Capitulo 2º

Alrededor de las diez de la noche, el convoy hizo su entrada a la central tal como estaba previsto. Como en los anteriores, abrían y cerraban la marcha dos policías motorizados de Tráfico e iban acompañados por el vehículo de los responsables del Departamento de Aprovisionamientos y Compras. Y en el medio, el trailer cargado con seis contenedores en cuyo interior reposaban los últimos doce elementos combustibles.
Siguiendo todas las medidas de seguridad habituales, una vez el convoy pasó la doble valla de seguridad, la comitiva dejó que el trailer fuera introducido en el Edificio de Combustible. Se retiraron las lonas que cubrían los contenedores y el personal del turno de Protección Radiológica, comenzó su trabajo. Empezaron tomando las mediciones de radiación ambiental así como la existente a un metro de los elementos combustibles, una vez las tapas de los contenedores fueron retiradas. El resultado fue el ya esperado, es decir cero radiación prácticamente. Igual se hizo tomando mediciones en contacto con el combustible, comprobando que, salvo un ligero aumento de los niveles de radiación alfa, los parámetros estaban dentro y muy por debajo de los límites y para el personal, estos niveles suponían una dosis inapreciable, vaya nula.
Más de uno recordaba las dosis que, de pequeños, recibiera cuando estaba detrás de la pantalla del médico....y curiosamente, entonces nadie decía nada. Sería por que lo hacía un médico...!
Entre el traje especial, las gafas y los guantes, la aguja del dosímetro personal que todos los operarios llevaban, marcaba cero.
Los trabajos siguientes se desarrollaron con toda normalidad. Los operadores de José María colocaban los contenedores en posición vertical, tarea que debía ser de menos responsabilidad que la que los cuatro especialistas de MOVIFUEL realizarían a continuación. El Jefe del Turno de MOVIFUEL desde el Edificio del Reactor y mediante el radioteléfono, comunicó con su homólogo de la CN3 que dirigía las operaciones desde el Edificio del Combustible...
...Escúchame, por la hora que ya es, los del turno siguiente deben estar cambiándose ya, de manera que no vale la pena iniciar la descarga de los últimos elementos en las piscinas y creo que podemos dar por finalizada la jornada. Que te parece..?
Durante la breve reunión del cambio de turno, el responsable de Turno de la CN3 notó que uno de los operarios entrantes de MOVIFUEL, parecía estar muy alegre y dicharachero, pero no le dio más importancia.
Los operadores de José María y los otros de MOVIFUEL se repartieron entre los edificios de Combustible y del Reactor respectivamente, igual que lo habían estado haciendo durante los últimos ocho días.
El trabajo era relativamente sencillo. Los de José María, desde la plataforma que se podía desplazar sobre la piscina de almacenamiento, con unas largas herramientas, enganchaban por el extremo superior un elemento combustible y lo llevaban hasta una especie de cesta larga y estrecha que en posición vertical recibía al elemento. Mediante un sistema hidráulico, el cesto se llevaba a su posición horizontal y luego, desde una consola se activaba un dispositivo de modo que el cesto con el elemento dentro, era enviado a través de un tubo perforado existente entre los edificio del Combustible y Reactor. En esta zona, los "especialistas" de MOVIFUEL volvían a poner la cesta vertical, y mediante una herramienta larga similar a la del otro edificio, lo sacaban de la cesta para, finalmente, descargarlo dentro de la "olla" del reactor en el lugar que tenía asignado.
Esta última operación, si que era muy delicada pues, a toda costa, se tenían que evitar fricciones o roces con los elementos ya cargados y la operación, dado que era la primera carga y se hacía en seco, no había el efecto amortiguador del agua que en las siguientes recargas siempre está presente.
Uno de los de MOVIFUEL era el encargado de extraer de la cesta, trasladar y colocar los elementos en el reactor....y si que parecía estar muy contento. Lo estaba y no solo por que ya viniera "colocado", sino por que de tanto en tanto, tomaba un pequeño termo que sacaba de debajo del traje de trabajo y cuando creía que su jefe no lo veía, se pegaba un trago.
Cuando pasó el control de entrada, al vigilante le enseño la bolsa donde llevaba el bocadillo, fruta y un termo con té para cenar luego en los vestuarios, le dijo. Claro, el guardia no olió esta clase de té ni supo que lo entraría a Zona Controlada.....
El chico del termo movió la plataforma dirigiéndose a la zona donde se hallaba la cesta que un compañero ya había colocado vertical. Con la herramienta hizo las maniobras pertinentes, sacó el elemento y se dirigió a la velocidad que el automatismo le permitía hacia el reactor. Mientras, los compañeros se dedicaron a hacer descender la cesta y retornarla hacia el Edificio de Combustible.
La máquina con el elemento colgando, en la zona de precaución pasó automáticamente a velocidad lenta y cuando se hallaba en el borde de la "olla" del reactor, se paró.
El chico del termo, se enjugó el sudor que le corría por el cuello mientras se regalaba con otro "toque" del termo. Pulsó los botones que fijaban las coordenadas correspondientes a donde debía dejar el elemento y conectó el interruptor de "INTRODUCIR". La máquina, se puso en marcha y se situó encima de las coordenadas indicadas comenzando a descender el elemento a velocidad rápida. Justo cuando la parte inferior del elemento llegó casi a la altura de la superior de los elementos ya colocados, el movimiento se anuló automáticamente.
...Días después, cuando los de la casa de seguros, los fabricantes de las herramientas y por supuesto, José María Rigol discutían que había pasado, aún no estaba claro que había motivado el accidente. No estaba claro de que si el chico del "termo" por error, no miró en la pantalla de televisión donde se debía ver si el elemento que iba a introducir estaba o no bien alineado. O también podía haber ocurrido un fallo en la célula de carga, de manera que no funcionó bien o que el del "termo" no vio la alarma de "CABLE FLOJO/CARGA DESALINEADA"....pero el resultado fue que los seiscientos y pico kilos del elemento combustible fueron a parar sobre el borde superior de uno de los elementos ya colocados, chafándolo.
Hubieron problemas. Los de las herramientas dijeron que la máquina estaba correcta y los del seguro que no lo estaba...pero la realidad es que a nadie se le ocurrió que todo fue culpa de un simple termo.....

Día D y las tres de la madrugada. Parece como si los grandes acontecimientos deban tener lugar cuando el resto de los mortales están aún en la cama.
El reactor había sido cargado y todo estaba listo para efectuar el primer arranque. Dentro de la inmensa Sala de Control de la CN3, más de veinte personas se apresuran en su tarea, que por descontado e individualmente, es la más importante. Servirán de apoyo para que los operadores de José María efectúen las operaciones que hagan revivir a las entrañas del reactor.
Tal como se están desenvolviendo los acontecimientos todo hace pensar que las operaciones saldrán bien. Si que se perdieron unas semanas por culpa del asunto del chico del "termo", pero las cosas se pudieron arreglar. Por cierto los chicos de MOVIFUEL aún no habían cerrado su barraca....
Para cualquier persona de "fuera", parecería imposible que aquel maremagnum de gente, llamadas por teléfono y carreras fuera una situación que se hallaba incluida dentro de un detallado programa confeccionado con sumo cuidado y revisado un montón de veces, pero todo estaba saliendo razonablemente bien.
Hacía ya mucho tiempo que el agotador trabajo era una situación normal. Los Jefes de Servicios de la compañía y los de la contrata iban de aquí para allá, incordiando más que otra cosa, preguntando una y mil veces los mismos detalles que, eran tantos, que se les olvidaban y los volvían a preguntar de nuevo. Ciertamente no hacían nada decisivo, pero pensarían que era su obligación por aquello de....yo también estaba.....
Técnicos de mantenimiento, sobre todo de instrumentación entraban y salían con el radioteléfono colgado de la oreja, cada cual con su problema que era sin duda el más urgente, pero todos lo veían claro, esa madrugada el reactor entraría en funcionamiento, en argot técnico, se haría crítico.
El programa, una frenética serie de detalles grandes y pequeños, se estaba cumpliendo con exactitud suiza. Los retrasos y los avances, más bien los primeros, todo hay que decirlo, se medían por medias horas, que dentro de una instalación de este tipo era todo un éxito.
El Jefe de Turno pidió una vez más silencio, y con buenas palabras ordenó que todo el mundo que no tuviera relación directa en las operaciones que iban a comenzar, se situara tras las consolas de mando. Solo el ingeniero del Servicio Estatal de Seguridad Nuclear siguió tomando notas desde la mesa del Jefe de Turno.
José María Rigol, como Director de Central y máximo responsable, se retiró tras las consolas y de esta forma consiguió que el resto de personal lo imitara.
El silencio se hizo casi total y solo roto por el murmullo de las impresoras, los bips que emitían los contadores de neutrones y los casi susurros de los tres operadores.
Luis responsable de la operación del reactor y aferrado a la palanca de extracción de las barras de control, iba recitando lo que veía en la pantalla de su ordenador.....estamos en rango intermedio a cinco punto dos a menos nueve amperios....muy cerca de criticidad a potencia nula....
Luis, dijo el Jefe de Turno, baja un poco el ritmo de extracción de las barras. No sea que nos pasemos y tuvieras que volver a repetirlo otra vez....el sonido de los bips se espació y a los pocos segundos el gráfico registrador de potencia fue enderezándose hasta convertirse en una línea vertical. El reactor estaba crítico. Cierto que la potencia que suministraba era ínfima, pero la suficiente para continuar con las innumerables pruebas que estaban programadas.
Todo el mundo se puso a hablar al mismo tiempo, dándose incluso palmadas y abrazos.
José María Rigol se acercó a los operadores y los felicitó y al resto de personal fue comenzando a hacerlos desfilar para sus casas y fuera, con las estrellas muy vivas, José María subió a su vehículo muy serio y se dijo..... Otro hito conseguido, a ver si sigue la suerte....!!

Buenos días Luisa, soy Narciso. Resulta que tengo programadas unas pruebas de valoración de las señales de las cámaras de potencia del reactor y me hacen falta dos operarios tuyos para que me echen una mano, de manera que con su ayuda podríamos montar los instrumentos y demás para tomar los datos y....
Pues lo tienes muy mal chico, contestó Luisa, a mi personal lo tengo muy ocupado, estamos liados con cuatro pruebas más y no te los puedo dejar de momento.
Ostias Luisa.. ! no me fastidies, yo ya lo tenía todo organizado para esta tarde, incluida la presencia de un individuo del Servicio Estatal y todo...
Tu programa lo tendrás que modificar, cortó Luisa...
Pero mujer, hazte cargo..!!
Ni cargo ni leches. Las cosas son como son y tú teniendo tiempo como tenias, tendrías que haber pensado en nosotros y no siempre que vas por libre. Lo que no puedo hacer es, con la central patas arriba, ir prestando gente por ahí, vaya que te olvides.
Y que hago yo ahora, vaya plancha..?
Pues pon una vela a Sta. Rita a ver si pierden el avión o los invitas a merendar y los envenenas, tú mismo....y así Luisa dio por finalizada la charla.
Joder, no es mi día hoy, iba diciendo Narciso mientras recogía la carpeta para dirigirse a la sala de reuniones...a ver como se ha levantado hoy el jefe....esta mala puta de Luisa..!!
Cada día y a la misma hora, José María se reunía con los técnicos Jefes de los Servicios de la CN3, reunión a la que asistían también los responsables más significativos de las compañías de los contratistas. A esta reunión José María la llamaba "la reunión de las sorpresas". La gente procuraba ser puntual, so pena de tener que quedarse de pie las dos horas que duraba la sesión. Durante las reuniones, Montero iba tomando notas con las que los programas semanales se podían ir adaptando a las circunstancias, eso si, sin mover la fecha fijada como tope para la conexión de la central con el exterior. Consecuencia de ello era que el programa no se estiraba, sino que donde antes en una semana se habían programada tres actividades, ahora aparecían siete. Pero bueno, eso ha pasado y pasará en todas partes.
A estas reuniones José María les daba mucha importancia y los que cada día se reunian con él en esa sala lo sabían. Sabían que ese hombre era una de esas personas que siempre tenía tiempo para "pisar" las instalaciones, a pesar de estar sumergido en la inmensa parafernalia administrativa que conllevaba el proyecto. José María hacía apariciones en los tajos en plan Fátima, sin avisar. Su sana manía eran el desenvolvimiento racional y la calidad de las muy variadas actividades, que bajo su responsabilidad, la dirección de la compañía le había dado. José María era un técnico con muy buen olfato dentro de la organización y metodología de los trabajos. Realmente, aún le costaba distinguir una tubería de acero al carbono de otra de inoxidable, pero en sus casi diarios vuelos "rasantes", mantenía una disciplina digamos "técnica". Cierto que dentro de esta obra faraónica era imposible estar en todas partes, pero los unos y los otros se cuidaban muy mucho en no dar gato por liebre. Más de una vez, después de hacer una visita, en una hoja arrancada de la libretita que siempre llevaba, dejaba una nota escrita al responsable del tajo pidiendo explicaciones al contratista correspondiente.
Después de comentar algunos temas relacionados con la criticidad conseguida hacía dos días, el ingeniero residente del Servicio Estatal confirmó el permiso que la Administración enviaría respecto a autorizar las pruebas a potencia nula y la siguiente subida hasta el ocho por cien. De ese modo se podrían rodar las turbina y el alternador principal con objeto de efectuar la primera conexión de la CN3 con la red estatal. Estas pruebas estaban programadas para constatar que había una correlación entre la potencia térmica y la eléctrica que se leía en los instrumentos.
Tal como los trípticos de propaganda que el Servicio de Relaciones Exterior proporcionaba a las visitas, dentro del reactor se suceden reacciones llamadas de fisión. Estas reacciones son mantenidas a diferentes niveles mediante las barras de control, entre otras cosas. De una manera simple, las reacciones en cadena, son la partición de un núcleo del átomo de Uranio obtenida al chocar con él un neutrón, partícula que compone todos los núcleos conocidos. De esta reacción, nacen más neutrones. A más neutrones, por retirada de las barras de control, más potencia y a la inversa.
En la reunión se revisaron los programas parciales por los que se aumentaría la potencia del reactor hasta el ocho por cien y a continuación, se haría rodar el grupo turboalternador, una vez estuviesen calentadas las tuberías con el vapor que las calderas auxiliares producían.
Los nervios y el sentido latino de la improvisación, hicieron de nuevo su aparición, y una vez más el representante extranjero responsable de las turbinas principales, observaba con sorpresa como se realizaban las pruebas, sin a veces seguir el programa, pero al final, todo salía como decía el "libro".
Con casi cuatro horas de retraso, los componentes del turno de operación realizaron las operaciones encaminadas a hacer rodar el grupo. El Jefe de Turno se dirigió a José María y entregándole una especie de llave, le invitó a que fuera él el primero en efectuar la conexión.
Habían pasado más de sesenta meses, a veces con el alma en vilo, y esta ocasión José María no se la perdería por nada del mundo. Así que mirando a los presentes dijo...vamos a ello, esto está hecho....! Introdujo la llave y la hizo girar hacia la derecha haciendo que una lucecita verde se apagara y se encendiera otra de color rojo. En la pantalla del monitor apareció el mensaje ..."ALTER.ACOPLADO".
José María parecía estar en otro planeta. Era el momento CERO de "su" central, como él decía. Sin hacer mucho caso al jolgorio que por su alrededor había, pensaba que este pastiche de máquinas y electrónica, estaban tan bien encajadas que ni un papel de fumar entraba en sus rendijas...y bajando del cielo, se añadió al sarao.....

Pedro y su familia se dirigían hacia el sur. Iban a visitar a los padres de su mujer. El vehículo, estaba respondiendo a la perfección.
Era el último grito de la tecnología alemana. Con ABS, climatizador, ordenador de viaje y varias "virguerías" más, aunque eso si, cuando un improbable día se estropeaba el elevalunas, la pulmonía no la cubría el seguro.
Pedro conducía a velocidad moderada, suavemente como si paseara a un hijo ; tomaba el volante de cuero con cuidado, acariciándolo. Rectificaba el climatizador y el volumen del CD....vaya que lo iba tocando todo. No cabía de gozo, este era su primer coche como Dios manda, decía. Se quitó de encima el viejo modelo con el que habían hecho tantísimos kilómetros. Aquel coche le dio buen resultado ; era un coche duro, quizás tan duro como feo. Los compañeros del trabajo le hicieron corro el día que lo llevó a la fábrica. No era para menos.. ! También era verdad que estaría entrampado durante tres años, pero pensaba que después de veinte de trabajar como un burro, se podía permitir ese lujo, pues el trabajo le daba para eso.
A Enriqueta, su mujer, le pareció que había hecho un gasto excesivo. Ya se lo dijo el día en que apareció con la compra.... Pedro, creo que hemos gastado más allá de nuestras posibilidades. Un coche más pequeño nos hubiera dado el mismo servicio, ya me dirás tú para nosotros y los dos niños para qué queremos un coche tan grande... ? Además, no entra bien en el garaje y para meter "tu" coche, los niños tienen que dejar las bicicletas en el jardín....
Que no mujer, vaya perra que te ha entrado ; cuando le coja el truco verás como entran las bicicletas y más cosas. Todos vamos seguros y cómodos y no me negarás la cara de envidia que ponen tus amigas... ?
No digas tonterías, eres tú que te gusta parecer lo que no eres. A la fábrica ibas siempre en el autobús y ahora hasta al estanco de la esquina vas con tu coche. Yo al otro le había cogido cariño, quizás por lo que nos costó comprarlo, era casi de la familia.
Pero Enriqueta, recuerda lo que se nos iba en mantenimiento y en la ITV...!
Di que si papá, dijo Juan desde el asiento trasero. Esto si que es un coche y no el trasto que teníamos.... y ya podrías ir un poco más de prisa, no...?
Juan con sus quince años, cargado de pegatinas de..."Nucleares, No"..."Ni Dios ni Amo"...etc, era un joven anarquista de posibles, siempre con veinte duros en el bolsillo.
....Pues yo papá prefiero que no corras, dijo Montse hija pequeña del matrimonio, así se puede disfrutar del paisaje y de la naturaleza....
Ostras....esta se ha vuelto chorra... ! dijo Juan.
Niño, menos palabrotas, dijo Enriqueta. Tu hermana tiene bastante razón.....
De todas formas papá, dijo Montse, quizás si fuera bueno que acelerases, pues ahora pasaremos por un lugar en el que hay centrales atómicas, dijo dándole un especial énfasis al adjetivo, podrían explotar y nos contaminaríamos...!
Pero, que dices Montse.... ! dijo Pedro...
Que si papá, que nuestro tutor del instituto que en estos temas está al "loro", nos lo ha explicado muy bien ; que son muy peligrosas y a que a la más mínima dejan salir radioactividad.
Pero que cosas dice tu profesor...! Si la energía del átomo cuando se descubrió, se hubiese hecho servir para utilizarla en calefacción y no para cargarse miles de personas, estoy seguro que ahora diríamos que esta energía, con los peligros que no dudo comporta, no es tan mala como nos hacen creer. Antes cuando pasábamos por la petroquímica, os he dicho que el pestazo era de óxido de etileno y realmente no se que es más peligroso....eso el tutor de la niña no lo sabe, verdad...es normal, vaya..?
Pues escucha Pedro, a mi también me da mucho miedo eso de las nucleares, añadió Enriqueta...
Lo primero que tendría que hacer el tutor, dijo Pedro, es enterarse bien y no ir por ahí dando conferencias baratas, vaya que esto no se le parece a Hiroshima...Dios, que país...!
El coche de Pedro coronó un pequeño puertecillo y ya a mayor velocidad. Desde arriba, el paisaje se ofrecía en toda su amplitud y al fondo, recortadas sobre la línea del mar, destacaban las tres moles de las centrales nucleares envueltas por los humos, pesados y blancos que salían de la central que según decían los periódicos estaba en proceso de arranque. Pedro a medida que enfilaba la bajada del puerto, se preguntaba cuál sería la razón de que fueran tan grises y feas las siluetas que al fondo destacaban. Con lo fácil que hubiera sido pintarles cuatro rayas con verdes y amarillos, hasta hubieran quedado bonitas.
Pedro, de profesión Perito Químico, tenía unos conocimientos de los temas nucleares muy limitados. En la Escuela Industrial de finales de los 60, los alumnos no estudiaban prácticamente nada de estos temas. Recibían un baño superficial sobre todo, desde el punto de vista químico.
Mientras iba bajando el puerto, Pedro se iba haciendo numerosas preguntas. Cuales deberían ser los intereses que toda esta tecnología arrastraba...?
Los económicos, desde luego, debían ser muy poderosos tal como de vez en cuando los periódicos decían....cientos de miles de millones.... ! que barbaridad.... Como hombre sensato y con experiencia, Pedro pensaba que todo este "rollo", toda esta tecnología por fuerza, debía estar envuelta de gente que, por contra de hacer las cosas fáciles, sencillas, su especialidad era liarlas por aquello de sacar provecho el tuerto en la casa del ciego.
No era Pedro especialmente ni pro ni antinuclear, quizás por que tenía el suficiente sentido común para no opinar de lo que no sabía. Los diarios decían muchas tonterías y errores de bulto, y si a ello se le unían algunos que se creían iluminados o ecologistas de fin de semana, el lío podía ser descomunal. Estos últimos lo peor que tenían, pensaba Pedro, eran las sencillas y grandes soluciones que daban a los temas energéticos.....Cerrar las centrales nucleares...! Casi nada. No se daban cuenta que a pocos kilómetros los vecinos tenían más de cincuenta centrales en operación...! De acuerdo que por algo se empieza, pero eso, pensaba, no era la solución. Y no hablemos de la energía eólica o fotovoltaica...!!. Serían conscientes de la superficie necesaria para dar un kilovatio.. ?
Por supuesto que se tiene que investigar, y no precisamente como los rusos con la última catastrófica "experiencia" de Chernobil, pero hoy por hoy, la energía nuclear cumple una función....lástima de Hiroshima...!!
A Pedro lo que le daba miedo era el tema de los residuos. Por la información que de vez en cuando publicaba la revista de su Colegio de Técnicos, estaba claro que estos temas no estaban ni mucho menos resueltos. Que municipio desea tener un cementerio de residuos nucleares...? Aún los residuos de baja y media actividad, vaya que vaya. Pero lo que sale de las centrales, el combustible gastado, en gran parte se convierte en Plutonio y otros productos de fisión que por su naturaleza, duran miles, muchos miles de años. Claro de momento los almacenan en las piscinas que se disponen en la central, y que según decía su revista, estaban diseñadas para diez años....Y cuando se llenen, qué.. ?..harán nuevas piscinas, pues al paso que la administración se deciden las cosas, va para largo. Se tenían que haber previsto estas cosas. Eso si, la empresa que debe hacer los estudios tiene una plantilla de personal que para qué... ? También es cierto que de esta manera un porrón de tíos se ganan la vida haciendo, eso si, estudios muy serios...
Mientras Pedro seguía cavilando de esta manera, a quinientos metros, la caldera auxiliar de una de las centrales estaba soltando vapor a la atmósfera, probablemente pensaba Pedro, estarían calentando tubería, casi seguro...
La Montse en el asiento de atrás, seguía leyendo una revista del corazón y justo cuando su padre realizaba estas profundas reflexiones, levantó la cabeza y pudo recordar las sabias palabras de su tutor....
Papá, mira el humo. Lo que decía mi tutor.... ha explotado, ha explotado.. !!
La niña se abalanzó hacia su padre estirándole del jersey. Enriqueta de forma instintiva se cogió al brazo de Pedro y el coche, en dos segundos se desvió hacia la izquierda, justo cuando se cruzaban con un camión que transportaba naranjas desde Játiva a Erlangen.....El choque fue brutal y el flamante vehículo de Pedro entró en las estadísticas que aseguran que un cinco por mil de los coches accidentados se incendian. Aquello se convirtió en un infierno.
El golpe abrió el maletero desparramándose las maletas por el asfalto. Pero Pedro y su familia quedaron atrapados dentro del vehículo. Los viajeros paraban y tiraban tierra o hacían uso de los escasos extintores disponibles, pero poca cosa se podía hacer dada la magnitud del incendio. Después llegaron los bomberos, la Guardia Civil, el Juez.....
Un conductor con una manta intentaba apagar las llamas que de una bolsa estudiantil salían ; en una página que poco a poco el fuego iba consumiendo, aún se podía leer.....
".....y las alternativas de que dispone la península, son :

El resto de opciones ya no se podían leer, estarían al final de página o no, vete a saber. Al menos el perrito de trapo que en la ventanilla trasera aún movía su chamuscada cabeza, con sus ojos de vidrio fijos en las nucleares, parecía asegurarlo....


El Capítulo 3º, lo encontrará AQUI o vuelva al INDICE