Había una vez una chica que desde pequeña soñaba con ser monja, y un día decide irse a un convento para cumplir su sueño.

Allí estuvo más de nueve años dedicándose a tomar sus votos, hasta que llega el día tan esperado de casarse definitivamente con Jesucristo.

Es entonces cuando son bautizadas con su nuevo nombre. Madre Superiora: "Tú hija, te llamarás María, Sor María; tu hija, te llamarás Teresa, Sor Teresa..."

Y cuando le toca a la muchacha en cuestión, le dice: "Tú te llamarás Rita, Sor Rita."

Es en ese momento la muchacha rompió en llanto, porque decía que ¿cómo una monjita se llamaría zorrita (Sor Rita)? Y decide enviar al Vaticano una carta donde hacía la petición de cambio de nombre.

Al cabo de los meses le envían el pasaje y todo lo necesario para ir a cambiarse el nombre, y llega al Vaticano...

Padre: "Hija, te hemos dado la oportunidad, pero debes saber que este nuevo nombre que tomes del papelito de la caja será el definitivo, ¡¡¡NO HAY VUELTA ATRAS!!!"

Sor Rita: "Sí Padre. Estoy segura que no habrá nada peor en esta vida que llamarse ZORRITA."

Padre: "Bueno, toma un nombre y encomiéndate a Jesús..."

Sor Rita toma el papelito y sin leerlo se lo da al Padre.

Padre: "Hija, de hoy en adelante serás SOR RAIMUNDA."

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