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POSICION
FRENTE AL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU- SENDERO LUMINOSO (PCP-SL) Y AL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC AMARU
(MRTA). Muchos compañeros, al
leer los textos que se publican en este espacio, quedan con la sensación que
este sitio es “vocero” del PCP-SL o del MRTA. Por otro lado, los más
fascistas dicen que esta tribuna es un organismo de “fachada” de algún
movimiento armado en el Perú y que se están “reorganizando” para la “lucha
armada”. Otros, igual de fascistas y genocidas,
señalan abiertamente de “páginas terroristas” hechas por “terroristas” que
operan, lo peor de todo para ellos, desde el Perú, “rezagos terroristas que
aún quedan y a los que hay que combatir y desaparecer de la red”. EVIDENTE
CAMPAÑA PSICOSOCIAL. La realidad, como verán, es otra. Vayamos por partes.
Quien ha seguido de cerca el desarrollo del PCP-SL (en cuanto su línea
político-militar) puede darse cuenta que la organización en mención HA SIDO
DERROTADA Y QUE LA GUERRA ACABO. En el MRTA pasa algo similar, con sus
matices claro está. No vamos analizar en estas líneas las causas del
repliegue del movimiento popular. Tal conclusión lo reconocen, ellos mismos,
en todos sus comunicados que se encuentran en la red. El MRTA no reconoce que
la guerra culminó. Al menos no públicamente. Para nosotros ambas
organizaciones tuvieron un proceso: iniciaron, crecieron, maduraron,
concluyeron y cerraron UNA ETAPA en la Historia de la Luchas Populares
reconocida en el Mundo, en
Latinoamérica y, por supuesto, en el
Perú. Cuando escriban la historia los que tienen que escribirla se
conocerá lo que pasó. Sin apasionamientos. No ahora. Hoy son tiempos de
balance. Nuestra posición
frente al PCP-SL y el MRTA es una: LOS
PRE-JUICIOS NO PUEDEN ESTAR POR ENCIMA DE LA CIENCIA; en este caso de las Ciencias
Históricas. El PCP-SL (en cuanto a su línea política-militar) YA ES HISTORIA.
El MRTA, tal cual era hace 10 años también. Tratémoslo como tal. La Historia
es una Ciencia que se analiza con leyes, existe un Método; el Materialismo
Dialéctico e Histórico, existen leyes que debemos estudiar. Ante estas leyes,
los prejuicios (que en algunos compañeros ya parecen prejuicios casi
religiosos) se deben dejar a un lado. Existen teorías y
tratados militares sobre la violencia revolucionaria. No negamos tales
conceptos. Sobre la línea política y táctica militar utilizada por el PCP-SL
se tendrá que debatir y explicar en su momento. De su propia voz rendirán
cuentas ante el pueblo que dijeron defender. Esclarecer lo que hay que
esclarecer. Hay un hecho
concreto: desde 1980, y más antes aún, existen compañeros que han soportado
torturas, compañeros psicológicamente destruidos, prisioneros de guerra,
presos políticos, lisiados de guerra, de todos los lados, gentes que han
perdido amigos y familias en esta guerra tan injusta como la misma muerte.
Otros, y muchos, ya no están entre nosotros, cayeron en su lucha y en su ley.
Sus errores o aciertos lo llevaron hasta el final. No se vendieron. No se
enriquecieron. Pregunta: ¿Quién tiene el derecho de juzgar a esos compañeros,
sobre todo, cuando ya no están para defenderse?.
Gente muy valiosa que ha perdido el movimiento popular y que ha perdido el
Perú, quizás mal dirigidos, pero eso es fácil y
cómodo decirlo hoy. Tardarán algunas
décadas para que vuelvan aparecer compañeros con ese grado de consecuencia y
compromiso. Sí, se nota la ausencia de los cayeron en la guerra interna.
Sobre todo cuando recorremos organizaciones populares, sindicatos, gremios,
centros de estudios y universidades, vemos a una generación que, a lo más y
si es que tenemos suerte, dice llamarse socialista, mariateguista,
anarquista, autogestionaria, autogobernados, antiglobalizadores,
etc, y que no es capaz siquiera de sacar un
volante, ni que decir de una prensa proletaria, insurgente o rebelde, eso ya
es pedir mucho y cuesta creer que así están las cosas en el Perú de hoy. Asumimos también
nuestra responsabilidad. Confiamos en el pueblo, creemos que este periodo es
natural cuando se sale de una guerra. Esa generación está saliendo de a
pocos. Démosle tiempo. Pero hay los que ya
no son tan jóvenes. A esos les decimos que no se puede negar el derecho de
expresar sus ideas a nadie. No estamos de acuerdo con aquellos, que
llamándose socialistas, cierran todo debate cuando se toca el tema de la
violencia política con un rotundo “son terroristas”, “claudicaron ante Fujimori”, “el Acuerdo de Paz es una vergüenza”. Curiosamente, esas mismas voces nunca
estuvieron ni ayer ni hoy a favor de una guerra revolucionaria o de la guerra
popular hecha por el PCP-SL o el MRTA.
Resulta ahora que tampoco están de acuerdo con que se haya terminado la
guerra. Total, ¿En qué quedamos?. No se puede hacer
leña del árbol caído. Tampoco se puede hacer escarnio, ni ganancia política,
de la desgracia ajena. Aprovecharse del vencido para ganar militancia es la
forma más ruin y cobarde de hacer política. Eso no es de revolucionarios.
Impedir que se conozca la verdad histórica dicha por una de las partes en conflicto,
tampoco lo es, eso se llama SECTARISMO, precisamente eso se le imputaba y
criticaba a los compañeros del PCP-SL. Peor aún, cuando las
críticas (porque solamente eso sabe hacer la izquierda legal, críticas. Como
si una lucha armada fuera fácil) vienen de los que conformaron la “IZQUIERDA
UNIDA” de los ochentas. Hoy, en cargos dentro de ministerios, universidades, asesorando
congresistas, etc, ya sea en la administración de Fujimori o en esta de Toledo. Se dice que ganan buenos
sueldos. ESOS MISERABLES DE AYER Y DE
HOY NUNCA SUPIERON QUE LA PELEA ES PELEANDO. SE SUBIERON AL CARRO DE LA
IZQUIERDA UNIDA, PORQUE ERA UNA MODA SER DE IZQUIERDA. CUANDO PASO LA MODA,
SE ALEJARON. HOY VUELVEN OTRA VEZ CON SU DISCURSO, QUE SIEMPRE QUEDA AHÍ, EN
DISCURSO. No se puede tratar a
los compañeros que se sublevaron como “delincuentes terroristas que matan por
placer”, y de quienes todos se deben de alejar. No debemos de tener miedo al
debate fundamentado, dentro de la camaradería y sin apasionamientos.
Utilizando la crítica y la autocrítica. Sobre todo la AUTOCRITICA. Se debe
esclarecer la verdad histórica. Sólo así se resuelven las contradicciones en
el seno del pueblo. No se puede seguir
atizando el “clima de linchamiento”
contra los compañeros del PCP-SL o del MRTA. Clima generado por Medios
de Comunicación al servicio del gobierno. ¿En que nos diferenciamos con los Belaúnde, los García, los Fujimori,
los Toledo, cuando de sus bocas sale la palabra “terrorismo” y, a la vez, la misma
palabra sale de aquellos que dicen llamarse revolucionarios, guevaristas, socialistas, anarquistas y comunistas?,
creemos que por ahí va el debate. Ya nos decía Lenin:
“estaré en contra de tus ideas, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a
expresarlos”. Habrán quienes critiquen los medios
utilizados por el PCP-SL, pero jamás las causas sociales que originaron tal
sublevación. Muchos socialistas en el Perú olvidamos eso y hacemos el
conocido cargamonton. No podemos negar ni
humillar a aquellos que han entregado lo más preciado que tienen, SU VIDA, en
aras de un cambio social, que como se ve, urge en este mundo tan desigual.
Actuar de otra manera es hacerle un caro favor a los sectores fascistas y
genocidas que los hay y muchos. Dichos sectores quieren perpetuar la impunidad
en el Perú. Se enriquecieron con la guerra y llevan sus manos y conciencias
manchadas de sangre de pueblo. Hoy van caminando sueltos como si nada hubiera
pasado. El tema PCP-SL es
complicado y complejo. Igualmente el tema MRTA. Nadie más que los propios
militantes de esas organizaciones para resolver tal complejidad. A eso nos
atenemos. LOS
EDITORES PERU. NOVIEMBRE
2002. |
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