Calibración de componentes

   En principio, no tenía previsto dentro de la Galería Técnica, incluir las explicaciones que voy a dar en esta página, pero varias personas me han solicitado consejo al respecto, y es por lo que he decidido exponerlas aquí.

 



      Vamos a explicar en esta página el proceso de calibrado de los distintos elementos que intervienen en el escaneado, visualizado, y posterior impresión de nuestras imágenes.


   Programas como Photoshop tienen sus propias utilidades de calibración de pantalla, es decir conseguir que lo que vemos en el monitor sea un reflejo exacto de lo que posteriormente veremos impreso, pero no todo el mundo tiene dicho programa y además lo que sigue está dirigido a quienes únicamente disponen de una impresora convencional y no utilizan la cuatricomía, por lo tanto explicaremos conceptos generales aplicables a todos los programas de edición de mapas de bits.

   Parece lo más lógico comenzar calibrando el escaner, ya que es el primer componente que utilizaremos para capturar imágenes, sin embargo el escaner es lo último que calibraremos.

PRECALIBRACIÓN DEL MONITOR

   Encendamos nuestro ordenador y dejemos calentarse el tubo de rayos catódicos del monitor durante unos quince minutos para que se iguale la emisión electrónica de los tres cañones de Rojo, Verde y Azul.

    Si nuestro monitor está en buenas condiciones la pantalla no presentará ninguna tonalidad dominante, es decir no predominará ninguno de los tres colores anteriormente mencionados, siendo su tonalidad completamente neutra.
    Esto lo podemos constatar abriendo cualquier imagen de escala de grises y viendo que no vire hacia ningún color determinado.

    Ajustemos el brillo y el contraste a un nivel que nos sea cómodo para trabajar, dependiendo de la luz ambiente y ya estamos preparados.


   Seguidamente abriremos una imágen que encontremos en algún CD de alguna revista ó cualquier otra que consigamos por Internet. Procuraremos que sea una imagen con colorido vivo y que contenga una gran variedad de colores. También procuraremos que contenga zonas con sombras y degradados suaves. En una palabra una imagen "normal y corriente" con un contraste normal. Pero por favor, que sea una imagen de 24 bits (16 millones de colores) como mínimo.

   Si la vemos demasiado clara ó demasiado oscura, retocaremos los controles de brillo y/o contraste hasta mostrarla correctamente en pantalla. ( Las imágenes de los CD's y las que circulan por Internet se supone que no son imágenes subexpuestas ó sobreexpuestas, por lo que cabe suponer que su gradación tonal es la correcta ).

    Una vez retocados los controles de brillo y/o contraste, si ha sido necesario, los dejaremos en esta posición y de momento nos olvidaremos de ellos.

Con este paso, tenemos "en principio" precalibrado el monitor


CALIBRACIÓN DE LA IMPRESORA

   Encendamos seguidamente la impresora y procedamos a imprimir la imagen visualizada en pantalla, pero con las opciones por defecto de la impresora, es decir tal como viene de fábrica, sin modificarle ni brillo, contraste ni variarle la predominancia de ninguno de los colores (si es que la impresora lo permitiera).
   Pero imprimámosla en el papel adecuado y con la calidad de impresión máxima. Es decir, ya que queremos imprimir algo "digno", hagámoslo en papel fotográfico, glossy ó film, y utilicemos el cartucho de calidad fotográfica si la impresora lo permite.

    Pero hay que tener en cuenta una cosa, y es que la impresión saldrá diferente dependiendo del papel utilizado por lo que "en principio" procuraremos utilizar el papel original de la misma marca que la impresora, ya que "se supone" que es el más idóneo para ella.
    Luego, cuando hayamos cogido experiencia ya tendremos tiempo para "jugar" con otros tipos y marcas de papel
.

   Una vez finalizada la impresión, dejémos que la tinta se "siente" unos minutos, ya que hay papeles que recién impresos presentan una ligera tonalidad dominante de algun color específico, tonalidad que desaparece a los pocos minutos.

    Comparemos la imagen impresa con la que estamos viendo en pantalla y decidamos si está igualada ó no.

    Pueden suceder dos casos: que la imagen impresa sea más clara que la de la pantalla ó que sea más oscura.

CALIBRACIÓN FINA DEL MONITOR

   Si la imagen impresa es más clara podemos probar a subir el nivel de brillo del monitor hasta igualarla con la copia impresa, pero ojo, solamente si es un ligero retoque, ya que si habíamos dado por sentado que habíamos "precalibrado" el monitor a un nivel cómodo para trabajar, si lo subimos en exceso estaremos trabajando con un brillo de pantalla excesivo y esto será molesto y dañino para nuestros ojos.

    En caso de que la diferencia sea muy grande, hagamos lo siguiente: Imprimiremos otra copia pero modificando el brillo en las opciones de la impresora, es decir como la copia salió muy clara con respecto a lo visualizado en pantalla reduciremos el brillo en dos ó tres puntos y observemos el resultado.

    Después de algunas pruebas llegaremos a la opción correcta, por lo que recordaremos para siempre que cantidad de puntos hay que variar en la impresora para conseguir una copia idéntica a la de la pantalla.

   Si la imagen impresa es más oscura, bajaremos el nivel de brillo del monitor hasta igualarlos, pero si este retoque resultara excesivo procederíamos a la inversa que en caso anterior, es decir aumentaríamos el brillo en la impresora los puntos necesarios hasta conseguir la igualación.

   Por supuesto nos hemos referido solamente al nivel ó brillo general de la imagen, pero es válido también en cuanto al contraste, por lo que para igualar éste hay que repetir los pasos centrándonos en esta opción.

    El problema es que cuando hemos hecho una docena de impresiones, ya no sabemos discernir cual es la que está mejor y que opción le dimos en la impresora en cada momento, por lo que indicamos un sistema para no "hacernos un lío":

   Hacemos una impresión con unas determinadas opciones y sobre ésta las anotamos con un rotulador, (por ejemplo: monitor posición brillo .4, posición contraste .5, opciones impresora +5 de brillo / -3 de contraste,...etc.), para así ir variando las opciones y luego decidamos a la vista de todas juntas cual es la mejor.

  Hasta aquí, hemos intentado explicar como conseguir que lo que vemos en pantalla sea igual a lo impreso en papel, y no es poco, ya que parece ser que es un problema bastante general entre los no iniciados.

  Nos compramos una bonita impresora con calidad fotográfica, imprimimos un par de "fotos" y nos desilusionamos con los resultados, por lo que desistimos de continuar en este apasionante mundillo. Y hablamos así, porque en el Centro de Reprografía JCM, oímos estas afirmaciones con bastante frecuencia a muchas personas, que pretendían confeccionarse sus propias y personalizadas carátulas de CD's, de cintas de Video, etc..., y que desisten ante la pobreza de los resultados conseguidos.

Con este paso, tenemos calibrado el monitor y la impresora
Ni tocarlos de aquí en adelante

CALIBRACIÓN DEL ESCANER

    Bien, sigamos para atrás, vamos a calibrar ahora el escaner:

  Invoquemos el Twain ó la utilidad de adquisición de imágenes apropiada, y escaneemos una fotografía de cualquier tamaño (10x15, por ejemplo), a los dpi's que queramos y que presente colorido variopinto, es decir una amplia gama de colores, y hagámoslo con las opciones por defecto del escaner, es decir en posición automática y con la opción apropiada, es decir si dispone de escaneado de fotografías con ésta.

    Leer las instrucciones del escaner, normalmente hay que dejarlo un tiempo de unos 20 minutos encendido antes de utilizarlo hasta que se estabilice la temperatura de color.
    (A mi particularmente me ha sucedido que al escanear una antigua fotografía de 60x50 en nueve trozos diferentes, la tonalidad del primer trozo escaneado era distinta a la del último, y esto no es muy grave si se trata de una fotografía para posterior manipulado en escala de grises, ya que luego hay que desaturarla, pero si se trata de una fotografía en color hay que proceder a igualar todas las tonalidades y esta es un trabajo mas laborioso que volver a escanearlas de nuevo).

   A continuación "ver lo que aparece en pantalla" y comparar con la fotografía original: si está demasiado oscuro ó demasiado claro, mucho ó poco contrastado, seleccionar en el escaner la opción manual e ir jugando con los valores de brillo y/o contraste hasta conseguir que "lo que salga en pantalla sea igual a la fotografía original".

Con este paso, tenemos calibrado el monitor, la impresora y el escaner
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Espero que os hayan servido de alguna ayuda las anteriores explicaciones; a mi, este sistema
me ha ido de maravilla, tanto al cambiar de monitor como de impresora y escaner.

                                                                                 DovArt

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