LA PRESENTACION DEL SEÑOR
Oración Mariana

Primer momento:

ASus padres llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor@ (Lc. 2, 22)
Guía: Señor Jesús, tú que quisiste ser presentado al Padre en el templo, según estaba prescrito por la ley.
Todos: Enséñanos a ofrecernos contigo al Padre, imitando a María tu madre.
- Ave Marías.
- Gloria al Padre.

V/. Reina y Madre del Instituto Marista;
R/. Ayúdanos a vivir el espíritu de Marcelino.

 

- Canto: TU ERES DEL SEÑOR

Eres tan sencilla
como luz de amanecer,
eres tú María, fortaleza de mi fe.

Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.

Eres tan humilde
como el vuelo de un gorrión,
eres tú María el regazo del amor.

Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.

YO QUIERO ESTAR
EN LAS MANOS DEL SEÑOR
COMO TU, PARA AMAR,
EN LAS MANOS DEL SEÑOR,
COMO TU, COMO TU, COMO TU.

Segundo Momento:
AMirad, yo os envío mi mensajero para que prepare el camino delante de mí, y pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis@ (Mt. 3, 1)

Guía: Cristo salvador, tú que eres la luz para alumbrar a las naciones,
Todos: Ilumina a los que aún te desconocen y haz que crean en ti, Dios verdadero.
- Ave Marías.
- Gloria al Padre.

V./ Reina y Madre del Instituto Marista;
R/. Ayúdanos a vivir el espíritu de Marcelino.

Tercer Momento:
ALa Virgen María presentó al niño Jesús en el Templo, y Simeón, lleno del Espíritu Santo, lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios@ (Cfr. Lc. 2, 25-28).

Guía: Señor Jesucristo, deseado de todos los pueblos y contemplado por los ojos del justo Siméon,
Todos: haz que todos los hombre, por intercesión de María, puedan alcanzar tu salvación.
- Ave Marías.
- Gloria al Padre.

V/. Reina y Madre del Instituto Marista;
R/. Ayúdanos a vivir el espíritu de Marcelino.

- Canto: TU ERES DEL SEÑOR

Eres tan pequeña
como el canto de mi voz,
eres la grandeza de aquel que te modeló.

Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.

Eres tan hermosa
como el cielo, como el mar.
Eres tú, María, como el gozo de soñar.

Tú eres flor, eres del Señor,
te dejas acariciar por su amor.

YO QUIERO ESTAR
EN LAS MANOS DEL SEÑOR
COMO TU, PARA AMAR,
EN LAS MANOS DEL SEÑOR,
COMO TU, COMO TU, COMO TU.

Oración final: (OH SEÑORA Y MADRE MIA!
(Oh Señora y Madre Mía! me ofrezco todo a ti, y en prueba de mi cordial afecto, te consagro en este día mis ojos, oídos y lengua, mi corazón y todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de piedad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

 

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