DRAUCO -la compañía de la acción-
está conformada por 15 integrantes: siete actrices, cuatro
actores, dos directoras, un coreógrafo y un músico. Durante dos
años han trabajado para lograr un montaje de calidad de Divinas Palabras de Don
Ramón del Valle Inclán, obra muy importante en la historia
dramática, tanto por los temas que trata, como por su innegable
belleza poética.
Divinas Palabras, uno de los más importantes trabajos de Valle-Inclán, fue escrita en 1920. Con sus tres jornadas, 20 escenas, 72 acotaciones, 1130 parlamentos y 38 personajes, la obra del dramaturgo gallego, posee una perfección estructural, un carácter mágico y una complejidad temática tan rica, que puede ser leída e interpretada desde casi cualquiera de los horizontes que conforman la realidad. El texto, lleno de sensualidad y de erotismo, contiene múltiples conflictos e innumerables imágenes surrealistas.
Desde la óptica de la crítica religiosa, moral, y por qué no, ética, esta tragicomedia de aldea, como él mismo la llama, muestra la perfidia y la hipocresía moral del cristianismo decadente confrontando la ética miserable de la gente, desarrollando con esto un gran panorama del dolor y del profundo proceso de la transformación económica, política y social que sucedía en España en ese momento. Nada alejado a la contemporaneidad mexicana.
La creatividad de Valle-Inclán para describir el drama de los insensatos habitantes del universo de Divinas Palabras es tan grande, que transforma a la gente miserable en su privilegiado protagonista. Ninguno de los personajes pertenece a la alta sociedad o habla en su nombre, como había ocurrido con anterioridad en su trabajo previo. Este es un mundo singular, habitado por un conglomerado de tramposos, gente religiosa, mujerucas chismosas, limosneros, ladrones y hampones de toda clase, con los que sin embargo, es fácil para el espectador identificarse.
Divinas Palabras es un gran cuadro dramático en el que los abandonados hablan acerca de la naturaleza humana a través de una objetiva y desapegada discusión acerca de la envidia, mezquindad y ambición.
Es también una historia de amor, pasión y perdón. Mari-Gaila, es la encarnación de María Magdalena y su "salvación" se da por las mismas palabras bíblicas que salvan a la Magdalena. "Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra".