El día del ángel -11-

1Ambientación

Este día fue un hito en la historia de la humanidad. Muchas cosas empezaron a cambiar: empezó a cambiar la vida de las personas, la de miles de personas. Empezó a cambiar la cultura, el arte, el pensamiento filosófico, los valores, la felicidad del ser humano, la suerte de los pobres y pequeños y se abrieron caminos de esperanza para el ser humano.

Dios se había decidido a ser uno de nosotros, a compartir nuestra misma realidad limitada y para ello necesitó de una madre: María, que junto al hecho humano de la maternidad, supo aceptar la serena responsabilidad de ser la educadora de Jesús sin saber ni intuir el futuro.


Canto: Arcilla entre sus manos

Eres, Madre, muy sencilla, criatura del Señor.
Virgen pobre,
Madre mía,
llena de gracia y de amor.

Fuiste arcilla entre sus manos
y el Señor te modeló,
aceptaste
ser su esclava,
siempre
dócil a su voz.
Yo quiero ser
arcilla entre sus manos.
Yo quiero
ser vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El.
Yo quiero ser
arcilla entre sus manos.
Yo quiero ser
vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El, para El.

 

1. Descubriendo la voluntad de Dios.

En ti se dieron, María, las condiciones para discernir. )Qué quería de ti el mismo Dios?

)Por qué no romper la mítica imagen de un ángel con alas y todo que vino a decirte en minutos y directamente lo que quería Dios de ti y pensar que, como cualquier ser humano en la tierra, tuviste que descubrir poco a poco qué respuesta deseaba oír Dios de tus labios?

Esto no fue fácil. Con el ángel delante hubiera sido más fácil.

Oración

* María del discernimiento, que aprendamos de ti a buscar en los signos visibles e invisibles qué es lo que Dios quiere de nosotros.

- Ave María....

* María del discernimiento, que aprendamos a ver los síntomas de la voluntad de Dios.

- Ave María....

* María del discernimiento, que aprendamos a no desechar el dolor y la oscuridad en el proceso de nuestro discernimiento personal, comunitario y provincial.

- Ave María....

* María del discernimiento, que aprendamos a ser humanos, a desarrollar nuestras capacidades como base para poder discernir en verdad.

- Ave María....

Canto: Arcilla entre sus manos

No entendías sus palabras pero respondes con fe,
dejas que
su amor te guíe, confiando siempre en El.
Por su Espíritu
de vida te dejaste transformar,
te abandonas
en sus manos para hacer su voluntad.

Yo quiero ser arcilla entre sus manos.
Yo quiero
ser vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El.
Yo quiero ser arcilla entre sus manos.
Yo quiero ser
vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El, para El.

 

2. La decisión

Todo discernimiento tiene que terminar en una decisión. Decisión que a veces no es fácil, que nos obliga a escoger de entre cosas, valores y actitudes buenas, la mejor.

La decisión supone riesgo porque no se puede adivinar el futuro. La decisión es el primer paso para un proyecto.

La decisión supone fe, fiarse, confiar en Dios; supone abandonarse en sus manos.

Y la decisión supone voluntad firme en cumplirla y de seguir discerniendo.

Esto hizo María, que se nos presenta con todas estas características.

Oración

* María del Sí, gracias por tomar una decisión clara ante la solicitud de Dios.

- Ave María....

* María del Sí, gracias por asumir el riesgo de la oscuridad y del silencio en tu decisión.

- Ave María....

* María del Sí, gracias por entusiasmarte con el proyecto de Dios.

- Ave María....

* María del Sí, gracias por mantener firme tu decisión en momentos muy difíciles.

- Ave María....

* María del Sí, acompaña nuestras decisiones en nuestro proyecto personal.

- Ave María....

Canto: Arcilla entre sus manos

Madre, ayúdame a abrirme al deseo del Señor,
siendo pobre
en tu presencia a la escucha de su voz.
Que trabaje
El en mi vida como a ti te trabajó,
que me haga
más pequeño, que me cambie el corazón.

Yo quiero ser arcilla entre sus manos.
Yo quiero
ser vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El.
Yo quiero ser
arcilla entre sus manos.
Yo quiero ser
vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El, para El.

 

3. Nueve meses

Lo que una mujer vive durante los nueve meses de embarazo, sólo lo conoce ella: Cambios físicos, anhelos, temores, ilusiones, esperanzas, alegrías y tristezas.

Tú, María, no fuiste menos porque eras mujer. Escudriñar en tu mente no es fácil porque no lo dejaste escrito, como no lo deja escrito casi ninguna madre.

Permítenos que soñemos, que intuyamos tus sentimientos y que gocemos con nuestros sentimientos al contemplar los tuyos.

Oración.

(Y qué cortos y qué largos se hicieron los nueve meses! Largos para mi cabeza, para el corazón muy breves. Estaba dentro de mí y aunque a El no le sentía, sentía cómo mi sangre al rozarle sonreía. (Ave María)

Nadie notó en Nazaret lo que estaba sucediendo: que teníamos dos cielos, uno arriba, otro creciendo. (Qué envidia me tuvo el cielo durante los nueve meses! El albergó al Dios eterno. Yo tenía al Dios creciente. Qué fácil le fue todo al buen Gabriel! Vino, dio su mensaje y se fue. Se fue sin aclararme nada de nada, y dejó mil preguntas en mis entrañas. )Y quién me las responde si miro al cielo? )Este Dios sordomudo que llevo dentro? )Dios está en el cielo? )El cielo está en Dios? Y yo por los montes llevando a los dos (Ave María)

Si estaba hecho de carne )era carne de cristal? Y Yo pisaba con miedo, no se me fuera a quebrar. Cuando yo respiraba respiraba El; cuando yo bebía, bebía también el autor del aire, del agua y la sed. (Ave María)

)Y cómo podría ser Dios tan sencillo si dentro de mí pesaba poco más que un cantarillo? Yo acariciaba mi seno para tocarle, porque El estaba allí al tiempo que en todas partes. (Ave María)

(Qué fácil le fue todo al buen Gabriel! Dijo que es Dios y es hombre, dijo que es hijo y rey.... Ay en lo demás, Señor, puse la fe@. (Ave María)

Las jugarretas de Dios no hay nadie que las iguale: El es mi padre y mi hijo, yo soy su hija y su madre. Todos en la sinagoga clamaban por el Mesías y a mí me crecía dentro y sólo yo lo sabía. (Ave María)

Si yo no hubiera podido engendrar sin ser mujer )por qué los hombres desprecian lo más que se puede ser? Los niños de Nazaret corren y saltan conmigo: son como abejas que buscan miel en el rosal florido (Ave María)

Cuando yo me alimento, Dios de mi vida, )sostengo yo tu sangre o Tú la mía? Cuando miro en la fuente el agua clara, pienso que son tus ojos que se adelantan. (Ave María)

No sé qué dijo el ángel de un dolor y una cruz. Sé que en la noche sangro temiendo que seas Tú. Si yo he sido pobre Tú lo serás más. Porque Dios es pobre si es Dios de verdad. (Ave María)

Las mujeres con envidia contemplan mi gravidez y no saben que soy madre más que de carne, de fe. Cada noche miro al cielo y recuento las estrellas. Falta una y yo lo sé. (Pero qué ganas de verla! (Ave María)

José mira y me dice: )Cómo estás? )Cómo está El? Le respondo: Yo esperando y El ardiendo a todo arder. Antes de que Tú vinieras yo vivía en oración. Ahora ya )para qué si somos uno, los dos? (Ave M.)Cuando llevo hasta mi boca el tierno pan recién hecho, me parece que comulgo la carne que llevo dentro. Esclava soy, esclava fui, pero mis cadenas yo no las rompí: me las dieron rotas cuando nací.(Ave María)

Cuando escucho cómo saltas de gozo dentro de mí, pienso: )En un mundo tan triste le dejarán ser feliz? )Y Tú, pequeño mío, cómo vas a poder liberar a este mundo que esclavo quiere ser? (Ave María)

Temo que no será fácil, mi amor, que no será fácil ser salvador. Con mi Asi@ se abrió Dios mismo, y con su A@, mis entrañas, y con un A@ de los dos se abrió el reino de las almas. (Ave María)

Lo creo y no me lo creo, no me lo puedo creer, pues sé que El es más que un hombre siendo sólo yo mujer. Si dicen que fe es no ver las cosas con la mirada, yo sé que no he visto a nadie cuando El llegó a mis entrañas.

Canto: Arcilla entre tus manos

Yo quiero ser arcilla entre sus manos.
Yo quiero
ser vasija de su amor.
Quiero dejar
lo mío, para El.
Yo quiero ser
arcilla entre sus manos.
Yo quiero ser
vasija de su amor.
Quiero dejar lo mío, para El, para El.

 

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