|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
PARA ENTENDER A MARIATEGUI Hace un poco más de 3 años tuvimos ocasión de hablar desde aquí mismo.
En esa ocasión hablamos del problema de la educación y dijimos algunos
cuantos pensamientos que a través del tiempo habíamos adquirido en esa época.
La última vez que hablé desde aquí mismo fue para mí algo bastante lindo. Hoy
día nuevamente tengo la oportunidad de hablar, pero la circunstancia es un
tanto distinta. Vamos a hablar de José Carlos Mariátegui, de la vigencia de
su pensamiento, y esta tarea que se me ha encomendado, no es de suyo fácil al
menos para mí. Creemos de que a Mariátegui hay que
acercarse con respeto en primer lugar. En segundo lugar, hay que acercarse
desde una posición de clase clara y precisa, porque de otra forma no es
posible en modo alguno comprender la riqueza aún vigente de su pensamiento.
Mariátegui hace ya buenos años ha muerto físicamente claro está, pero su
pensamiento sigue profundamente vivo como lo estuvo allá por los años 30,
sigue siendo pujante, sigue estando vigente y sigue siendo una perspectiva en
el Perú en tanto que otros pensamientos de gentes aún vivas ya están
realmente muertos. En más o menos una hora es un poco difícil poder abarcar todo el
pensamiento de Mariátegui, por esto queremos referirnos a determinados
problemas muy concretos y destacar qué es lo que debemos hacer nosotros
frente a la figura de este gran peruano. Queremos tomar en primer lugar la
figura de Mariátegui como intelectual proletario. No vamos a entrar en fechas
ni en mayores ncias que no interesan ahora, vamos a entrar a problemas
centrales que nos plantea la vigencia del pensamiento de José Carlos
Mariátegui. PARA ENTENDER A MARIATEGUI De Mariátegui se ha escrito mucho, después de quererlo enterrar en el
silencio, claro está, a Mariátegui se le ensalza mucho también para quererlo
mistificar, a Mariátegui se lo trata de tergiversar sistemáticamente, a
Mariátegui se lo trata con pedantería insensata de "superar". De
Mariátegui se ha dicho en primer lugar que no era un marxista convicto y confeso,
a un pensador cuyo pensamiento no estaba vertebrado sobre el marxismo
leninismo. Mariátegui, él mismo lo dijo, era un marxista convicto y confeso, sin
temor y con precisión y nitidez. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decirnos que
Mariátegui tenía una posición de clase proletaria, estaba de lado de los
explotados simple, y concreta y redondamente. Mariátegui sentía en carne viva
lo que sentían las masas explotadas de nuestro país y lo que sentía lo
tradujo en su cortísima vida, lamentablemente para nosotros, en acción
concreta y palabra escrita. Pues bien, además Mariátegui tenía una concepción
del mundo, tenía una ideología, su ideología lo dice en muchas partes era el
marxismo leninismo, Mariátegui concebía, Mariátegui conlleva, Mariátegui
partía en el mundo contemporáneo. No es posible comprender las cosas, no es
posible comprender la sociedad, el mundo, si es que no se parte de la
concepción ideológica del proletariado. Mariátegui era un marxista-leninista.
Si nosotros acudimos a sus trabajos, a sus escritos, Mariátegui nos dice que
en el siglo actual él hablaba por los años veintitantos el leninismo es la
nueva forma, la más alta que en esa época había adquirido el marxismo.
Mariátegui entonces encontraba su filiación con Marx y Lenin y por eso se decía
marxista-leninista convicto y confeso. Pues bien, Mariátegui tenía en tercer
lugar un método para trabajar, un método de análisis, el método insustituible
para comprender cualquier cosa. Mariátegui partía del materialismo
dialéctico, los trabajos de él son pruebas fehacientes de eso. La primera
cuestión, decíamos, que debe quedar clara, es la posición proletaria de
Mariátegui la ideología marxista-leninista que lo nutría y el método del
materialismo dialéctico que lo guiaba. Sobre estas tres bases es factible
comprender la figura de José Carlos Mariátegui, quien no quiera entender
esto, no puede comprender a Mariátegui y no lo puede comprender, no por falta
de luces o de inteligencia, no lo puede comprender porque no está del mismo
lado, ni con la misma luz en el cerebro, ni tiene el mismo método. Esto debe
quedar bien claro. Hay que partir de hechos, partir de la posición de clase
de Mariátegui, hay que partir de su ideología marxista-leninista y hay que
partir también, y como consecuencia, claro está, de su método: el
materialismo dialéctico. Quien no enfoca a Mariátegui en estos tres puntos de
vista no lo puede comprender, no puede comprender su pensamiento y lo
tergiversará en algunos casos de muy buena fe o en la mayoría de los
plumíferos a sueldo, de muy mala fe. Mariátegui ha sido un gran marxista-leninista latinoamericano y de
esto nosotros debemos estar orgullosos. No hay en América Latina marxista
leninista que se le compare en modo alguno; realmente José Carlos Mariátegui
es una cumbre en el pensamiento marxista latinoamericano y una gran cumbre
conforme pasa el tiempo. A José Carlos Mariátegui se le aprecia más fuera de nuestras
fronteras, aquí en nuestro país se le quiere menos, se le respeta menos, y
hasta se le conoce menos, lo cual es una vergüenza. Mariátegui entonces es un
gran marxista-leninista de nuestra patria para honra nuestra y de la gente
explotada de nuestro pueblo, no para los otros; para los otros es un puñal
clavado en el corazón que no se lo puede sacar ni se lo podrán sacar tampoco.
Mariátegui no es un simple repetidor, no es un simple conocedor de
cuatro o cinco fórmulas, sino que tiene algo más, algo más profundo, algo más
marxista, toma el marxismo-leninismo y lo introduce y lo funde en nuestra
realidad, lo mete en nuestra patria, lo encarna en nuestro suelo, y al
encarnarlo, introducirlo, al penetrarlo en nuestra patria con el marxismo,
nos alumbra con un pensamiento que aún sigue vigente. La interpretación que
Mariátegui hizo de nuestra patria los famosos "Siete Ensayos de
Interpretación de la Realidad Peruana" siguen siendo un documento
inconmovible. En Mariátegui vemos la garra que tenía, la garra marxista y genial de
poder fundir la realidad universal del marxismo-leninismo con la vigencia
concreta de nuestro profeta revolucionario. Esto muy pocas personas lo tienen
y esto lo tenía Mariátegui en exceso y en grandeza, y eso hay que
reconocerlo, quien no reconoce esto no puede entender el desenvolvimiento de
las ideas marxistas en nuestra patria, y quien no comprende el
desenvolvimiento de las ideas marxistas en el Perú no comprende lo que pasa
en el Perú, y mucho menos, claro está, puede llamarse revolucionario.
Lamentablemente hay revolucionarios por ahí, que conocen el pensamiento de
Mariátegui y más aún le tienen miedo, justo miedo, porque es una buena piedra
de toque para saber quiénes son y quiénes no son. Por eso tienen razón cuando
le temen a Mariátegui. Pues bien, los Siete Ensayos de Mariátegui siguen
siendo algo fundamental en el pensamiento del Perú, Mariátegui nos ha hecho
siete interpretaciones magistrales del punto de vista del marxismo y desde el
único punto correcto y exacto, claro está, de nuestra realidad peruana.
Contra este librito, se han lanzado talentosos y versados eruditos de la
posición contraria a Mariátegui, de la posición reaccionaria de don Víctor
Andrés Belaúnde, pero no han podido. UN LIBRO INMORTAL El librito de Mariátegui sigue vivo, el del señor Víctor Andrés
Belaúnde ya muy pocos lo leen y hay que leerlo por curiosidad histórica. Pues
bien, debemos partir de esto, que nos dice Mariátegui en ese librito, en este
pequeño volumen que es una visión popular en nuestra patria. Mariátegui hace
un análisis de nuestra economía, punto capital, fundamental. Es imposible
comprender una sociedad si no se comprende su estructura económica, si no se
entiende las relaciones sociales de explotación que eso es la economía
social, la economía política. Lo demás son engendros. ¿Qué nos dice del Perú?
Lo tipifica muy concretamente; el Perú es un país semifeudal y semicolonial y
lo prueba y lo demuestra en su esquema del proceso económico de nuestro país.
Mariátegui nos hace un esbozo de las clases en el Perú y de su evolución
histórica, nos habla con otras palabras lo que hoy día el pensamiento
marxista en el Perú siguen desarrollando bajo el pensamiento de Mao. Pues bien, Mariátegui no sólo nos hace el esbozo de las relaciones de
explotación de nuestra patria, no sólo nos hace el esbozo de las clases,
también nos hace aquel esbozo de la evolución de las ideas en el Perú, habla,
por ejemplo, del problema literario, algo que debemos estudiar bastante para
entender cómo ha evolucionado la literatura en el Perú, cómo ha tenido un
carácter netamente clasista. Mariátegui hace una fusión del
marxismo-leninismo con la realidad concreta de nuestra patria y como
consecuencia sale el mejor, el más profundo, y este análisis real de los
análisis de la realidad peruana, y este análisis es el que debe servirnos de
fundamento para proseguir el camino en lo teórico que él inició
magistralmente. Nadie que haya querido refutar los fundamentos de Mariátegui,
lo ha logrado, sólo han hecho esquemas elementales, pero no han podido hacer
el edificio que él construyó tan prontamente y en tan corta edad. Mucho se ha hablado de que los Siete Ensayos son simple obra de
periodista, con tono despectivo; incluso un señor, cuyo nombre ensucia la
boca con sólo nombrarlo, el sujeto Ravines, decía de qué se puede pensar de
Mariátegui, qué tanto hablamos de Mariátegui si Mariátegui había sido un
hombre superficial y periodista. Ese sujeto no ha comprendido nada de
Mariátegui, naturalmente qué va a comprender si él es de aquellos sujetos que
estando con la camiseta se la quitó y se fue al equipo contrario. Ellos no tienen la concepción proletaria ni el método de Mariátegui,
de nada les va a servir la camiseta, porque las cosas con el tiempo y el sol
pierden color y quedan amarillo. El problema por eso no es lo externo, sino estas tres cositas, estas
palabritas, tres cosas básicas de Mariátegui, su posición de clase, su
ideología y su método. Quien se pone de lado del proletariado, del
campesinado y de las clases explotadas en nuestro país está en aptitud de
comprender a Mariátegui, quien no se pone en esta actitud, en esta posición
de clase, quien está un pie con los explotados y otro pie con los
explotadores, quien está prudentemente del lado de los explotados, pero de
corazón con los explotadores no pueden comprenderlo, de ahí tanto renacuajo
que están echando baba, pero esa baba no llega ni al piso que pisó Mariátegui
hace más de 30 años. UN COMBATIENTE DEL PROLETARIADO Quisiéramos pasar a otro punto que no se puede desligar del anterior,
están unidos como están unidos las caras de esta
página o de este papel, dos lados inseparables. Me refiero al problema de
Mariátegui como combatiente proletario, gran figura extraordinario pensador y
también extraordinario organizador, y primer combatiente marxista militante
de nuestra patria. Esto también debemos dejarlo bien claro. Don José Carlos Mariátegui vino a nuestra patria desde Europa, trajo
ideas nuevas y traía una tarea, una misión: trabajar por la formación del
socialismo en el Perú, ésta era su misión y la cumplió, trabajó por eso,
vivió por eso, se desvivió por eso y murió por eso y siempre se mantuvo
imbatible, con la columna vertebral recta sin flexibilidades acomodaticias.
Cuando uno estudia un poco, encuentra un plan de trabajo en Mariátegui una
especie de desarrollo organizativo del proletariado en nuestro país. En
primer lugar, hace un trabajo de preparación de la labor sindical, se nos
muestra como un creador del sindicalismo clasista, ya antes había pugnas
sindicales en el país, pero Mariátegui sienta las bases del sindicalismo
proletario, Mariátegui es el creador de la Confederación General de
Trabajadores del Perú. La CGTP es obra de Mariátegui principalmente fue su
ideólogo, su mentor, fue quien la constituyó orgánicamente y quien creó sus
fundamentos y cartas constitutivas. Pues bien, uno de los primeros organismos que necesita el proletariado
es la estructuración de una central sindical. Mariátegui comprendió
perfectamente, pero no sólo lo comprendió, porque Mariátegui no era una
persona que comprendía y satisfecha se ponía a pensar sobre su lucidez y
entendimiento sino que sintió necesidad de cumplir la tarea que esa
comprensión le exigía. Hace toda una labor preparatoria de la constitución de
la CGTP. Una institución cualquiera que sea tiene dos partes constitutivas,
dos elementos que constituyen cualquier organismo o institución. Primero, una
parte ideológica, esto es, la movilización del pensamiento, la formación de
un programa, la constitución de unos puntos de acuerdo, la valoración de un
estatuto, etc., y una segunda parte, la constitución de los aparatos
orgánicos en sentido estricto. Esto Mariátegui lo entendió profunda y
genialmente, y siguiendo su esquema marxista Mariátegui fue el que creó la
CGTP de nuestra patria. LA CGTP Hay una cosa interesantísima: Mariátegui al hacer los estatutos hizo
un estatuto sindical, clasista, proletario que sigue aún esperando ver su
realización. Esto es irónico, pero más que irónico es muestra de la
desorientación que han impuesto después de él ciertos elementos en medio del
movimiento sindical de nuestro país. Si Uds. ven los estatutos de la CGTP, en
primer lugar van a encontrar una especie de prólogo, de orientación llama
Mariátegui, y plantea cómo el proletariado ve el mundo hoy día, cómo hay una
lucha que no se puede enmascarar, una lucha que no se puede menos que
reconocer, una lucha entre la burguesía y proletariado y plantea a su vez que
hay una ideología de clase que hay que seguir para formar un organismo
sindical, lo plantea claro y con un lenguaje muy preciso. Luego ¿qué hace
Mariátegui? Mariátegui plantea las bases generales de la constitución orgánica de
ese organismo sindical, pero no plantea hasta el exceso que anquilosa y mata,
sino con líneas generales puntos básicos para permitir el desarrollo y la
iniciativa del pueblo. No podemos decir a la gente cuando bajes una grada pon
primero el pie derecho. Hay que dejarles iniciativa, que piensen con su
propia cabeza para que comprendan, para que aprendan y no sean eternos
menores. Pensaba en el pueblo, que no necesitaba todo el tiempo de una
especie de lazarillo porque no es ciego. Esto lo entendía Mariátegui, por eso
es que hizo unas bases generales de organización. También Mariátegui cuando
trata el problema se refiere a una cosa formidable que no se encuentra en
cualquier estatuto. La única diferencia favorable de los estatutos sindicales es que los
actuales están mejor impresos. Mariátegui plantea inmediatamente las formas de lucha y nos habla de
la huelga. ¿Por qué plantea Mariátegui así las cosas? Porque en los
organismos también hay que hablarles de las formas que tienen que luchar,
porque según lo que uno quiera lograr hay una forma para luchar. Esto es importante decirlo, porque si uno ve los periódicos en nuestro
país, La Prensa, por ejemplo, sostiene que la huelga es un mal método,
inadecuado, es sólo un método de agitadores extremistas. La Prensa quiere
domesticar al proletariado en el sentido que no vaya a la huelga, sino a la
parlamentación, al compromiso, ella quiere que el robado se ponga a discutir
sobre las cosas que le ha quitado el ladrón. En toda lucha es fundamental, es
importante ver los medios de lucha, las formas cómo se lucha, y lo
fundamental y básico es la movilización de las masas, y la movilización de
las masas es santa por una razón simple, porque a través de esa movilización
práctica el pueblo va abriendo los ojos y va comprendiendo y va librándose
del atavismo y va engendrando a los que lo tienen que conducir. Por eso es
muy bueno un movimiento de masas, por eso es también destacable este punto
fundamental de los estatutos de la CGTP. Pero no solamente toca eso,
Mariátegui también se ocupa del problema de la propaganda y la agitación, el
pueblo necesita su propia boca para decir su propia palabra, no necesita que
otros la digan por él, el pueblo no sabrá decir un lenguaje florido, no sabrá
un lenguaje fino, podrá tener errores, eso no importa. Lo importante es que
dice lo que siente, lo que ve, lo que necesita y lucha consecuentemente por
lo que quiere hasta el fin por más que tenga derrotas, porque todas las
derrotas que sufre el pueblo son transitorias, todas, absolutamente todas,
Mariátegui se ocupa de eso también y al ver los estatutos nos habla de la
propaganda y agitación. Si nosotros echamos un vistazo en todo este largo
período desde la muerte de Mariátegui, vemos cómo no se ha comprendido todo
este problema, cómo no se ha formado el pensamiento en el Perú, cómo se ha
luchado por crear una prensa proletaria que no la hay en nuestra patria, comprendemos
cómo mientras la reacción puede gritarnos, todos los días, no encontramos una
prensa cotidiana que pueda decirnos la palabra del obrero, no lo encontramos
porque no se ha comprendido realmente el problema como lo planteó Mariátegui.
Así, pues, si nosotros hacemos este pequeño recuento de lo que plantea en los
estatutos de la Confederación General de Trabajadores del Perú entonces se ve
la capacidad extraordinaria que tenía Mariátegui y los medios de solución.
Mariátegui entendía perfectamente este problema, el problema de que el pueblo
es invencible a condición de que se organizará.
Lenin, extraordinario en todo sentido decía: "el pueblo es invencible,
pero el pueblo es invencible cuando está organizado férreamente, unido sobre
los mismos principios". LA ORGANIZACION DEL CAMPESINADO Porque ahí Mariátegui plantea cómo el pueblo tiene primero que
precisar su posición ideológica y política; en segundo lugar cómo tiene que
forjar su estructura orgánica. Pero Mariátegui no sólo se ocupa de la organización de los obreros, no
termina ahí la gigantesca labor de Mariátegui, ve otra cosa: comprende a
nuestro país en sus entrañas y descubre que en nuestra patria hay campesinos,
pero Mariátegui no solamente los ve sino que comprende su papel, comprende su
destino histórico, qué cosa los oprime. Mariátegui dice que en el Perú hay
campesinos que están aplastados por la feudalidad que los oprime. Esa
feudalidad que tiene dos expresiones: latifundio y servidumbre, ese maldito
afán de explotar, de vivir del trabajo ajeno. Mariátegui comprende esto y
dice la causa fundamental, el mal, el origen, la fuente histórica es la
feudalidad que aún soporta nuestra patria. Dice nuestro país es semifeudal y,
ésa es una montaña que está pesando y doblegando al campesinado peruano, el
problema del campesino peruano es el problema de la tierra y el problema de
la tierra es el problema de conquistarla. ¿Cómo se conquista la tierra?
Mariátegui dice que hay que organizar al campesinado y es el primero que
empieza a labrar bajo una concepción correcta, a pugnar desde un punto de
vista proletario, infatigablemente por la organización de los campesinos.
Mariátegui tiene una obra muy poco leída, porque algunos la consideran una
obra no científica sino política. Hay gentes que tienen una ceguera
monumental. Mariátegui empieza a ver al campesinado y plantea formas
orgánicas y hace un análisis en el trabajo "Esquema sobre el problema
indígena", que fue hecho por Mariátegui para presentarse en una reunión
internacional. Pues bien, Mariátegui analiza la situación del campesinado en nuestra
patria, lo que nos interesa es que ahí plantea las formas organizativas del
campesinado. Mariátegui dice hay que formar sindicatos campesinos, hay que
formar ligas campesinas, plantear la movilización organizativa del
campesinado. Mariátegui comprende que sin organización el pueblo es muy
frágil y no puede luchar. No se queda ahí, sin embargo. Nos plantea que hay
necesidad de construir una alianza obrero-campesina, esto es, uno de los
principios fundamentales de todo proceso revolucionario. Esto señala Mariátegui y más allá todavía. Plantea dos cosas
extraordinarias, en lo que se refiere al poder Lenin dice: "el problema
de la revolución, es el problema del poder". Esto es fundamental, todo
apunta a conquistar el poder, o a retenerlo, o a mantenerlo. Algunos creen
que Mariátegui era un humanista o un humanistoide, deformado liberal burgués.
Mariátegui va más allá y dice que hay que hacer otra cosa en el problema
organizativo del campesinado: hay que buscar el armamento del campesinado,
hay que organizar la fuerza armada del campesinado. Que no se me venga a
decir que yo estoy propiciando esto, estoy hablando de Mariátegui, Mariátegui
plantea el armamento del campesinado como una de sus formas organizativas necesarias;
no solamente plantea eso, plantea que hay que formar soviets esto es
correctísimo y aplicable de la A a la Z, total y absolutamente al margen de
nuestros pequeññsimos miedos que podamos tener. Así es como plantea
Mariátegui las cosas. EL PARTIDO Mariátegui resuelve el problema político de nuestra patria, sabe
perfectamente que el proletariado tiene formas orgánicas; sindicatos, alianza
obrera, armamento obrero. Pues bien, Mariátegui sabía que estas tres cosas
que estamos diciendo son nada si es que no existe el cerebro que guió esto.
Mariátegui plantea entonces la formación del partido proletario y crea el
partido del proletariado en nuestro país. Cualquier persona que estudie el
problema de las ideas en el Perú, tiene que reconocer esto. Por ahí Carlos
Tapia anda diciendo que Mariátegui no creó el Partido Comunista del Perú, que
Mariátegui creó el Partido Socialista, porque Mariátegui era un hombre de un
amplio concepto, de un amplio espíritu, Mariátegui no era sectario, no era
estrecho, era muy caballeroso en sus ideas. Esto parece una defensa de
Mariátegui pero es la peor ofensa que se le puede hacer a Mariátegui.
Mariátegui aceptaría todo menos eso, porque es como decirle "tú fuiste
un mal hombre, al final te quebraste cuando tenías 35 años". Hay
defensores a los que hay que decirles mejor no me defiendas, porque me hundes
y así hay que decirles a esos "defensores de Mariátegui", que
hablan que Mariátegui no fue sectario, fue amplio y democrático, tan amplio
que confundía por lo visto explotadores con explotados. Mariátegui creó el
Partido Comunista, que no se llamó así al comienzo: se llamó Partido
Socialista. De ahí salen el ya nombrado señor Ravines diciendo "podemos
probar con documentos y todo", con su voz temblada, que creó el Partido
Socialista y no el comunista; el Partido Comunista lo creé yo, dice el
miserable ése. Pero eso es falso, Mariátegui creó el Partido Socialista, es cierto,
pero afiliado a la III Internacional y sometido a los principios planteados
por Lenin en el año 19. ¿Cómo es esto que Mariátegui crea un Partido
Socialista que no es comunista, pero que está afiliado a la internacional?
¿Eran unos ignorantes que leían este partido no es, pero sin embargo es?
Mariátegui da su carta constitutiva, su acta de nacimiento. Mariátegui estuvo
presente. También Mariátegui hace el programa de ese partido. Hay que
referirse a los documentos que se encuentran en las obras de Martínez La
Torre, ahí está el programa hecho por él mismo, el programa del Partido
Comunista. ¿Cómo es esto? El no lo crea, pero hace el documento; quiere decir
que los de la Internacional no se daban cuenta; él no lo crea, pero lo afilia
a la Internacional; él no lo crea, pero le hace la carta constitutiva.
Simplemente lo que hay es una conspiración para arrebatarnos esa inmensa
figura de Mariátegui. Mariátegui ha dado su vida y seguía firme y cumpliendo lo que él
entendía su deber; participar en la formación del socialismo peruano, y no
solamente participó, él lo engendró y desde ese momento el socialismo en nuestra
patria tiene esa luminosa filiación. Estamos en un proceso de
redescubrimiento de la figura de Mariátegui. SOMOS LOS LEGITIMOS HEREDEROS DE
MARIATEGUI Queremos hablar de la vigencia de Mariátegui. Primero, debemos hablar
de los enemigos de Mariátegui. Ya lo saben Uds. que él murió muy joven, a los
35 años; su obra quedó por hacer y sentó las bases de su obra práctica. Su
obra ha tenido muchas vicisitudes: Felonías abiertas, traiciones
inconfesadas, oportunistas que quieren bajo su sombra cobijarse. También ha
tenido -claro está- personas que consecuentemente han defendido y personas
que hoy quieren volver a su figura, a su fuente. Muerto Mariátegui, algunos
elementos, algunos sujetos, algunos personajillos cuyos nombres no quiero ni
pronunciar, se levantan como abanderados de Mariátegui para renegar
sistemáticamente de su pensamiento y para traicionar con la acción lo que
ellos decían recibir como legados. Esos supuestos herederos de Mariátegui,
¿cómo obran?, ¿cuál es su práctica? Por sus hechos los conoceréis, cómo
actúan hoy y cómo actuarán mañana y el próximo año 1969 con mayor razón. De
palabra grandes loas a Mariátegui, llenan columnas de los periódicos para
rendir homenaje, convocan a romerías multitudinarias y populares, para
levantar la figura de Mariátegui. Tras el nombre de Mariátegui quieren
ocultar sus claudicaciones que ya llevan muchos años en nuestra patria, más
de 30 años, son antiguos y probados en la traición. ¿A Mariátegui se le puede
levantar, reconocer, sin seguir su pensamiento? En modo alguno, cómo pueden
haber seguidores de Mariátegui que, a diferencia del Amauta que sostiene que
el país es semifeudal y semicolonial, sostengan muy sueltos de huesos y muy
desvergonzados ellos, que el Perú es un país dependiente?
¿Cómo es que ellos son seguidores de Mariátegui? Dicen esos personajes, y
está escrito en sus pasquines, en sus documentos que hay por ahí, dicen que
el pensamiento de Mariátegui sigue siendo vigente, sigue siendo real,
concreto que el análisis económico de Mariátegui sigue siendo una realidad en
nuestra patria, pero la sociedad peruana es semifeudal y dependiente.
Entendámonos, ¿Qué es lo que dice Mariátegui? Mariátegui dice el Perú es un
país semifeudal y semicolonial y su categoría de semicolonial irá agravándose
y remachándose más a medida que penetre más el imperialismo. Hagámonos una
simple pregunta: ¿Ha penetrado más o no el imperialismo desde los tiempos de
Mariátegui? La respuesta es: ha penetrado más. Si ha penetrado más el
imperialismo, ¿Se cumple o no lo que decía Mariátegui? El nos decía que a
medida que penetre más, más semicolonia seríamos y que estaríamos en riesgo
de convertirnos en colonia total, esto es, en perder la soberanía en forma
definitiva. Mariátegui planteaba, por ejemplo, un frente obrero y campesino.
¿Y qué predican estas personas que se llaman seguidores? Predican hacer un
frente con los burgueses. ¿Y dónde están los campesinos y los obreros? Esos
no están, excepto algunos que los traen de las orejas, para hacer representar
falsamente a los auténticos obreros y campesinos del Perú. Mariátegui dice
hay que armar a los campesinos, a los obreros, hay que hacer soviets. ¿Y
estos supuestos seguidores, qué dicen? Hay que ir a elecciones, a través de
las elecciones vamos a tomar el poder. ¿Qué seguidores son éstos? Me remito a
los documentos de Mariátegui. ¿Pueden llamarse estos señores seguidores de
Mariátegui? No. Son los ahumadores de Mariátegui, los incendiarios de
Mariátegui. Echan mucho incienso para tiznar al santo, para embadurnarlo y
para que no le vean cómo fue y cómo es todavía. Mucha romería, mucha
palabrería, mucho elevar su figura para prostituir su pensamiento. Mucho
hablar de Mariátegui para negar su versión revolucionaria. ¿Son seguidores de
Mariátegui? No. Son traficantes, enemigos de Mariátegui, quieren reducir la
celebración de Mariátegui simplemente a celebrar su muerte. Muy sintomático.
Celebran la muerte porque celebran que muriera ¿comprenden? Cuando más bien
debemos alegrarnos que naciera; no debemos celebrar el día que murió sino el
día que nació, como las grandes figuras del mundo nadie celebra el día que
Lenin murió todos celebran el día que Lenin vivió. Por sus hechos los
conoceremos más. No debemos aceptar esto, debemos combatir a todos los que se
oponen a Mariátegui, que lo niegan. Pero no solamente Mariátegui tiene este
tipo de enemigos. LOS SUPERADORES DE MARIATEGUI También tiene sus enemigos solapados. Hay gentes que andan diciendo:
¿Qué año escribió Mariátegui? En 1928 Ah! dicen, en 1928, hace cuarenta años;
en 40 años la ciencia histórica ha progresado en el mundo. Los métodos de la
investigación han progresado, los Estudioss sobre la historia peruana han
avanzado tanto sobre arqueología, sobre historia de la república, sobre la
historia del incanato, qué sé yo, han avanzado tanto que "superadores de
Mariátegui". La filiación de estos superadores es la misma filiación de
los superadores de Marx. Estos "superadores de bolsillo" no han
superado su propia estrechez de mira, son unos mentirosos, son falsarios, son
traficantes. Pues bien, ¿Qué hacen esas personitas? Ellos tienen la manía
acumulatoria de datos, esa riqueza intelectual de la burguesía. El dato es un
concepto burgués, creer que cuanto más datos tengo, más interpretador soy,
más comprensión de la situación nacional tengo, es absurdo, es mentira. Ahí
no está el problema, todo el problema no está en la acumulación de datos, no
somos máquinas registradores simplemente; el problema está en la
interpretación, y Mariátegui le puso "Siete Ensayos de Interpretación",
no le puso Siete ensayos de acumulación de datos. Y el problema de la
interpretación es el problema de posición de clase, de ideología proletaria y
de método materialista dialéctico. Lo que pasa es que sus superadores no han
entendido todavía el problema del conocimiento en la burguesía y en el
proletariado. Lo que pasa es que estos superadores quieren hacer una
interpretación marxista del Perú con la concepción burguesa en la cabeza; eso
es lo que les pasa. ¿Qué les sale en consecuencia? un frangollo que ni ellos mismos
los entienden y ahí están esas cosas ambiguas: "el Perú es
semicapitalista, el Perú es semicolonia, el Perú es neocolonia, el Perú es a
la vez semifeudal, pero a la vez es capitalista". ¿Pero qué diablos es
el Perú? El problema es que a esas personas les falta unidad de pensamiento,
no porque sean menos inteligentes pueden ser de gran capacidad, de agilidad
mental, pero les falta la base es como un edificio que tiene techo, pero les
falta cimientos, les falta posición de clase y por eso no pueden ir más allá.
Hacen divagaciones, grandes esquemas interpretativos, lúcidos y brillantes
esquemas de una etapa del país o de la sociedad peruana actual, pero no van
al meollo mismo del problema y, por ende, terminan hablando que en el Perú
hay curiosas situaciones de clase o curiosas alianzas. En el Perú no hay nada
curioso, porque la sociedad no es curiosa, la sociedad responde a leyes; pero
quien no sigue el marxismo no las puede descubrir. A estos amigos, a estos
señores que quieren superar a Mariátegui hay que hacerles comprender el
problema, hacerles ver que cometen un grave error por cuanto siguen con el
sistema burgués en la cabeza y así quieren comprender a Mariátegui. Nunca lo
van a lograr. Uno de los problemas que se debaten más es sobre el carácter capitalista
del Perú, porque Mariátegui sostiene que el Perú es semifeudal y eso es
correcto. Dicen que Mariátegui se equivocó porque ha dicho que somos
semifeudal y nosotros somos capitalistas; es que en el fondo del pensamiento
de esas personas no hay mecanismo dialéctico, creen que la revolución no es
factible si no hay un gran desarrollo de las fuerzas de producción, ese
concepto ya fue superado; Lenin lo hizo papilla y otros lo siguen reviviendo.
Pues bien, hay gente que dice haber superado a Mariátegui, pero ¿dónde
está su superación? ¿dónde está el sesudo documento
en el cual se nos comprueba que el país es así o asá, o que la revolución
tiene tal o cual carácter? Ese es otro problema porque Mariátegui dice que la
primera etapa de la revolución peruana es democrática nacional, democrática
popular, pero los superadores de Mariátegui dicen no, la revolución es
socialista. Finalmente, hay otro conjunto de tergiversadores, toman
parcialmente a Mariátegui y empiezan a hacer elucubraciones estrambóticas; por
ahí Mariátegui dice algo sobre religión, tiene su opinión sobre la religión
sobre el mito, entonces algunos se frotan las manos, las suaves manos de
nunca haber hecho nada y dicen: Mariátegui era un místico en el fondo y no
era un marxista, era un humanista que sentía y padecía el Perú. Mariátegui planteó concretamente que el marxismo leninismo es
universal. Los superadores se agarran de una frase en la que dice que la
revolución en el Perú no será calco ni copia. Mariátegui planteaba el
marxismo como verdad universal y esa verdad universal la metió en nuestra
realidad; no es como dicen algunos que Mariátegui ha querido meter la
realidad en el estrecho esquema marxista, como decía el Señor Víctor Andrés
Belaúnde. No. Mariátegui no ha hecho eso. Mariátegui no era insensato,
Mariátegui era un hombre marxista y comprendía las cosas y era un científico,
aun a antiuniversitario, pero antiuniversitario de la universidad
anquilosada, caduca y feudal que había en nuestra patria, no de la
universidad popular que él iluminó con su pensamiento. Los reaccionarios quieren hacernos un Mariátegui burgués, pequeño
burgués, algunos han dicho que Mariátegui era un populista (risas), populista
en el sentido de que Mariátegui desarrolla el pensamiento campesinista en el
Perú. Mariátegui que no desarrolla la concepción proletaria, sino la
concepción desde el punto de vista de los campesinos y esto es una mentira de
cabo a rabo, es una traición soberana. Mariátegui es un marxista, no tiene el
punto de vista del campesinado, porque si lo tuviera, sería un pequeño
burgués revolucionario y nada más. ESTUDIAR Y DIFUNDIR ¿Qué conclusiones debemos sacar los revolucionarios del pensamiento de
Mariátegui? Primero, estudiar y difundir a José Carlos Mariátegui. ¿Por qué
estudiar a Mariátegui? Porque en nuestro país se habla mucho de él y se lee
poquísimo. Hagamos un examen retrospectivo y veamos si hemos leído los 10
tomitos de Mariátegui. ¿Conocemos los planteamientos políticos estrictamente
hablando? ¿Conocemos su punto de vista antiimperialista? ¿Cuántas veces hemos
meditado sobre los problemas de Mariátegui? Muy poco. Mariátegui es un hombre luminoso en nuestra patria, no hay otro de esa
talla. ¿Qué figura quieren poner frente al señor Riva Agüero, ese aprendiz a
que nunca llegó a serlo consecuentemente siquiera? Don Víctor Andrés Belaúnde
tampoco llegó a cuajar un pensamiento. Belaúnde es un hombre superficial, que
pasa por ser un pensador. Sus trabajos sobre San Agustín no pasan de ser pura
palabrería, pura cáscara es ese señor. Hay que difundir el pensamiento de
Mariátegui. ¿Qué hemos hecho en el cuadragésimo aniversario de Mariátegui?
¿Lo hemos estudiado a fondo?. ¿Hemos hechos
discusiones de base, seminarios sobre los Siete Ensayos?. ¿Hemos intentado
tratar de aplicar lo que Mariátegui dijo y seguir su línea para comprender
con esta luz lo que nos está pasando hoy día? ¿Hemos levantado esta linterna
para poder ver dónde estamos? No lo hemos hecho. Yo concretamente planteo una
cosa. Me parece que debemos plantear unas actividades para el cuadragésimo
aniversario de los Siete Ensayos. ¿Cómo lo hacemos? Por lo pronto
discutiendo. En segundo lugar, me parece que también tenemos otra tarea: el
problema de defender a Mariátegui, que es atacado abiertamente,
solapadamente. Mariátegui es una fuente de luz que no podemos permitir que tiendan un
velo, no podemos permitir que nos hagan ver con anteojos de otro color, que
nos hagan ver negro lo que es rojo, que tergiversen las ideas fundamentales
de Mariátegui. No podemos permitir eso, tenemos que defender a Mariátegui,
porque si no lo hacemos Mariátegui va a seguir arrumado, vamos a seguir la
misma política que los reaccionarios, porque la reacción agarró a Mariátegui
y lo encarceló, trató de silenciar sus ideas. Tenemos que liberar a Mariátegui, porque si no lo liberamos no nos
liberamos tampoco nosotros; pero, claro está, no se trata de un problema
personal, se trata de liberar a nuestro pueblo. En tercer lugar, me parece
que hay que proseguir el Estudios de Mariátegui, no pretendo superar a
Mariátegui, no quiero que se me catalogue en el casillero de los superadores,
pero sí creo que debemos desarrollar a Mariátegui, tomar su ideología, su
método, sus fuentes como base, y desarrollar estos problemas. Por ejemplo:
¿Cómo podríamos ver la economía peruana de 1968 a la luz del ensayo de 1928?
Sería magnífico lo mismo en la literatura, en el problema de la tierra y
otros problemas. Me parece que ésa es una obligación y los intelectuales
debemos hacerlo, los obreros también, los campesinos también porque ahí hay
muchos párrafos que se refieren a ellos en un lenguaje sencillo, claro y
nítido, muy preciso. Finalmente, y con esto quiero concluir, Mariátegui es un
gran ejemplo, que se une con otras figuras de nuestra historia, como por
ejemplo, Túpac Amaru. EL EJEMPLO DE MARIATEGUI Mariátegui es una figura histórica en nuestro país. No obstante que es
reciente, el tiene ya una perfecta dimensión histórica que descuella, es el
ideólogo de nuestra patria, no hay otro. Los ideólogos reaccionarios se
quedan enanos frente a Mariátegui. Hay que hacerlo. ¡Qué bueno sería que tuviéramos otros cuántos! Pero
estoy perfectamente convencido de que Mariátegui no nacen todos los días, se
quedó. El apellido lo pueden llevar sus parientes o no. El problema es el del
ejemplo. Lo debemos elevar como figura de ejemplo, como el guía de la
revolución en nuestra patria, y nuestra patria está cambiando profundamente y
cambiará más. Ya se ha dicho, la historia no puede ser detenida, podrá ser
desviada un ratito, nada más. Mariátegui es pues, un ejemplo para nosotros.
¿Ejemplo de qué? Mariátegui es pues, un ejemplo de revolucionario proletario,
ni más ni menos. No le aumentamos. Mariátegui no quiere que lo exalcemos,
tampoco quiere que le quitemos méritos; si decimos ejemplo de revolucionario,
simplemente les quitáramos el apellido proletario, si le quitáramos el
proletario, Mariátegui no sería nada más, sería del montón. UN TEORIQUITO PEQUEÑITO ¿Y qué quiere decir esto? Acudo a Mariátegui para saber de qué se
trata, acudo a su labor, a su vida, y encuentro en Mariátegui un desarrollo
teórico, un Estudios marxista, leninista de nuestros problemas, un gran
teórico del Perú y América Latina. Debemos seguir ese camino; no estoy planteando que seamos iguales a
él, sino sólo seguir su camino. Yo por ejemplo puedo hacer un prologuito, por
ejemplo yo puedo hacer algo siguiendo su luz en ese plano y así seré un
teoriquito pequeñito, pero estoy por esa senda y si juntamos todas las
pequeñas verdades que podamos ir logrando tras el camino de Mariátegui, será
un gran río de verdad. ¿Quién tiene más responsabilidad en esto? Los
intelectuales, pero no los intelectuales a secas. Nuestra patria, el cambio
en nuestro país, el desarrollo no solamente exige intelectuales, sino
intelectuales revolucionarios. ¿Qué quiere decir esto? Mao Tse Tung es
luminoso y preciso y muy concreto cuando dice que hay que fundirse con las
masas explotadas obreras y campesinas. Eso lo dice muy concretamente. Si uno
quiere ser intelectual revolucionario tiene que fundirse con las masas,
trabajar como ellas, sentir como ellas y pensar como ellas. Pero ése es un
proceso porque tengo que dejar mi alto estatus, mi corbata, tengo que dejar
eso en muy buena y santa hora, si con eso voy a lograr ser un intelectual
revolucionario. Esta es una reflexión que nos corresponde a todos. Esto nos
lleva a lo segundo. En Mariátegui hay que ver al hombre de acción. Cuando
Mariátegui asumía una tarea, la cumplía, la ejecutaba y cuando tocaba el problema
particular, de su salud, de su familia, ponía familia y problemas tras sus
tareas. Mariátegui era muy consecuente, sacrificó todo a su obra porque
comprendía esto, por a combatiente, el que no es combatiente no es marxista
leninista. Tenemos que seguir su camino, realmente al pie de la letra, podemos
seguir su camino con dificultad, pero podemos seguirlo. Creo que algunas ideas han quedado claras,
traten de quitar la hojarasca y las muchas palabras, traten de quedarse con
el esquema, queden pues, unas cuantas ideas, sobre todo el afán de entronizar
el pensamiento de Mariátegui, de defender y de seguir su ejemplo. Está en
juego el destino de nuestro pueblo. O entronizamos el pensamiento de
Mariátegui o el pueblo no avanza. Conferencia del doctor Abimael Guzmán Reynoso dictada el año
1968 en la Universidad SAN CRISTOBAL DE HUAMANGA DE AYACUCHO. Ediciones Bandera Roja |
|
|