LA NATURALEZA Y EL CARACTER DEL AMOR DE DIOS
Lectura: 1 Juan 4:7-21
Dios es AMOR   Conocimos esta verdad cuando la gracia de Jesucristo  
  se derramó en nuestras vidas, cuando de manera  
  gratuita recibimos su amor, sin importar lo que éramos  
  Y ahora tenemos esa certeza, porque nos consta que  
  es cierto, DIOS ES AMOR, somos testigos.  
   
  Haber vivido esta experiencia es lo que nos da certeza  
  de lo que espero, yo esperamos que Jesucristo nos ame  
  siempre, es lo que conocemos como FE, es la certeza  
  por haberlo experimentado nosotros mismos y nadie puede  
  hurtar de nosotros esta riqueza que debemos guardar en el 
  corazón por siempre.  
   
  El amor NUNCA deja de ser, permanecerá conmigo   
      por la eternidad, porque es parte de mí. (1 Cor. 13.8)  
El que vive EN AMOR El propósito de todo lo anterior, es llevarnos a los brazos  
  del Padre Eterno, para experimentar lo que es vivir en amor,
  un amor que nos enseña, redarguye, corrige e instruye, que
  no nos deja con nuestras rebeliones, sino que las borra con
  ese amor de Padre, formándonos un carácter a semejanza  
  de El.    
   
  A través de esta experiencia podemos constatar que sí se  
  puede vivir en ese amor, pero que se necesita esforzarnos  
  en la gracia para agradarle, para aprender a vivir como le  
  agrada porque sabemos que es Dios bueno, que busca mi  
  bien.  
   
  El amor es sufrido. Pero en este sentido de sufrimiento
  en que renunciamos a agradarnos para agradarle a El.
   
  Con este conocimiento podemos salir adelante en toda  
  prueba que implique el sufrimiento de nuestra carne, porque
  lo que agrada a Dios a la carne no le agrada, pero cuando  
  vamos aprendiendo a vivir como dijo Pablo: y lo que vivo en  
  la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios, le tomamos gusto  
  a esa nueva vida, y adquirirmos la convicción de que aunque
  a veces ese amor no lo podemos ver, sí lo podemos sentir  
  si no damos nuestro corazón a los deseos carnales y de  
  autocomplacencia característicos del viejo hombre, sobre  
  los cuales nuestra fe es la victoria que vence al mundo,  
  la experiencia de conocerle que nadie puede matar y que  
  debemos guardar como tesoro en nuestra alma día con día.
   
  Esta es la convicción de lo que no se ve, que llamamos  
      ESPERANZA.        
Vive en Dios y Dios en él Cada instante, minuto, hora o día que podemos gozar de la  
  dicha de ese estado de gracia que es el AMOR de Dios,  
  esa comunión, la común unión, el poder compartir su misma
  forma de pensar o de sentir, cuando estamos solos con El,  
  o cuando como ahorita, estamos juntos en el Espíritu, pero  
  podemos estar de acuerdo con su naturaleza y con su  
      carácter, es lo que llamamos AMOR.    
                 
Cantares 8:5-7 Porque fuerte como la muerte es el amor; duros  
  como el Seol los celos.  
   
  Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán
  los ríos.  
   
  Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este  
  amor, de cierto lo menospreciarían.  
   
                 
Si de todo lo anterior tuviéramos certeza, convicción y decisión de vivirlo, entonces estamos
preparados para esforzarnos en la gracia y avanzar segundo a segundo cada vez más hasta
cumplir el tercer mandamiento: QUE OS AMEIS COMO YO OS HE AMADO.
No podemos como hijos de Dios pretender amarnos de otra manera.  Porque estoy segura que el
haber conocido el amor verdadero nos hace sentir náusea y aborrecimiento por el amor al estilo del
mundo.
FELIZ DIA DEL AMOR Y DE LA AMISTAD VERDADEROS EN CRISTO!
Regreso al Indice de Estudios Bíblicos