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I. EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ VIVE Y SE DESARROLLA El Partido Comunista
del Perú parte indesligable del hozar
del viejo topo celebra hoy el 74° Aniversario de su fundación prosiguiendo su
camino indeclinable, sentando las nuevas bases para su II Reconstitución y
habiendo concluido una vez más la lucha por su existencia, el Partido vive y
se desarrolla. En su largo trajín
histórico los últimos 10 años han sido de denodada lucha por su vida misma
pues luego de la detención, en setiembre de 1992, del Presidente Gonzalo,
Jefatura del Partido y la revolución y camarada Míriam,
su Dirección Central, que fue el más duro golpe sufrido por el Partido y la
guerra popular se produjo un cambio en la correlación de fuerzas desfavorable
al desarrollo de la revolución al quedar descabezada la dirección política
decisiva en la conducción de la guerra en momentos en que nuevos, complejos y
muy serios problemas debían resolverse en lo internacional, nacional, del
Partido y de la guerra, elementos que configuraron en la realidad un giro
estratégico, por el que la perspectiva de la guerra no sería su desarrollo hacia
la conquista del Poder, sino, a lo sumo su mantenimiento con riesgo creciente
de desgaste y derrota y la consiguiente destrucción del aparato partidario;
por tanto la guerra entraba objetivamente a su término y la cuestión era cómo
terminarla: o exponerse a una opción militar que engendrara más genocidio o
con una solución política que lo evitara y permitiera preservar las fuerzas.
Fue esta realidad concreta de la lucha de clases, la que dio base material
para que el Presidente Gonzalo, con gran iniciativa planteara una solución
política de ¡Luchar por un Acuerdo de Paz y Sentar Bases para el II Congreso!
y propusiera una negociación y conversaciones que condujeran a terminar la
guerra iniciada el 80 mediante un Acuerdo de Paz estableciendo la Nueva Gran
Estrategia para la IV etapa del Partido pasando de tiempos de guerra a
tiempos de paz manejando el repliegue político y militar de la revolución
peruana compaginado con el repliegue político general de la revolución
proletaria mundial; tiempos de paz que en modo alguno es dejar de luchar sino
cambiar de forma de lucha, de guerra con armas a lucha política sin armas
usando todas las formas creadas por la clase según condiciones concretas,
Nueva Gran Estrategia para construir el Partido como eje y gozne y se
desenvuelva como vanguardia organizada del proletariado peruano y vanguardia
de choque de la revolución proletaria mundial. La Lucha por un
Acuerdo de Paz y Sentar Bases para el II Congreso, solución política que
correspondía al momento y las condiciones políticas concretas fue decisiva
para preservar el Partido y defender la invencibilidad
de la guerra popular y lo hizo enfrentando la acción del enemigo y en dura
lucha de dos líneas en el seno del propio Partido. Desde 1994 se desenvolvió
el impulso de la lucha por un Acuerdo de Paz que tuvo su término en 1995 con
las autocríticas públicas. Esta acción política sólo llevó a una Ronda de
Conversaciones sin llegar a la suscripción de ningún tipo de Acuerdo porque
una parte del Partido estructurando una línea oportunista de derecha y un
Bloque Escisionista imputó “patraña del SIN” y por
otro lado las fuerzas políticas que contendían en la coyuntura electoral
estuvieron en contra e imputaron desde un “lavado de cerebro” hasta
“doblegarse por la prisión” y “abandono del marxismo–leninismo–maoísmo” a los
que se sumaron las posiciones triunfalistas del propio gobierno que no quiso
ir más allá de los pasos dados haciendo un uso político en función de sus
intereses de grupo en el poder, optando por una solución militar alargando el
costo en vidas, gastos bélicos, etc., agravándose los casos de violación de
los derechos fundamentales. Hechos que sumados conspiraron contra la solución
política cuyo propósito era desarrollar un proceso de paz sin vencedores ni
vencidos en beneficio del pueblo, la nación y la sociedad peruana en su
conjunto. Desde 1995 a 1999 el
Partido libró una intensa y decisiva lucha ideológica y política por defender
la vida del Partido tomando como principal el Sentar Bases para el II
Congreso cohesionando el Partido en el pensamiento gonzalo
nuestra arma ideológica estratégica, especifica y principal y su concreción
en la Nueva Gran Estrategia Política y todo lo que deriva para la IV etapa
del Partido. Por otro lado el Bloque Escisionista
luego que en la reunión de febrero de 1994 escindió el Partido empezó a
desenvolver los cuatro cambios de dirección, línea, Partido y guerra que para
el 95 estaba ya casi extinguida porque empezó a predominar una línea militar
burguesa, el Bloque Escisionista fue derrocado y la
línea oportunista de derecha descabezada pues de sus tres cabezas una se autocriticó, otro renegó huyendo solo y el tercero
capitula de su responsabilidad de encabezar el conjunto y hace tienda aparte
desde el 96, escisión que remata los cuatro cambios. A partir de 1998 se
da un nuevo impulso de la lucha popular por derechos, beneficios, conquistas
y libertades democráticas y empiezan a retroceder las sombras. Compaginados
con ello el Presidente Gonzalo y camarada Míriam
desenvolvieron una primera huelga de hambre del 1° al 20 de mayo del 2000
demandando cambios fundamentales en la situación de los prisioneros políticos
y prisioneros de guerra sometidos a un sistema de encierro y aislamiento por
casi 8 años en el Penal Militar de la Base Naval del Callao, lucha de hondo
contenido y gran ejemplo a seguir y que fue decisiva para el Partido pues más
la exitosa lucha por la presentación pública desenvuelta por los prisioneros
políticos y prisioneros de guerra del Partido Comunista del Perú rompió el
aislamiento en que la dictadura genocida y vendepatria
de Fujimori mantenía ilegal y arbitrariamente al
Presidente Gonzalo y camarada Míriam. Desde noviembre del
2000 el Partido lleva adelante su acción guiado por la política fundamental
de ¡Luchar por la solución política a los problemas derivados de la guerra! y
los cinco puntos para la coyuntura: 1) Solución política a los problemas
derivados de la guerra; 2) Verdadera amnistía general en función de una
futura reconciliación nacional; 3) Democratización de la sociedad peruana; 4)
Producción Nacional y trabajo para el pueblo; y 5) Cierre del Penal Militar
de la Base Naval del Callao. El 30 de noviembre
del 2000 el Presidente Gonzalo y Camarada Míriam
enviaron al entonces presidente Dr. Valentin Paniagua
una carta planteando la necesidad de encontrar una solución política a los
problemas derivados de la guerra interna, y del 25 de enero al 2 de febrero
del 2001 desarrollan una huelga de hambre a la que se sumaron los prisioneros
políticos y prisioneros de guerra de varios penales del país y familiares,
lucha que retomaron del 16 al 25 de abril del 2001, lucha política exitosa
que permitió la flexibilización de las condiciones carcelarias principalmente
en el Penal Militar de la Base Naval del Callao además de la gran repercusión
política. Un hito en la lucha
política fue establecido con la exitosa y contundente huelga de hambre masiva
y convergente de los prisioneros políticos y prisioneros de guerra del 11 de
febrero al 13 de marzo del 2002 iniciada por Presidente Gonzalo y camarada Míriam y demás prisioneros políticos del Penal Militar de
la Base Naval del Callao demandando : 1) Solución política a los problemas
derivados de la guerra; 2) Derogatoria de las inconstitucionales leyes antisubversivas; 3) Restablecimiento de los beneficios
penitenciarios; 4) Cierre de los penales de la Base Naval del Callao, Challapalca y Yanamayo; 5)
Auténtica verdad histórica. No a la impunidad; 6) Apoyamos la lucha popular
por conquistas, beneficios, derechos y libertades democráticas; 7) No a
las represalias a la lucha de los internos; lucha a la que se sumaron
alrededor de 1000 prisioneros políticos ya no sólo del Partido Comunista del
Perú sino en convergencia con otras organizaciones en 21 penales del país y
familiares apoyada con movilizaciones, protestas, vigilias, denuncias,
plantones, conferencias de prensa, etc. desenvueltas por los familiares,
lucha de gran repercusión nacional e internacional que contó con el apoyo y
solidaridad del pueblo peruano, así como de Partidos Comunistas hermanos,
organizaciones revolucionarias y populares y personalidades democráticas a
los que expresamos nuestro agradecimiento y reconocimiento. Esta exitosa
huelga de hambre, la lucha más grande en los tiempos de la lucha política ha conquistado
5 importantes logros poniendo sobre el tapete la solución política a los
problemas derivados de la guerra y abriendo una situación de buena
perspectiva estratégica demostrando que el Partido vive y se desarrolla y que
nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo y camarada Míriam
son el centro de dirección y línea del Partido. Armados con la rica
experiencia de 12 años de guerra popular marxista–leninista-maoísta,
pensamiento gonzalo, la nueva lucha política y
trascendente lucha ideológica el Partido inició su IV etapa manejando el
repliegue en denodada lucha por la defensa de la vida del Partido superando
uno de los momentos más difíciles de su historia, con la Jefatura y la
mayoría de los dirigentes en prisión, conquistó el gran logro de culminar la
lucha por la defensa de la vida del Partido por la justa y correcta dirección
proletaria del Presidente Gonzalo Jefatura del Partido y la revolución y
camarada Míriam miembro del Comité Permanente
Histórico quienes en heroica brega dirigieron a la Nueva Fracción Roja, la
izquierda y toda la militancia que desplegó tenaz esfuerzo y espíritu
partidario y hoy el Partido se apresta a asumir el nuevo gran reto de luchar
por la II Reconstitución en medio de la lucha de clases y de la lucha interna
uniendo a todo el Partido en torno a la jefatura del Presidente Gonzalo. En este 74°
Aniversario con fervor comunista saludamos a nuestra Jefatura estratégica y
decisiva el Presidente Gonzalo gran continuador de Marx,
Lenin y el Presidente Mao
Tsetung y le expresamos nuestro profundo
reconocimiento convencidos que es gracias a su dirección, acción y brega que
el Partido no ha sido destruido y prosigue nuevamente su camino indeclinable
al Comunismo. II. PRESOS POLÍTICOS LIBERTAD
Muchos de los mejores hijos del pueblo que se incorporaron a la guerra
popular iniciada el 80 en ejercicio del derecho político por excelencia
de rebelarse para transformar la sociedad devinieron en prisioneros de guerra
y “nunca hincaron la rodilla y persistiendo en combatir, movilizar y
producir, en ardorosas bregas transformaron las sórdidas mazmorras del caduco
y podrido Estado peruano en luminosas trincheras de combate”. En tanto que el
Estado a través de los gobiernos principalmente de García Pérez y Fujimori impotente ante el avance de la guerra popular se
ensañaron contra la parte que ellos consideraban débil planificando su
aniquilamiento genocida que empezó a concretar el 4 de octubre de 1985
asesinando brutal y cobardemente a 30 prisioneros en el Penal de Lurigancho, nefasto crimen impune hasta hoy, la
lucha heroica de los prisioneros políticos conquistó el “Día del prisionero
de guerra”. El 18 de junio de 1986 los prisioneros de guerra de El Frontón, Lurigancho y Callao se rebelaron en defensa de la
revolución y sus vidas demandando 26 reivindicaciones muy justas y
racionales, el gobierno aprista fascista y corporativo encabezado por el
genocida Alan García Pérez desencadenó el 19 de junio el más protervo y negro
operativo de exterminio consumando el más infame genocidio asesinando a
300 prisioneros de guerra bañándose una vez más en la ardorosa sangre popular
que para siempre ha caído sobre él y el partido aprista no obstante que hoy
cínicamente pretende eludir su responsabilidad en este vil y execrable
genocidio impune hasta hoy como ya lo hizo el 91 en contubernio con Fujimori y Cambio 90 para evitar la acusación
constitucional hoy se ampara en resoluciones judiciales festinadas en
su gobierno para impedir el cumplimiento del fallo de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos. Los prisioneros de guerra enfrentaron este bárbaro
genocidio combatiendo con heroicidad, ideología, valor y coraje y a costa de
sus propias vidas conquistaron un grandioso triunfo moral, político y militar
para el Partido y la revolución plasmando el “Día de la Heroicidad”.
Fujimori prosiguiendo la línea genocida de su
antecesor preparó y ejecutó un plan de aniquilamiento y genocidio
contra los prisioneros de guerra en el Penal de Canto Grande asesinando aleve
y selectivamente a 51 prisioneros políticos cuando ya habían sido reducidos,
crimen de lesa humanidad impune hasta hoy y es condenable que el Congreso
actual quedándose en declaración demagógica pero real encubrimiento no acepte
ni dé curso a la acusación constitucional por este genocidio contra Fujimori quien además durante 10 años aplicó una
siniestra política carcelaria de aislamiento y aniquilamiento sistemático y
sofisticado, negación de derechos fundamentales que se agrega a la privación
de libertad apuntando a reducir a los prisioneros a la condición de subhumanos y destruir su esencia social de hombres,
plan creado por el imperialismo para combatir la revolución destruyendo a los
revolucionarios principalmente a los comunistas y que hoy está extendiendo a
las naciones oprimidas.
Los prisioneros políticos en estos 20 años enfrentaron el ensañamiento y
venganza política hasta el genocidio de exterminio y las peores condiciones
de prisión, aislamiento y encierro celular de América Latina principalmente
el Presidente Gonzalo y Camarada Míriam quienes la
han afrontado sin quebranto alguno manteniendo en alto la ideología y
principios de clase. A esto se suma el que a partir de 1992 fueron
juzgados con leyes inconstitucionales violatorias de los derechos
fundamentales de la Constitución Política del Perú y de las leyes y tratados
internacionales que el Estado peruano está en la obligación de acatar. Así,
al amparo de los inconstitucionales DL 25475, DL 25659, DL 25708, DL
25880 y otros se cometieron las más graves violaciones deteniendo a miles de
personas por la simple sospecha o la acusación de un “arrepentido”, se violó
el principio de legalidad, el derecho a ser juzgado por tribunal
independiente e imparcial sometiendo a los detenidos al Fuero Militar y a
jueces sin rostro, se negó el derecho de defensa, el derecho al debido
proceso, el derecho a la libertad de expresión, opinión y difusión del
pensamiento imponiendo la cruel, inhumana y degradante pena de cadena
perpetua y la negación de los beneficios penitenciarios y el derecho
internacional humanitario, legislación que ha sido cuestionada por los
Tribunales Internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en su Resolución 14 del 30 de mayo de 1999 ordenó al Estado peruano reformar
la legislación antisubversiva violatoria de la
Convención Americana de Derechos Humanos que hasta la fecha el Estado peruano
y el actual gobierno se negaron a acatar y más aun el Proyecto que está en
debate en el Congreso es más restrictivo y como lo reconocen connotados
juristas “introduce medidas draconianas contra los subversivos” por lo que
exigimos la derogatoria de las leyes antisubversivas
y nuevos juicios en tribunales civiles en los que se respete el debido
proceso.
Por otra parte el Estado peruano que aplicó una política sistemática de
negación de los derechos fundamentales en la guerra contrasubversiva
hasta hoy no asume su responsabilidad del genocidio y otros delitos de lesa
humanidad, que se mantiene impunes e incluso los pocos genocidas que han sido
identificados no han sido sancionados sino premiados y tenidos como “héroes
de la democracia” . Ya es hora que el Estado peruano
asuma su responsabilidad se enjuicie y sancione a los responsables y se
termine con la impunidad de los genocidios.
Como se ha aplicado en la experiencia internacional y la de nuestro propio
país concluída la guerra o el conflicto armado se
entra a un proceso de amnistías necesario para una reconciliación nacional
como el Partido Comunista del Perú sostiene se necesita de una verdadera
amnistía general en función de una futura reconciliación nacional y esto no
se logrará mientras se mantenga más de 2000 prisioneros políticos en las
cárceles; proceder así solo prolongará y profundizará el enfrentamiento
social con todas sus secuelas de encono y resentimiento y en modo alguno
servirá a resolver los problemas derivados de la guerra, uno de los problemas
más graves y saltantes de los muchos que aquejan a nuestro pueblo.
El Partido Comunista del Perú vanguardia organizada del proletariado peruano,
en momentos que se desarrolla la segunda ola de la lucha popular hace un
llamado al proletariado y al pueblo peruano así como al proletariado
internacional a desarrollar un movimiento de lucha por la libertad de los
prisioneros políticos y prisioneros de guerra. ¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO,
JEFATURA DEL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN! ¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ! ¡PRESOS POLÍTICOS LIBERTAD! Perú, 7
de octubre del 2002 PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ |
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