Santuario Nacional Lagunas de Mejía

     El Santuario Nacional Lagunas de Mejía, situado en la costa de Arequipa, cubre 690,6 Ha de humedales en la desembocadura del río Tambo; reviste enorme interés por ser una de las estaciones para aves migratorias más importantes en toda la costa peruana; las otras son Paracas, Virrilá (Piura) y los Pantanos de Villa.

Las aves migratorias —gran número de especies, la mayoría de las que, cada año, se desplazan desde el Ártico hasta el sur del continente americano— utilizan pantanos, lagunas y ríos para descansar de la fatiga que significa volar hasta 7000 km en pocos meses.

En el Santuario Nacional Lagunas de Mejía es posible encontrar l4l especies de aves, de las cuales 84 son residentes de la costa peruana y 57, migratorias, o sea que se las encuentra en esta zona sólo en una determinada época del año, en su afán de escapar del crudo invierno de otras latitudes. De las migratorias. 17 llegan a Mejía de otras partes del Perú, 4 de otros países de Sudamérica y 34 desde América del Norte.

    La migración, si nos detenemos a pensar un poco, es una actividad generalizada en nuestro planeta: migran los insectos, los invertebrados (zooplancton), los peces, los mamíferos, acuáticos y terrestres. En algunos casos se desplazan sólo unos pocos kilómetros al año; en otros, ¡cuarenta mil kilómetros! Y el motivo es siempre el mismo: la búsqueda de alimentos. Las aves son los animales migrantes por excelencia.

Desde hace varias décadas, con la progresiva desaparición de ambientes acuáticos utilizados por los millones de aves migratorias de todo el mundo —ya sea debido al drenaje con fines de urbanización o para ganar tierras de cultivo o por la polución proveniente de la utilización creciente de pesticidas, herbicidas, fertilizantes, detergentes, descargas industriales y aguas servidas— diversos países de todas las latitudes se percataron de las nefastas consecuencias que la decreciente disponibilidad de humedales tendría para las aves, cuya existencia peligra.

Las aves migratorias son un elemento fundamental en la cadena ecológica del planeta. Y el buen o mal estado de los ambientes acuáticos utilizados por ellas, ya sea como lugares de paso o estaciones de "invernación", es un factor determinante para la supervivencia de muchas especies.

      Las cinco lagunas del Santuario son un importante lugar de reproducción y hábitat para peces y mariscos. Sin embargo, están constantemente amenazadas por obras de drenaje e irrigación agrícola en terrenos de poca productividad.

Mejía tiene también gran potencial educativo y turístico. Se encuentra a escasos kilómetros del puerto de Mollendo; su pequeña población, también llamada Mejía, se ha constituido en el centro vacacional preferido por los arequipeños.

Es urgente instalar suficiente personal de protección así como una administración que defienda los intereses del Santuario. Asimismo, deben organizarse actividades educativas y recreacionales en esta pequeña pero importante área de conservación.

Varias otras áreas de la costa peruana, como Aguas Santas, en Pisco, y el estuario de Virrilá, en Piura, deberían estar protegidas con el mismo objetivo.