La Banda del Mono

Germán Burgos es el alma de un grupo muy unido tanto adentro como uera de la cancha. Aunque hay algo con lo que nunca pudo: la siesta sagrada de Ramón.

Si algún desprevenido se hubiera asomado por la concentraciónde River en el Monumental, entre las dos y las cuatro de la tarde de cualquier día,con mucha razón podría aber confundido el lugar con un monasterio. O con un hospital, aunque sin la soto de la señorita pidiendo silencio. "La siesta de Ramón es sagrada, a esa hora sí que no se jode", cuentan algunos resignados. Tal vez la Riojana -así bautizaron los jugadores la siesta del Pelado- es la única costumbre inalterable en todas las concentraciones que tuvo el plantel desde que Ramón Díaz es el que da las órdenes en Nuñez.

Tal vez por eso, y porque el cansancio no es verso, los jugadores se contagian del virus de la Riojana. Los más atacados son Gallardo, Salas y Celso Ayala. Aunque a éstos se les fue un poco la mano y más de un vez los tuvieronque despertar con almohadonazos. Esto, si antes no cayeron en las garras del despertador Germán Burgos. Una de sus últimasvíctimas ue Solari. A Santiaguito se le ocurrió tirarse a dormir un rato después del almuerzo. Para eso, cerró casi al vacío su habitación hasta que... "Despertate, como vas a dormir si sos un pibe" casi le ordenó el Mono, mientras abría la persiana y ponía al taco un tema de los Stones. El indiecitose levantó furioso y pidió urgente el cambio de habitación. No tuvo suerte: hasta el cuerpo técnico se puso de acuerdo en decirle que no se podía hacer ningún cambio.

Por si no quedó claro, Burgos es el Nº1 tanto adentro como afuera de la cancha. Parapetado en su buen humor, se permite los cargadas más pesadas. Como esa que le jugó a Leonel Gancedo, reconocido integrante de los Atletas de Cristo. El Mono se puso de acuerdo con lo demás integrantes de su mesa y antes de empezar el almuerzo, acompañaron a Burgos a bendecir los alimentos. El Pipa se puso loco, como si hubiese visto a Satanás en persona. Hasta amagócon irse sin comer, pero enseguida se aflojó. Su amistad con Burgos -son íntimos- fue más fuerte.

Algo parecido pasó con Martín Cardetti y Roberto Bonano. Cuando llegó al club, el Chapulín hizo gestiones para compartir la habitación con el Tito, ex compañero suyo en Central y con Marcelo Escudero, a quién también conocía de Rosario. CLaro que cuando le dieron el OK, tuvo que soportar una calurosa bienvenida: sabiendo de su "adicción" a las rutas, le llenaron la cama de manzanas, bananas y naranjas peladas. ¿Como terminó la historia? Con cardetti cambiando las sábanas: las había manchado al reventar las rutas con su cuerpo.

Los rosarinos son tan compinches como "la banda de Argentinos":Sorín, Gancedo y Placente. Salvo estos dos grupos que comparten las piezas, el resto duerme en habitacines dobles.Todos ellos se tienen que bancar al exótico Mono Burgos, que con su grabador a cuestas musicaliza todos los viajes. Los compact-disc heavy y el blues son sus preferidos. Aunque nada supera su amor por los Rolling Stones. Lo que provoca al aborrecimiento del Diablo Monserrat, un amante del cuartetazo.

El Mono es, por lejos, el personaje más pintorescodel grupo. No sólo sobresale por su buen humor y sus bromas a la hora de tomar el mate con los utileros en el vestuario mientras el resto disfruta de té como señoritos ingleses. También porque cada vez que tiene oportunidad de Ferro por la tele (no se olvida de su paso por el equipo de Caballito) provoca un verdadero espectáculo: gesticula, grita y no oculta sus nervios.

En esos momentos de histeria, Francescoli y Rambert, los más tranquilos de la tribu, lo miran sin entender. Es que ellos diicilmente levanten la voz, sobre todo Pascualito, el más introvertido. Aunque Enzo, tal cual lo hace en la cancha, cada vez que mete un bocadillo provoca el aplauso.

La otra parte de la historia de River, un supercampeón.

Arriba