UN DÍA EN EL OLIMPO

Un cuento de Martina Matorras


Este cuento fue presentado en el Concurso realizado en 1999 en ocasión de los 125 años de la Escuela Normal Nro 2 "Mariano Acosta".

Ganador del Primer premio, categoría "C", 10-11años


 

 Un día en el Olimpo, Zeus estaba hablando con sus hijos Hércules y Apolo, sobre los Juegos Olímpicos.

Apolo le dijo a su padre:

-Padre, ¿tú irás a los juegos olímpicos?

Y Zeus respondió rápidamente:

-¡Claro que asistiré a esos juegos!

Luego parieron los tres en un espléndido carruaje.

Cuenta la leyenda que en Grecia, hace miles y miles de años hubo un enfrentamiento entre los dioses. Todos los dioses de Grecia estaban celosos de Zeus que era el principal entre los dioses.

Los demás dioses se reunieron para ver cómo destruir a Zeus.

Hera, diosa protectora de los nacimientos y los matrimonios, y esposa de Zeus, también quería ser dueña del poder supremo.

Hera, al enterarse de lo que los otros dioses le querían hacer a Zeus, se unió a ellos.

No se pusieron de acuerdo y se empezaron a pelear entre ellos. Por un lado, Hades, Ares, Hefesto y Atenea pensaron en que Dionisio, el dios del vino, las fiestas y el teatro, le dijera a Zeus que lo invitaba a una obra de teatro, después a una fiesta y después a tomar un vino. Así, emborrachado, llevarlo con el dios del mundo subterráneo y de los muertos, o sea, Hades, quien despertaría a sus muertos. Hefesto, el dios del fuego, se encargaría de quemarlo vivo y si eso no funcionara, que era lo más probable, Atenea , Ares y algunos muertos de Hares lo atacarían como en la guerra.

- ¡Oh, Zeus, qué suerte que te encuentro! -dijo Dionisio- Te quería invitar a ver una obra de teatro, luego de ella habrá una fiesta con unos vinos riquísimos. pero nada más será la fiesta para ti y para los actores, ¿vendrás?

- ¡OH!¡Por supuesto que iré!¡Me encantan tus obras y tus fiestas!-exclamó alegremente Zeus. 

- Entonces te espero hoy a las 18.45 a la vuelta del Olimpo.

- Está bien, iré con gusto.

Dionisio salió corriendo a contarles a Hades, Ares , Hefesto y Atenea.

- ¡Oh! ¡Zeus ha caído en la trampa! - dijo Dionisio.

- Es maravilloso! Ahora hay que hacer la obra . - dijo Ares.

Así empezaron a preparar la obra, la obra de traición y de suspenso.

Llegó el momento de la cita, Zeus estaba ansioso por ver esa magnífica obra, que ya presentía que iba a ser buena, como todas las de Dionisio. Estaba ansioso por celebrar con vinos ricos, ricos, muy ricos.A las 18.45 y 7 segundos llegó Zeus.

- ¡La obra estuvo fantástica, Dionisio! -dijo Zeus- Ahora iremos a tomar vino como me habías dicho, supongo....

Al final todo salió mal. Zeus no se emborrachó, bebió y disfrutó del vino con moderación, no le pasó nada. Hades despertó entonces a todos sus muertos para continuar con el plan , pero eso también fue un fracaso. Al no estar borracho no tenía la mente en blanco, podía pensar como nunca lo había hecho, el vino le había dado fuerzas y felicidad pero se mantenía lúcido. Los muertos no lo asustaron, Zeus pasó de largo frente a ellos como si no los hubiera visto.

Ahora todo el trabajo era de Hefesto, el dios del fuego, que debía quemarlo vivo.

Tampoco pudo. Los muertos, el fuego, no podían hacer nada.

La última parte del plan tampoco funcionó.¡Zeus era inmortal!

Seguía vivo, entristecido , dolorido y furioso por la traición de Hera.

- Yo era y seguiré siendo inmortal - dijo Zeus a sus hijos mientras el carruaje pasaba por todos los lugares por los que la leyenda había pasado.

Zeus irritado se enfureció con sus dioses, lo habían defraudado. Hera le pidió perdón pero Zeus no la perdonó.

Al sentirse culpable de lo hecho, estaba lanzando discos y se dio cuenta de que Juegos de alegría y de amistad podían solucionar todo. Así creó los JUEGOS OLÍMPICOS.

Zeus le contó la idea a Hera, Dionisio, Ares, Atenea y Hefesto. Los cinco que le habían tendido la trampa ahora tendrían un trabajo de equipo.

Dionisio se encargó de la inauguración de esos juegos y los festejos. Ares y Atenea, dioses de la guerra, se encargaron de formar los equipos y de las competencias. Hefesto, dios del fuego, prendió la antorcha. Hades revivió a sus muertos y los llevó a la inauguración.

- Su madre y yo fuimos, yo la he perdonado  y después de eso aparecieron en nuestro camino dos hermosas piedras brillantes y preciosas. -dijo Zeus.

- ¿Qué quisiste decir con eso? -preguntó Hércules.

- Que encontramos un tesoro: ustedes. Y ahora prepárense para jugar porque en un santiamén llegamos.

 

 

 

 

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