Epidemia de polio
|
Algunos temas de la entrevista
|
La Doctora nos cuenta cómo vivió la epidemia de poliomielitis Empezó en otoño, en el mes marzo. Si, la epidemia grande comenzó en el mes de marzo. Yo me acuerdo que estaba de vacaciones en Pinamar y me llamaron, me llegó un telegrama urgente del instituto de microbiología, "venga enseguida porque hay una epidemia terrible, la necesitamos". Me acuerdo que tuve que interrumpir mis vacaciones y tuve que irme a trabajar al instituto de microbiología Malbrán donde llegaban centenares de muestras todos los días, especialmente del hospital de niños y del hospital militar. Así que ha sido una epidemia terrible y la única forma para hacer un diagnóstico urgente era trabajando con células humanas porque este virus crece bien, se multiplica bien, solamente sobre células humanas o sobre células de mono rhesus., el mono rhesus que es el mono más parecido al humano. No sobre los monitos que tenemos acá, justamente sobre estos no prende. Yo tenía que rotular todos los días, preparar centenares de tubos con células humanas y al día siguiente yo las infectaba con el material que me mandaban de los chicos, que podía ser cualquier material; de sangre, de esputo, de orina, de materia fecal. Yo tenía que separar el virus y ponerlo sobre las células para ver si se destruían, entonces el diagnóstico era positivo. Miren, tenía un trabajo tan terrible que yo trabajaba hasta media noche para dar abasto, para contestar a todos los pedidos que me hacía de diagnóstico. Como tenía miedo de que al día siguiente alguien del personal del instituto Malbrán se infectar, yo a la noche, a media noche generalmente, ponía todo el material que había utilizado durante el día en medio del jardín del instituto Malbrán, le ponía nafta encima y le daba fuego, porque sino no me iba tranquila. Yo tuve que enviar a mis hijos a vivir al Uruguay durante por lo menos 3 ó 4 meses, por suerte tenía un primo ahí que me los recibió, porque yo sería un peligro continuo en mi casa, aunque me cambiaba completamente de pies a cabeza, los zapatos, todo, pero podía ser un peligro muy grande con chicos adolescentes. Los sábados a la noche iba a visitarlos y volvía el lunes a la mañana trabajar. Tenía un trabajo tan terrible que yo trabajaba hasta la media noche para contestar a todos los pedidos que me hacían de diagnóstico. Como tenía miedo que al día siguiente, alguien del personal del instituto Malbrán se infectara, y a media noche ponía todo el material que había utilizado durante todo el día , lo ponía en medio de un jardín del Instituto Malbrán, le ponía nafta encima y le daba fuego porque si no, no me iba tranquila. Y tuve que enviar a mis hijos a vivir al Uruguay durante por lo menos 3 ó 4 meses; por suerte tenía primos, porque tenía contagiarlos, a pesar que yo me cambiaba toda la ropa zapatos, todo, pero era un peligro muy grande para mis chicos que eran adolescentes. Vale decir que los sábados a la noche viajaba para visitarlos y el domingo volvía acá. Yo me cambiaba totalmente cuando salía del Instituto. Malbrán porque tenía terror de infectar a mis hijos, por esos los mandé a otro país con sacrificio porque tenía que pagar, pero acá era terrible porque los chicos se morían como moscas o quedaban totalmente paralíticos. |