Sin embargo, como es habitual en México, los medios informativos
afectos a
los diferentes candidatos publican estudios de opinión que favorecen
a cada
preferido, mientras que algunos partidos difundieron comunicados que
citan
sólo encuestas y pseudo-sondeos que les dan como ganadores.
A poco más de un mes de las elecciones, el debate del viernes
por la noche
no despejó las dudas sobre quién gobernará México
durante los siguientes
siete años.
Además de las consultas sobre quién ganó el debate,
la cadena Televisa hizo
otra sobre si la confrontación de los candidatos había
cambiado la intención
de voto, y el 82 por ciento de los entrevistados dijo que no.
El candidato oficialista Francisco Labastida, del Partido Revolucionario
Institucional (PRI, con 71 años en el poder), fue el favorito
de las
encuestas serias durante el último trimestre de 1999 y el primero
del 2000.
Labastida, funcionario oficial y del PRI desde hace 35 años,
tenía entonces
entre el 40 y el 45 por ciento de intención de voto, según
muchos sondeos.
El candidato oficialista, de 57 años, sacaba hasta diez puntos
de ventaja a
Fox, ex ejecutivo de Coca-Cola y ex parlamentario de la misma edad,
que
representa en la batalla electoral al Partido de Acción Nacional
(PAN).
Pero en meses más recientes algunas encuestas han colocado en
primer lugar a
Fox, con ventaja ligera sobre Labastida, aunque el candidato conservador
afirma sin rubor que él gana en todos los sondeos y por amplio
margen.
En un país que lleva varios lustros instalado en el "tránsito
a la
democracia", los partidos, los candidatos y los medios, en mayor o
menor
medida, falsean los sondeos de opinión en forma muchas veces
demasiado
burda.
Apenas terminó el debate, el PRI difundió un comunicado
que citaba encuestas
de portales de Internet supuestamente favorables a Labastida, con cifras
que
no coincidían con las publicadas en dichas páginas de
la red.
Incluso algunos diarios favorables al tercer candidato en liza, el
centro-izquierdista Cuahtémoc Cárdenas, del Partido de
la Revolución
Democrática (PRD), dicen hoy que aún tiene posibilidades,
aunque los
estudios de opinión de empresas serias le dan sólo entre
el 10 y el 15 por
ciento de apoyo.
Cárdenas, de 66 años, ha sido alcalde de la capital mexicana
y aspira por
tercera vez consecutiva a la Presidencia de este país de cien
millones de
habitantes.
Una encuesta de la empresa Indemerc-Harris, que preguntó por
teléfono a mil
personas quién ganó el debate, otorgó a Fox el
46 por ciento, seguido por
Cárdenas con el 27.
Otro sondeo hecho por Radio Imagen, a la que respondieron 431 votantes
que
siguieron anoche el debate, dio también el triunfo a Fox, con
el 59,1 por
ciento, y dejó a Cárdenas y Labastida con un empate técnico
por el segundo
puesto, con el 20 y el 19,2 por ciento, respectivamente.
Pero el diario Unomásuno publica los resultados de cuatro encuestas
sin
datos técnicos que, en promedio, dan como ganador a Labastida
con el 37 por
ciento, con Fox y Cárdenas empatados en poco más del
27 por ciento.
Excelsior, otro diario favorable al PRI, destaca en primera plana un
sondeo
propio, por Internet, que concede a Labastida el 81 por ciento, a Fox
el 17
y a Cárdenas el 2.
El Grupo Reforma, que incluye el diario capitalino del mismo nombre
y varios
más en otras ciudades, divulga una encuesta propia con 611 llamadas
telefónicas, en la que Fox ganó el debate, con el 47
por ciento.
Si el 2 de julio hay un resultado estrecho entre Labastida y Fox, la
confusión que crearán las encuestas contradictorias,
más la falta de
credibilidad de la mayoría de los candidatos, medios y partidos,
puede
causar un conflicto de graves consecuencias, opinan analistas extranjeros.
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