)De dónde a mí que la Madre de mi Señor
venga a visitarme?
Reflexión Inicial.
María, después de su SI perfecto a Dios ha comenzado a ser la madre del Salvador y ella empieza a ejercer su acción maternal, no sólo sobre el Hijo que se va formando en sus entrañas virginales, sino sobre todo el mundo. Ella es portadora de Cristo y su salvación, "se fue de prisa a la montaña"; "miren, ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas" (Cant. 2, 8-14).
Canto: COMO A SU MADRE ACUDEN
Como a su madre acuden los hijos sin temor;
venimos madre a verte a darte nuestro amor.
Siguiendo tu camino hallamos a Jesús,
entre nosotros madre, todo lo hiciste tú (bis).
Madre tus hijos vienen cantando alegres una canción,
buscando en tu sonrisa, en tu regazo tu protección.
Ponen entre tus manos, manos ardientes, su corazón.
Te dicen que te aman, que siempre, siempre, tus hijos son
(bis).
Primer Momento.
7 Avemarías:
V/. Dichosa tú, la que has creído. El Señor te cubrió con
sombra. De ti nacerá Jesús, Hijo del Altísimo.
R/. Santa María, madre de Dios...
V/. Gloria al Padre.
R/. Como era en un principio.
Canto:
Madre tus hijos vienen cantando alegres una canción,
buscando en tu sonrisa, en tu regazo tu protección.
Ponen entre tus manos, manos ardientes, su corazón.
Te dicen que te aman, que siempre, siempre, tus hijos son
(bis).
Segundo Momento.
Lectura: Lc. 1, 39-45
Oración participada: Compartamos lo que el mensaje evangélico ilumina en nuestra vida. Agradezcamos la presencia de María entre nosotros.
Tercer Momento.
El encuentro salvífico no se realiza sin cooperación, sin salida al encuentro. Dice Isabel: ADichosa tú que has creído, porque se realizará todo lo que se te ha dicho@.
7 Ave Marías:
V/. Alégrate, llena de gracia, porque el Señor ha hecho en ti maravillas. Bendita tú, la madre del Señor. Dichosa te llamarán todas las generaciones.
R/. Ruega por nosotros, santa madre de Dios, ahora y en el momento del encuentro final con Jesús el Señor.
V/. Gloria al Padre.
R/. Como era en un principio...
Canto: COMO A SU MADRE ACUDEN.
Lleno de confianza acudo, madre, a ti,
pues sé que en mis peligros velando estás por mí.
Cual hijo que te ama procuraré vivir,
y en tu regazo, Madre, quisiera yo morir (bis).
Madre tus hijos vienen cantando alegres una canción,
buscando en tu sonrisa, en tu regazo tu protección.
Ponen entre tus manos, manos ardientes, su corazón.
Te dicen que te aman, que siempre, siempre, tus hijos son
(bis).
Para regresar a la página anterior utilice el botón de su Navegador.
Webmaster: H. Luis A. Dávalos V.