EL DISCIPULADO DE CRISTO |
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Jn. 8.31-32 |
Dijo
entonces Jesús a los judíos que había creído en él: Si vosotros
permaneciéreis en mi palabra, |
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seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres. |
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Ap. 12.13-14 |
Y cuando vio el gran dragón que
había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. |
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Y se le dieron a la mujer las
dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente
al desierto, a su
lugar, |
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donde es sustentada por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo. |
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Cuando leemos escrituras como
esta, debemos ver no únicamente la prueba, sino la salida que provee
Cristo para su Iglesia. |
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Habla de un tiempo de
persecución, pero el Señor la sustentará hasta
que Cristo sea completamente formado en
ella. |
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Hasta que el Señor acabe su obra y repose de ella. |
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Gn. 1.1 |
En el principio creó Dios los
cielos y la tierra. (Un tiempo) |
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Gn. 1.31 |
Y
vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.
Y fue la tarde y la mañana el día sexto. |
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(y tiempos) |
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Gn. 2.1-3 |
Fueron, pues, acabados los
cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día
séptimo la obra que hizo. |
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Y bendijo Dios al día séptimo y
lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la
creación. |
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(y la mitad de un
tiempo) |
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Un tiempo |
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Se refiere al tiempo en que
Cristo es revelado por la fe en nuestros corazones y somos nuevas
creaturas |
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Jn. 1.12 |
Por la fe en Cristo nacemos de
nuevo, recibimos la potestad de ser hechos Hijos de Dios |
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Jn. 3.3 |
Por esa fe podemos ver el reino |
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2 Cor. 1.22 |
Nos ha sellado y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones |
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Ef. 1.13 |
Por oír con fe el evangelio de
nuestra salvación, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa |
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1 Cor. 1.30 |
Es en este tiempo cuando por la
fe, Cristo nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención |
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Heb. 11.1 |
Nuestro corazón se llena de la
certeza de lo que esperamos (fe) por creer en sus
promesas |
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1 Cor.3.1 |
En este tiempo somos carnales,
niños en Cristo, sin malicia pero también inmaduros en la forma de
pensar |
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y andamos como hombres, y Dios
nos manifiesta en todo momento su buena voluntad |
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El fruto del Espíritu que
manifestamos es: amor, gozo y paz en el corazón |
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Y tiempos |
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Se refiere a los tiempos en que
Cristo (el postrer Adán) es formado en nosotros |
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Gn. 1.2 |
La
tierra que estaba desordenada y vacía es ordenada en Cristo |
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Mr. 13.20 |
Y si el Señor no hubiese
acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos
que él escogió, acortó aquellos |
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días (lo que el Señor en el
principio hizo en seis días, por amor de sus escogidos se acorta). |
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Se revela Cristo por la fe en
nuestra alma (pensamientos que maduran por la revelación en el
conocimiento de El) |
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Jn. 3.5 |
Por la fe nacemos de nuevo del
agua y del Espíritu |
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Por esa fe podemos entrar en el reino |
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Gál. 4.4-7 |
El Espíritu de su Hijo es
enviado a nuestros corazones y recibimos la adopción como hijos |
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Somos coherederos con Cristo y
recibimos de sus riquezas en gloria la sabiduría que
viene de lo alto |
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Heb. 11.1 |
y la ciencia del
Altísimo, es decir, nuestra fe crece y obtenemos
convicción de lo que no se ve en nuestra mente |
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La prueba de nuestra fe produce
paciencia para esperar en sus
promesas |
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I Jn. 2.13 |
En este tiempo Cristo en
nosotros vence al maligno y somos jóvenes en El |
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Es en este tiempo cuando Dios
nos revela su voluntad agradable y nos enseña a agradarle por la fe y la
obediencia |
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Aprendemos a llevar todos
nuestros pensamientos cautivos a la obediencia a
Cristo |
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El fruto del Espíritu es ya una
disciplina de vida, nuestro sentir y nuestro pensar son conforme a su
semejanza |
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Manifestamos: paciencia, bondad y benignidad en el alma |
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Y la mitad de un
tiempo |
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Gn. 2.1 |
Este es el tiempo en que Dios
acaba su obra en nosotros y le conocemos como Hacedor |
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Heb. 5.14 |
Alcanzamos madurez, tenemos
por el uso los sentidos
ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal |
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Is. 11.1-16 |
Es decir, nuestros sentidos
naturales (nuestras fuerzas o cuerpo espiritual) ya no juzgan por lo que
ven u oyen, sino |
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con el tempor de Dios que está
en nuestros corazones y el conocimiento de Dios que en el alma ya
tenemos |
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I Jn. 2.15-17 |
No amamos al mundo ni las cosas
que están en el mundo, nuestra fe ha vencido al mundo y el amor del Padre
está en nosotros |
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Conocemos su voluntad perfecta,
sabemos lo que le agrada y lo que le desagrada |
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I Cor. 2.15-16 |
Podemos juzgar todas las cosas
y no somos juzgados de nadie, porque nuestra tierra ha sido llena de El |
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Sal. 91.13-16 |
Por cuanto caminamos en amor,
nos ha dado autoridad espiritual |
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Alcanzamos sus promesas y vemos
nuestro gozo cumplido |
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Manifestamos como fruto: fe, mansedumbre y templanza en el cuerpo |
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Stg. 3.2 |
Cristo es en nosotros el varón
perfecto y ya refrenamos la lengua y también todo el cuerpo, nuestra fortaleza es El. |
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El
conocimiento del camino, la verdad y la vida que Dios nos ha dado por
medio de Cristo deben producir en nosotros la |
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fe, la esperanza y el amor de estar ya en este camino, de estar
conociendo su verdad y siendo libres, de gozar de su vida |
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y darnos al mismo tiempo una visión que nos ayude a permanecer
reteniendo firme hasta el fin la confianza del principio |
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de nuestra vida
cristiana. |
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Para reflexionar: |
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¿Dónde nos encontramos hoy en
este caminar? |
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¿Qué estorbos tenemos hoy que
entregar? |
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Si estos son los tres años y
medio que Cristo anduvo con sus discípulos ¿qué sigue, de acuerdo con la
Escritura? |
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Regreso al Indice de Estudios Bíblicos |
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