
por la luz de los cocuyos detenidos en la suave
tautología de sus emblemas fosforescentes
invitación a elevar la elegancia de los finales
(la consecuencia se viste de gala para asistir
a los cortejos fúnebres)
La oración esparce su aroma para cazar madréporas
y su silueta gira envuelta de azules extraviados
Nadie sabe dónde beber el más índigo corintio
el menos áspero de los murmullos
el candente piélago desafortunado
cuando zurcir islas era el más entrañable de los deseos
Las palabras dan vuelta en espiral
la roca se dobla un sinnúmero de veces
hasta volverse líquido pétreo
Yo quiero nombrarte rosa y digo luz y no digo nada
en este cáliz
mi cuerpo y mi sangre
se terminó de imprimir el día 10 de julio de 1996,
en los talleres de Ediciones Ducere, México, D.F.
La edición consta de 1000 ejemplares más sobrantes para reposición. desde el 25 de noviembre de 1998.
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