Estaban tres mujeres judías platicando de sus maridos:
 
Susi: Pues Leibe lo tiene chiquito, arrugadito y un poco oscurito. ¿Y Sergio?
Judith: ¡¡¡Sergio también!!! ¡¡Lo tiene muy parecido!!

Helen se queda callada y ellas le preguntan:
Y tu marido, ¿cómo lo tiene?
Ella responde: No sé. ¿M creerán que nunca se lo he visto? Pero hoy mismo le voy a pedir que me lo enseñe.
 
Al dia siguiente llega Helen francamente maltrecha, cojeando, totalmente amoratada de la cara, con un ojo y el labio inferior hinchados y con un brazo enyesado.
 
Sus amigas le preguntan: ¿Qué pasó?

Helen: Pues que ayer le pedi a Isaac que me lo enseñara y cuando lo vi le dije:
¡¡Mira!! ¡¡¡Igualito que el de Leibe y el de Sergio!!!

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