La fotografía de una joven fue encontrada. Debe tener una historia.
¿Donde? ¿Cuando? ¿Porqué?
La instalación muestra el momento culminate de esa historia.
QueridaLaura
Instalación Dramática Interactiva.
De Ibrahim Guerra.
ESPACIO.
En un espacio cualquiera, no mayor de 3 metros, próximo a una pared, se encuentra una pequeña mesa. Sobre ella, diversos objetos personales de Laura: Una Biblia, un misal y una mantilla, fotografías, de ella, tomadas recientemente o de cuando se encontraba aun en su pueblo natal, Rising Sun, grupos familiares, tía Carolina, tío Ignacio, compañeros de estudios, etc. En un lugar preeminente, enmarcado en un portarretratos, la fotografía de Gliff, joven negro. Este luce con orgullo un uniforme militar. Podría haber sobre la mesa un pequeño florero, justo debajo de la fotografía de una imagen católica. A esa misma pared, se encuentra también colgada una pizarra de corcho, en la cual se encuentran pinchadas tarjetas postales y cartas enviadas a Laura por su madre, desde Rinsing Sun.
Sobre la mesa puede verse una carta escrita recientemente por Laura.
También un pequeño cofre que contiene objetos personales de Laura, souvenirs, tarjetas o servilletas escritas a mano con textos que expresan la admiración y simpatía que Laura despierta entre sus amigos, profesores y compañeros de estudios.
El ámbito escénico está iluminado por la luz de una lampara que cuelga del techo. Se podrá escuchar, de procedencia desconocida, una música estrictamente popular que recuerde el lugar y la época en la cual transcurre la acción.
Todos estos escritos, así como cualquier otro contenido en algún cuaderno de apuntes, el álbum de fotografías, cofre de objetos personales, joyas, etc. podrán ser leídos y revisados exhaustivamente por quienes presencien la instalación.
Ninguna de las personas involucradas en la acción se encontrará en el espacio. Se conocerán sus pensamientos y decisiones a través de sus escritos.
Especial agradecimiento a:
Xavier Domingo, Francisco SanClemenrte, Chriss Melzer y Beatriz Nunez.
PERSONAJES,
LAURA, 23 años, próxima a concluir sus estudios de pedagogía en la ciudad de Nueva York.
GERTRUDIS, su madre, 55 años, vive en Rinsing Sun, Havre de Gress, Maryland, USA.
CLIFF. 26 años, Militar, novio de Laura
La acción transcurre en la ciudad de Nueva York, en 1953.
![]() |
Laura y Cliff, New York, 1953. |
![]() |
Laura, Rising Sun, 1946 |
![]() |
Gertrudis con su hermana. |
LA CARTA SOBRE LA MESA.
Queridos padres y adorado Cliff,
Cuando lean esta carta ya yo estaré muerta.
No quiero que se sientan culpables ni responsables por mi decisión
de morir. Adorado Cliff, antes de
irte a la guerra yo sabía que estaba esperando un bebé, fruto
de nuestro amor. No quise decírtelo
para que no abandonaras la idea de formar parte en Corea del batallón
24 que tanto honor le ha dado
a América. Sé que no estás de acuerdo con la guerra, pero
también sé que estarías dispuesto a morir
en ella por defender a nuestro país.
No sé si hice bien en confesarle mi situación al sacerdote, hoy en San Patricio. Me dijo que yo había cometido un pecado imperdonable y que mi alma no tenia salvación y está condenada por el resto de mi vida y por toda la eternindad. Cliff, cuando hablamos de la posibilidad de tener un hijo, pensaste que sería maravilloso, pero imposible, porque nadie en el mundo iba a aceptar a nuestro hijo, y él sería despreciado por todos. Por los de tu raza y los de la mía. Los niños evitarían jugar con él y eso te hubiera provocado un dolor más fuerte aún del que sientes por saberte tú mismo despreciado en el país donde naciste y del que expresas orgulloso que ni una, ni dos, ni muchas guerras podrían ser suficientes para defenderlo.
No quise abortar a nuestro hijo, como lo han hecho con el suyo algunas otras mujeres, porque no hubiese podido soportar la idea de haber matado a mi propio hijo. Por eso, prefiero morir con él.
Cliff, lo hago sin honor, pero deseo que cuando llegue ese momento para ti, hayas alcanzado el de haber luchado con valentia y obtenido la medalla al honor que se le otorga a quienes dan su vida por defender a su patria.
Y a ustedes, queridos padres, quiero decirles que he comprobado que aunque he terminado los estudios como profesora, no estoy preparada para enseñar a los niños de Rising Sun. ¿Cómo explicarles a ellos que deben empezar por no odiar a mi propio hijo, y tratarlo como si fuera igual a ellos?.
Quiero rogarles a todos que pidan por el descanso eterno de mi alma, yo, a donde quiera que vaya, y si Dios me lo permite, vigilaré para que todos sean felices y vivan en paz.
Laura.
CARTAS DE GERTRUDIS. (DEBEN PODER SER LEIDAS CON FACILIDAD).
Rising Sun, 2 de abril de 1953
Querida Laura,
Aunque aun faltan dos meses para estés de nuevo con nosotros, ya tenemos todo listo para cuando llegue ese momento. Todos en el pueblo desean verte, ¿te acuerdas de Tommy?, Él también, al igual que tú, se gradúa este mismo año. ¡No sabes lo feliz que me hace sentir verte convertida en una profesora!. ¡Ese día será maravilloso!, tu padre y yo estaremos allá, contigo, para traerte de nuevo con nosotros al pueblo donde naciste y creciste. Eso te hará muy feliz.
Yo me imagino lo difícil que debe ser estudiar para ser profesora de geografía y de historia. Que lindo va a ser verte enseñar la historia de América a los niños de Rising Sun. Ahora que ya eres profesora de historia debo contarte la que ocurrió con un negro que agarraron en la casa de Loretta. Se había robado unos víveres, un pedazo de carne y unas frutas. Gracias a Dios, dieron con él, y lo ajusticiaron. No nos extraño que fuera precisamente Loretta la que lo escondiera en su casa de Colora. Todos los hombres blancos que la visitaban dejaron de hacerlo cuando se enteraron de que también lo hacían negros. No quisieron volver a saber de ella, y la denunciaron a la policía, pero en lugar de irse del pueblo, y hasta del estado, es una desvergonzada, siguió viviendo en Colora.
Al negro lo sacaron a la fuerza de su casa. No se dejaba atrapar. Cuando lo quemaron gritaba que era inocente. Fue espantoso oírlo gritar como un animal, como una bestia salvaje. Es horrible oírle a un negro gritar que es inocente, porque, ¿cómo puede ser inocente un negro?. Dios es misericordioso, murió lentamente, y sufrió hasta el último momento. Yo estoy segura de que sufrió, porque no dejaba de gritar mientras las llamas lo quemaban. El olor era espantoso. No pudimos ver cuando terminó de morir, porque nos fuimos, Tampoco pudimos aguantar aquel espectáculo, pero, ya cuando nos fuimos, yo creo que ya había muerto, porque había dejado de gritar.
Es horrible ver morir a un negro, porque uno quisiera, como es natural, que muriera rápido, pero a la vez que no muriera nunca cuando lo queman, para que siga sufriendo eternamente, pero, ¿para que va a vivir un negro?, Si ya se ha determinado que sean libres, lo mejor que puede pasar con ellos es que mueran.
Fue una estupidez permitir que los negros fueran libres.
Debo hablarte de tu padre. Está bien, pero últimamente le he venido notando algo extraño, no sé de qué se puede tratar, se queda con la cara estática, y la mirada fija, como pensando en algo que no me quiere decir. Debe ser por lo de la jubilación. No creo que sea nada grave, porque él tiene buena salud.
Él te envía la bendición, al igual que yo y tu tía Carolina,
Besos,
Tu madre.
Rising Sun, 20 de abril de 1953
Querida Laura,
Cada día que pasa es un día menos que te separa de nosotros. Tu papá está muy feliz. Cuando obtenga la jubilación, ya tú estarás dando clases en la escuela parroquial. Él dice que seguirá siempre dejando que el reloj suene todos los días a la cinco de la mañana, porque le va a resultar imposible a él vivir sin tener que seguir despertándose a esa hora todos los días que le quedan de vida, que serán muchos, porque aunque lo jubilan, tu padre tiene mucha salud. Lo malo es el temblor en las manos, que se le se ha acentuado. A veces camina con dificultad.
Al principio se le caían las cosas de la mano. Eso a mí me desagradaba mucho, porque se le caía la taza del café en la alfombra. Eso hizo que me preocupara mucho, que manchara la alfombra con tanta frecuencia. ¡Cómo me desagrada que la alfombra esté sucia!. Por eso pensé que ya era hora de visitar a un medico. Yo pienso que eso se debe a que está muy nervioso porque se aproxima la fecha de tu llegada y la fecha de la jubilación.
Tu tío Ignacio dice que tu padre va a tener que ir al psicólogo para que el psicólogo le explique la manera de acostumbrarse a estar jubilado. Dicen que allá en Nueva York hay muchos psicólogos, pero aquí no hacen falta, aquí no hay locos. Ignacio dice que los psicólogos son propios de la era moderna que vivimos, yo no veo que estemos viviendo nada nuevo, lo único nuevo que estamos viviendo es que los negros ahora pretenden pedir derechos. Hay un negro por ahí que dice que ellos tienen derechos iguales a los de los blancos. Si eso ocurriera, yo creo que estaríamos cerca del fin del mundo.
Lo del negro de la casa de Loretta fue espantoso, y fue Tommy quien pudo resolver el asunto,... Te lo voy a contar después, porque tu padre me llama, Se dispuso a escribirte una carta, pero no pudo continuar por los temblores en su mano derecha, que es con la que escribe. Si hubiera sido en la mano izquierda, hubiera podido terminarla, pero, ahora que lo pienso, creo que también le tiembla la mano izquierda. Me hizo prometer que no te comentaría nada. Él no debe saber nunca que te lo he contado.
¡Me volvió a llamar!. Creo que voy a terminar por ponerme nerviosa yo también.
Recibe un beso, y luego te sigo contando lo de Loretta.
Tu madre, que te adora..
Rising Sun, abril, 1953
Querida Laura,
Voy a terminar de contarte lo que pasó con el negro en la casa de Loretta. Tommy se comportó como un héroe. ¿A que no adivinas en donde encontraron al cochino negro?. Estaba escondido en el escaparate de la habitación. No quería salir de allí, porque sabia lo que lo esperaba, pero lo sacaron a la fuerza, gritaba que no le echaran gasolina. Tenían que haber empezado por arrancarle la lengua.
No vamos a invitar a Luccy a la fiesta, no nos gusta lo que le pasó. A nosotros, a tu padre y a mí, y a todos en el pueblo no nos extrañó que se casara como lo hizo, ya comenzaba a notársele el embarazo. Ella dice que el bebé nació prematuro, que eso suele ocurrir. Nosotros sabemos que eso puede ocurrir, pero no con las que se casan en forma apresurada, sino con las muchachas decentes.
¡Tommy si vendrá!. Tommy se ha convertido en un hombre muy formal y muy serio. Estamos muy orgullosos de él. El no tuvo necesidad de salir del pueblo para estudiar leyes, no como en tú, que tuviste que dejarnos por cinco largos años. ¡Qué pena debes haber sentido!
Tengo muchas otras cosas que contarte, hija, pero, o voy a dejar para después, porque parece que tu padre acaba de botar algo. Me da mucha pena con él, porque no deja de temblar. Tiene que mantener las manos en los bolsillos del pantalón para que la gente no lo note. Voy a hablar con el médico, aunque él se oponga.
Pensaba ir ayer, pero cambié de opinión. Carolina oyó decir que habían visto a dos negros bajarse de un autobús en Colora. Es probable que hayan entrado a Rising Sun. El padre John dice que él está de acuerdo en que hay que detener a los negros, y matarlos. En realidad, él no dijo exactamente eso con respecto a los negros, sino que se refirió a los asesinos y a los delincuentes, pero, todos sabemos que es lo mismo. El domingo pasado en el sermón, se refirió a que nuestro señor Jesucristo había hablado de igualdad, pero, digo yo, para él, para Cristo, era muy fácil hablar de igualdad en una región donde no había negros. Si Jesucristo hubiera vivido en América, seguro que no hubiera dicho nada a la respecto de la igualdad de la gente. Dios, en la Biblia no habló de negros, sino de seres humanos.
Tu padre me llama, voy a ver qué le pasa. Luego continúo con otras cosas que tengo que contarte.
Recibe nuestras bendiciones.
Tu madre.
Rising Sun, 30 de mayo de 1953
Querida hijita,
Te voy a confesar algo que Tommy me comentó hace dos días. Me preguntó si tú tenías un novio en Nueva York!. Se le puso la cara roja de la vergüenza, y yo le respondí la verdad, le dije que no, que tú solo estabas al tanto de tus estudios para terminarlos lo antes posible para regresar a Rising Sun. Yo no sé como pudo ocurrírsele una cosa semejante de nuestra pequeña Laura, si aun eres una niña, aunque cumplido los 23 años. Serás la profesora más joven de la escuela parroquial. El Padre John está muy feliz de que sea en la escuela parroquial en donde comenzarás a enseñar.
El vestido para la graduación está listo. Tal vez necesite algunas correcciones en las medidas, pero yo creo que serán muy pocas. Voy a llevar los implementos de costura.
Vamos a tener tiempo para muchas cosas. Yo salgo para Nueva York el próximo martes, me voy en el tren de las dos de la tarde. Quise planificar salir en la mañana, pero tu padre se opuso, dice que no puedo dejarlo solo durante tanto tiempo. A él le dieron permiso en el laboratorio solo para que falte el jueves en la tarde y el viernes. Va a llevar el automóvil. Yo no quería que manejara durante tanto tiempo. También le dan los temblores cuando maneja el automóvil, pero él dice que el viaje dura tan solo cuatro horas. Quizás tenga razón, lo difícil para él va a ser manejar en Nueva York. ¡Con lo difícil que es!, ¿Te acuerdas cuando te llevamos, hace cinco años?, Juramos que más nunca volveríamos a volver con el automóvil a Nueva York. Esos turcos, medios negros, que manejan los carros de alquiler, parecen locos. ¿Es cierto eso de que allá los negros caminan libremente por las calles?. Yo creo que haría falta allá un alcalde como el que tenemos aquí. Ya pronto vas a dejar esa ciudad tan bulliciosa, y te vendrás a vivir con nosotros.
Esther y Raquel van a venir a la fiesta. Ellas no me gustan, porque en su familia no son católicos, pero, igual, como si lo fueran, tienen mucho dinero. También Marianna, Sussanne, Margarette, Helene, y sobre todo, alguien por el que todas ellas suspiran, Tommy. Todas las muchachas se lo disputan!. No sé durante cuanto tiempo seguirá estando soltero, porque es muy buenmozo, y ya ha comezado a trabajar como abogado.
Te vuelvo a escribir pasado mañana, querida hijita, por ahora recibe nuestras bendiciones y todo nuestro amor.
Tu padre y tu madre que te queremos con el alma.
Quinta carta, la más reciente.
Rising Sun, junio 10, 1953
Querida hijita,
He estado muy ocupada con los preparativos para la fiesta. No hemos querido invitar a mucha gente porque será el domingo, cuando estemos de regreso, y tú vas a estar muy cansada. Parece mentira, pero, con lo cerca que está Nueva York de Rising Sun, muy pocas personas de aquí han estado allá. Yo tampoco conociera a Nueva York, si no fuera porque estuve allá cuando te llevamos al colegio. Algunos estan esperando tu regreso, ¡adivina para qué!, Para que les cuentes como es Nueva York. Sobre todo Sussanne y Margarette. Ellas dicen no les gustaría ir nunca a Nueva York porque temen perderse, pero no perderse por las calles, sino perder la virtud. Luccy no va a venir a la fiesta porque no la vamos a invitar. Todos en Risisng Sun hemos decidido cruzar la calle cuando la vemos venir por la misma acera. Ella, que es una desvergonzada, continúa avanzando. Esto te lo cuento porque quiero que estés preparada y que cuando llegues, ya conozcas todo lo que ha ocurrido en tu ausencia.
Creo que esta es la última carta que te escribo. Pronto hablaremos personalmente. ¡No sabes con que emoción y expectativas te esperamos!. Tu tía Carolina está muy feliz con Robespierre. Yo no te había hablado de Robespierre porque tu padre se opuso a que yo lo te contara lo que ocurrió con Dubby. Engordó una barbaridad después de que le hicieron eso horrible que le hacen a los gatos para que no tengan gatitos. Nos dio mucho dolor cuando supimos que el diagnostico del veterinario era que no podía seguir viviendo, pero Dios es misericordioso, y Samantha, que es muy generosa, le regaló un nuevo gatito a tu tía Carolina, de los le nacieron a su gatita Marbella. Tuvo tres gatitos, y Samantha le regaló uno de ellos a tu tía Carolina. Ya lo conocerás. Carolina dice que se parece a Robespierre, y yo me río de suponer quien puede ser es bendito Robespierre. ¡Cómo no sea un negro, todo va bien!, Pero creo que no se trata de un negro, porque tu tía Carolina es una mujer sensata y jamas le pondrá el nombre de un negro a un gato tan bonito como Robespierre. Algún día ella me dirá de donde sacó ese nombre tan raro.
Bueno, hija, no vemos el día y la hora de volverte a ver y, sobre todo, ya graduada de profesora. Llego el miércoles de la próxima semana a Nueva York, el tren sale a la 1 de Havre de Grace, y solo demora tres horas. Aunque hará calor, voy a llevar unos cuantos abrigos. En una ciudad tan extraña como Nueva York, uno nunca sabe qué puede pasar.
Recibe todas nuestras bendiciones de tus padres que te quieren con toda su alma.
Tu madre y tu padre que te queremos y deseamos ver pronto.
La carta sobre la mesa.
Nueva York, junio, 14, 1953
Queridos padres y adorado Cliff,
Cuando lean esta carta ya yo estaré muerta.
No quiero que se sientan ni culpables ni responsables por mi decisión de morir. Hace dos semanas me enteré de que estoy esperando un bebé, fruto de nuestro amo, Cliff. No quise decírtelo para que no abandonaras la idea de formar parte en Corea del batallón 24 que tanto honor le ha dado a nuestro país. Sé que no estás de acuerdo con la guerra, pero tambié sé que estarías dispuesto a morir por defender a nuestro país.
No sé si hice bien en confesarle mi situación al sacerdote. Me dijo que yo había cometido un pecado imperdonable y que mi alma no tenia salvación y estariaocndenada por el resto de mi vida y por toda la eternindad. Cliff, cuando hablamos de la posibilidad de tener un hijo, pensaste que seria maravilloso, pero imposible, porque nadie en el mundo iba a aceptar a nuestro hijo, y él seria despreciado por todos, por los de tu raza y los de la mía. Los niños evitaran jugar con él y eso te hubiera provocado mucho dolor, más fuerte aún que el que sientes por saberte tú mismo despreciado en el país donde naciste y del que expresas orgulloso que ni una, ni dos, ni muchas guerras podrían ser suficientes para defender a nuestro país.
No quise abortar a nuestro hijo, como lo han hecho con el suyo algunas otras mujeres, porque no hubiese podido soportar la idea de haber matado a mi propio hijo, por eso, prefiero morir con él.
Cliff, y ya que yo lo hago sin honor, deseo que cuando llegue ese momento para ti, hayas alcanzado el de haber luchado con valentia por nuestro pais y obtenido la medalla al honor que se le otorga a quienes dan su vida por defender a su patria.
Y a ustedes, queridos padres, quiero decirles que he comprobado que aunque he terminado los estudios como profesora, no estoy preparada para enseñar a los niños de Rising Sun. ¿Cómo explicarles a ellos que deben empezar por no odiar a mi propio hijo, y que deben tratarlo como si fuera igual a ellos?.
Quiero rogarles a todos que pidan por el descanso eterno de mi alma, yo, a donde quiera que vaya, y si Dios me lo permite, vigilaré para que todos sean felices y vivan en paz.
Laura.
FIN.