En eso Pepito levanta el dedo, la mosca se le para arriba, la agarra con la otra mano, abre la ventana, la bota, cierra la ventana y se vuelve a sentar. La profesora asombrada se le queda mirando.
Al día siguiente, la misma historia; se mete una mosca de nuevo y empieza a molestar... zzzzzzz, zzzzzzzz, zzzzzzzz..... la profesora se acuerda del día anterior y levanta su dedo pero nada. Pepito la mira y le dice:
- ¡Así no profesora! Primero se tiene que meter el dedo en el culo.