El conocimiento de la Personalidad
Por: Dr. José Peña G. Tel. 27-235-29 Cuando hablamos de personalidad, no nos referimos a que una persona tiene "mucha personalidad", o a una "personalidad muy destacada" o que in determinado individuo tiene una "gran personalidad", ya que estos son conceptos erróneos y mal fundados del termino. No debe confundirse "porte", apariencia o presencia externa con personalidad. La personalidad pude definirse como un particular conjunto formado por los modelos de conducta y tendencias relativamente permanentes que son características de un individuo. Más bien debe resumirse el concepto de personalidad, como todo aquello que la persona es, hace o siente; como se percibe a sí mismo (identidad personal), en interacción con los demás individuos que le rodean y con su medio ambiente. Debemos mencionar que todos tenemos esferas psicológicas vulnerables al stress (estrés), no importa cuan saludable parezca ser nuestra adaptación. Si el estrés se repite o se acumula, las defensas normales de la personalidad ya no son suficientes y se agota su capacidad de adaptación. Así como los objetos mecánicos se deforman cuando se someten a tensiones más allá de los límites de su elasticidad; si la personalidad se sujeta a tensiones productoras de angustia, más allá de los límites de su capacidad para adaptarse, puede desorganizarse tanto en la conducta externa como en la conducta simbólica. El principal "verdugo" que amenaza a una personalidad estable, se llama "estrés". Por lo tanto los síntomas de los trastornos de la personalidad, presentan el intento del individuo para adaptarse a la interacción de las fuerzas psicológicas, psicológicas, sociales y fisiológicas que hacen presión en él; o bien el fracaso de dicho intento. Ser flexible ante el estrés, no permitir que se acumule y se convierta en angustia o ansiedad es la clave para que un individuo que como cualquiera puede encontrarse inmerso en el estrés cotidiano de las grandes urbes o ciudades, de un entorno social adverso; esto le ayudara a salir "bien librado" de estos factores contrarios, y se pueden permitir el correcto desarrollo de una personalidad estable. Sin embargo, una personalidad equilibrada no se retira así como así de las situaciones difíciles; le hace frente a ellas, mostrándose flexible ante el estrés, mejorando la calidad de su vida emocional. Ser más tolerante con los demás; tolerar mejor las frustraciones que da la vida. Mostrar un respeto (no fingirlo), por las ideas o actitudes contrarias. Buscar siempre la armonía con los demás sin cansancio ni fatiga. Esto evitara sufrir infructuosamente ya que esto daña su salud emocional. Para la organización mundial de la salud, la salud mental es la presencia de bienestar físico y emocional. Sin embargo para los expertos en salud mental, es decir para los psiquiatras, un adulto sano es una persona que muestra una conducta que confirma el hecho de que se percibe así mismo (identidad personal) junto con un propósito en la vida; un sentimiento de autonomía personal, y una voluntad de percibir la realidad y hacer frente a sus vicisitudes. El adulto sano tiene capacidad para invertir afecto en otros para entender sus necesidades; para lograr una relación heterosexual y mutuamente satisfactoria, para ser activo y productivo, con evidencias de que persiste y soporta frustraciones cuando prosigue con ciertas tareas hasta que las termina con éxito. Responde de manera flexible ante el estrés, para recibir placer de diferentes fuentes y para aceptar sus limitaciones en forma realista.
P E R S O N A L I D A D S A N A
Estos serían los "10 Mandamientos" para lograr una personalidad sana: Cuadro sinóptico
Continuará... Dr. José Peña G. Tel. 27-235-29 |
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