HISTORIA DE LA BASILICA DE LUJAN
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El Santuario de Luján es de estilo gótico ojival del siglo XIII.Está construído en piedra labrada y cuenta cn dos torres de más de 100 m. de altura. Sus dimensiones son: anchura en el crucero, 68,50 m.; longitud, 104 metros; anchura de frente, 42 m.; altura en las dos torres mayores, 106 m. El 8 de diciembre de 1930, el Papa Pío XII, le otorgó oficialmente el título de Basílica. |
La Basílica está
construida sobre unos terrenos donados por la señora de Mattos
antes de su fallecimiento, siendo la primera capilla inaugurada
en 1685. Un año después, llegó hasta el oratorio un párroco
llamado Don Pedro Montalvo que, sumamente enfermo de tisis,
deseaba rogar allí a la Virgen por su curación. Poco antes de
llegar su estado se agravó. Llevado ante la imagen el Negro
Manuel lo consoló diciéndole que la Virgen quería que él
fuera su capellán, cosa que el religioso prometió si la Virgen
le devolvía la salud. Como así sucedió Don Pedro fue capellán
durante el resto de sus días.
Como la cantidad de fieles iba aumentando día a día, el 23 de
octubre de 1730 el Obispado de Buenos Aires decidió otorgar al
santuario el caracter de Parroquia.
En 1731 se comenzaron las obras para un nuevo templo, pero debido
a numerosos inconvenientes que concluyeron con el derrumbe de las
partes recién construídas, se demoró mas de 20 años en
reanudar su construcción.
En 1754 se comenzaron nuevamente los trabajos de construcción ,
que se prolongaron durante nueve años con el aporte económico
de Don juan Lezica, agradecido a la Virgen de Luján por la cura
de una enfermedad que había sido declarada incurable por sus
médicos. El Santuario, que fue el más importante de la región,
recibió la imágen de Nuestra Señora, en solemne ceremonia, el
8 de diciembre de 1763.
La concurrencia de fieles al Santuario llegó a hacerse tan
numerosa que en los momentos de peregrinación, Luján parecía
más una ciudad que un pueblo. La atención espiritual de tantos
devotos, requería de un importante número de sacerdotes, por lo
cual las autoridaes eclesiásticas ofrecieron al Santuario a las
Congregaciones de Padres Vicentinos y Padres Bayonenses. Ambas
congregaciones iniciaron su actividad en 1874.
Un misionero Vicentino, el Padre Salvaire, sería quien
impulsaría la construcción de la hermosa basílica que
actualmente conocemos.
Sucedió que el Padre Salvaire, habiendo sido enviado en misión
evangelizadora a los territorios ocupados en ese entonces por los
indios, cayó en manos de un grupo de éstos que se proponían
darle muerte. El Padre, viéndose ante tal amenaza, se encomendó
a Nuestra Señora, prometiéndole, si era salvado, erigir un
nuevo santuario. Instanes más tarde, llegó al lugar el hijo del
cacique, a quien el padra había salvado, y lo puso bajo su
protección.
Pasado el incidente, viajó a Europa donde hizo labrar una corona
para la Virgen que fue bendecida por el entonces Papa León XIII.
De regreso a Buenos Aires, se abocó a la tarea de la
construcción del nuevo templo, tal como lo había prometido,
haciéndose cargo incluso de la confección de parte de los
planos.
En 1890, con el
decidido apoyo del Arzobispo de Buenos Aires, comenzó la obra de
la con tesón y sin descanso. Algunos años más tarde recibió
el nombramiento de Cura Párroco y Capellán. El Padre no llegó
a ver la obra concluída, pues falleció en 1899, pero ésta fue
continuada por su sucesor el Padre Dávani.
Ese esfuerzo fructificó hacia diciembre de 1910 al concluir los
trabajos principales que permiten sea inaugurada y bendecida con
extraordinario regocijo popular. Aún faltaban construir las dos
esbeltas torres que hoy se elevan casi 110 metros sobre el
horizonte pampeano.
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La obra quedó
terminada recién hacia 1930, cuando al celebrarse el tercer
centenario de la milagrosa detención de la carreta, la Virgen de
Luján es jurada como patrona de la Argentina, del Paraguay y del
Uruguay.
Este Santuario, de estilo gótico francés, conocido en todo el
orbe católico, ha sido desde su origen centro de la piedad
argentina.
CELEBRACIONES HISTORICAS
Los Virreyes, en
tiempos de la Colonia y luego los próceres de la Independencia
han rendido veneración a la Virgen del Plata.
Luego de la Revolución de Mayo de 1810, se celebra con un
Solemne Te Deum.
Tras la batalla de Salta (en 1813), el General Belgrano envió
dos banderas tomadas a los realistas para que fuesen depositadas
a los pies de la Virgen, y él, personalmente, en más de una
ocasión, fue a postrarse ante su altar.
En 1816 luego de liberar al pueblo chileno y antes de embarcarse
para iniciar su campaña al Perú, el General Don José de San
Martín, visitó el Santuario de Luján para encomendarse a
Nuestra Señora. En 1823, de regreso de la gesta libertadora
vuelve a visitar el Santuario de Luján y ofrece a María una de
sus espadas.
El Coronel French, que había nombrado a la Virgen de Luján
patrona de su Regimiento Nº 3 de Infantería, le dona dos de las
banderas conquistadas en le sitio de Montevideo.
También Martín Rodriguez, Cornelio Saavedra, J.M. de
Pueyrredón, Rondeau y los caudillos de la emancipación le
tributaron el homenaje de su reconocimiento.
En 1884, los participantes del Congreso de los Católicos
Argentinos fueron conducidos a Luján por José María Estrada.
En 1930, el Papa Pío XI confirma oficialmente el Patronazgo de
Nuestra Señora sobre los pueblos de Argentina, Uruguay y
Paraguay.
En 1944 fue declarada Patrona de las Rutas Nacionales y de los
Ferrocarriles Argentinos.
En 1947 se celebró en Luján el Primer Congreso Mariano Nacional
durante el cual se pudo oír un radiomensaje del Papa, que
recordó su visita al Santuario.
Ese mismo año, durante la Gran Misión de Buenos Aires, la
imagen de Nuestra Señora fue llevada en peregrinación a aquella
ciudad.
1. Templo erigido en 1754, por Juan M. de Lezica, antes de las reformas que dispuso el Párroco Fréret (1875)
2. Frente del Santuario en 1893, previo a la demolición ordenada por el Párroco Salvaire.