UNA IGLESIA SUSTENTADA EN EL DESIERTO (EL DISCIPULADO)
Mt. 7.15-20 Por su fruto los conoceréis
La prueba del crecimiento o madurez en Cristo no son los dones, sino el fruto.
Discirniendo bajo la guianza de qué Espíritu operamos u operan otros
1 Cor. 13.1-3 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas  (dones)
y no tengo amor (primer fruto)
vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia (dones)
y tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes (primer fruto)
y no tengo amor
nada soy
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres  (dones)
y entregase mi cuerpo para ser quemado
y no tengo amor (primer fruto)
de nada me sirve
Cómo afecta esto a cada miembro de la Iglesia y sus familias
A través de este contraste entre los dones y el fruto y el orden en el que los presenta, Pablo
le enseña a los Corintios que es más importante obedecer el principio de Gn. 1.28 que todo
el alarde de dones que pudieran hacer.
Gn. 1.28 Y los bendijo Dios y les dijo:
Fructificad y multiplicaos
Primero es dar fruto (Que Dios forme el carácter de Cristo en mí) y después
Multiplicarme (ser instrumento para que Cristo sea formado en otros)
En la crianza espiritual de un niño (cronológico o en Cristo):
Primero le das a conocer a Jesús y su carácter y si lo recibe por la fe, 
Entonces Jesús lo lleva al Padre para aprender a ser guiados por el Espíritu y obedecerle
Por último, el Padre le ayuda y enseña a tener comunión con su Espíritu
Malformaciones:
Si antes de que una persona aprenda a ser guiada por el Espíritu y su voluntad obedezca, le
queremos hacer que se multiplique a través de que "vaya a hacer discípulos" y/o "cumpla la
gran comisión", le estaremos creando un desorden y un vacío en su tierra (Gn. 1.2) y le
estaremos como Jezabel "enseñando y seduciendo a los siervos de Dios a fornicar" (Ap. 2.20)
Es un yugo que no puede sobrellevar un niño, lo que se le puede pedir con justicia, es que 
dentro de su entorno que es su hogar y su familia, dé fruto, permanezca en Cristo, dejando 
que los que ya fueron discipulados por Cristo, han conocido la verdad y la verdad les ha hecho
libres, discipulen a otros. Esto quita los afanes.
Así que:
Para poder ser útil, servir a Dios y no a las riquezas en mi propia vida,  en la vida de mi familia
o en la vida congregacional, primero necesito ser discípulo de Cristo para fructificar, y después
todas las demás cosas me serán añadidas. Mi discipulado debe enfocarse hacia oír la pala-
bra, recibirla y poder ponerla por obra en mi propia vida.
Cómo podemos evitar tropezar y/o hacer tropezar a otros y seguir la Ley de Cristo:
2 Co. 11.14-15 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de
Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que
no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será
conforme a sus obras. (Ap. 13.6)
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