Joven Optimista  

 

 

Prologo

 

Le doy gracias a Dios y a todos los que han orado por este servidor, por haber terminado y hacer llegar a sus manos, este segundo escrito, que espero es el Señor, sea de muy buen provecho para todos los lectores.

 

            El joven optimista, es un libro muy diferente en propósito de lo que escribo, puesto es que es un libro de superación personal.

Se presta para consolar y activar confianza y positivismo en aquellos momentos difíciles que toda persona suele tener en la vida.

Yo espero de todo corazón que le pueda deparar algún beneficio con la oportunidad que Dios me ha permitido al escribir estas nobles letras.

 

            Este libro esta hecho con el propósito de forjarnos una mayor espiritualidad al enseñarnos a tener una mayor dependencia de Dios, en los momentos de prueba. Encontrará satisfacción personal al saber que en cada paso de la lectura va encontrando un nuevo reto.

           

            La verdad es que se puede adaptar a todo tipo de persona, ya sea esta joven o adulta, mujer u hombre,  aunque el título indique que va dirigido a los jóvenes, necesariamente cualquiera puede encontrar beneficios espirituales que marquen una nueva pauta a seguir.

           

            Espero que pueda disfrutar de esta agradable y emocionante lectura.

 

Que Dios te bendiga, te haga un gran siervo y ser cristiano muy optimista.

 

 

Introducción.

 

            Aunque le parezca  un poco extraño, una de las diferencias de este libro a  los que he escrito, es que en su contenido no aparece escrito  ningún texto de la Biblia.

 

No obstante su base es la palabra de Dios, y esta sustentado en los siguientes textos.

 

Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal amor.

Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. II Pedro. 1:5-8.

            “Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27.

 

            “Estas cosas os he hablado par que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Juan 16:33.

 

            “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. I Corintios 13:13.

 

            No olvide que Dios conoce todos nuestros problemas, y que siempre estará dispuesto a ayudarnos, si que realmente queremos salir de ellos.

 

Recuerde que ser cristiano es superarse, y superarse es coronarse de éxito. Tú lo lograrás.

 

 

1.      1.      1.      Hoy seré un  joven lleno de fe.

 

Hoy me siento seguro, la duda no puede ser parte de mí, porque yo soy uno que todo lo puedo en Cristo.

 

            El joven lleno de fe, no conoce barreras ni murallas que lo detengan. No hay cimas que lo limiten. No hay nada que lo detenga, su fe es más poderosa que la duda.

 

            Cuando no recibe lo prometido, no se desvanece. Sabe que no vino ahora porque era muy poco o no era el tiempo o su conveniencia. Esperará  con fe lo que le conviene, sabe que en el futuro le será deparado cien veces más y mejor.

 

   No puedo hacerlo.

   Soy capaz de hacerlo.

   Intentaré hacerlo.

   Cómo lo haré.

   Voy a hacerlo.

   Lo haré.

   Lo hice.

   Lo haré siempre.

 

            Esta será mi mentalidad y mi forma de actuar siempre, porque soy un joven lleno de fe.

            Hoy haré un acto de fe. Oraré.

            Le pediré a Dios con toda fe. Jamás dudaré que me dará lo que me conviene, lo que necesito y lo que es bueno. Obtendré lo que otros no han recibido, porque lo pediré con fe. No importa que otros duden de mi fe, yo no dudaré.

 

            El joven optimista, no se conforma con ser solamente lleno de fe, él procura algo más.

 

 

2.      2.      2.      Hoy seré un joven lleno de virtud.

 

El mundo dirá hoy de mí: Allí va un joven lleno de virtud. Ese es un joven optimista digno de imitar. Todo el mundo sabrá que soy diferente. Todo mi ser, incluido mi espíritu esta lleno de virtud.

Soy virtuoso en mi manera de pensar, en mi manera de hablar y en mi manera de proceder. Soy lleno de virtud porque:

 

         Soy encantador.

         Soy hermoso.

         Soy glorioso.

         Soy precioso.

         Soy maravilloso.

         Soy majestuoso.

         Soy atractivo.

         Soy espléndido.

         Soy radiante.  

 

            El virtuoso vive, piensa y actúa, sabiendo que todo es para su bien. Aun sabe que los defectos que tiene, son un medio de alcanzar la perfección. No menosprecia a nadie, porque mira a todos  por igual.

El virtuoso sabe que los defectos de los demás, son el medio de adquirir perfección ellos.

 

            Hoy haré un acto de un joven virtuoso.

 

            Le diré al pesimista; Tú eres hermoso, porque Dios te hizo a su imagen y semejanza.

 

            Soy un joven virtuoso, porque la virtud mayor, es reconocer lo que realmente somos.

 

            El joven optimista, no se conforma con ser lleno de fe y     virtud. El procura algo más en su vida, y dice:

 

 

3.        3.        3.        Hoy seré un joven lleno de conocimiento.

 

Hoy sabré que el conocimiento tiene un gran valor y que cuesta mucho adquirirlo, en cambio la ignorancia no cuesta nada. Sé que el conocimiento es sabiduría y ella me hará vivir, me conducirá la senda  correcta.

 

            No buscaré el conocimiento donde no he perdido nada. No la buscaré donde sé que no hay nada. Iré a la mejor Universidad de la vida; La Biblia. Buscaré al mejor Maestro; a Cristo. Tendré mis mejores compañeros; Los Cristianos.

            No me avergüenza lo que sé. Mi conocimiento es el mejor del mundo. 

 

   Dios.

   Rectitud.

   Justicia.

   Prudencia.

   Verdad.

   Sabiduría.

            Ellos serán mis fieles aliados para llenarme del conocimiento necesario.

 

            Me armaré de valor sabio. Desecharé la basura, es aquel conocimiento que envanece, que entorpece al hombre, que le lleva a la imprudencia. Hoy sabré distinguir entre el conocimiento bueno y el malo.

 

            Tomaré aquella buena sabiduría humana, para ser un joven de bien y de servicio a los demás. Jamás me lamentaré ser un altruista, porque este es uno de los efectos que produce el conocimiento verdadero. Seré un joven optimista.

 

            Hoy haré un acto de conocimiento. Leeré la Biblia, me llenaré de ella, será mi Maestro por el resto de mi vida.

 

            El joven optimista no se conforma  con tener fe, virtud y conocimiento, busca algo más y dice:

 

4.        4.        4.        Hoy seré un joven lleno de dominio propio.

 

Hoy no me dejaré dominar por todos los impulsos de mi mente y de mi corazón. Le daré oportunidad a aquellos constructivos y obviaré aquellos destructivos.

 

            Me controlaré. Sabré que más puede el bien que el mal. Sabré que parte del éxito en la vida del ser humano,  consiste en tener dominio propio. Para lograrlo tendré.

 

            Amabilidad.

              Serenidad.

                 Ternura.

                    Afecto.

                       Dulzura.

                          Cariño.

                             Humor.

                                Respeto.

                                   Alegría.

 

            Todos ellos reinarán  en mí. Haré solo lo bueno. Seré sociable. Controlaré mi carácter. Usaré expresiones sanas para los demás. No me dejaré dominar por la vanidad, por el mundo, por los vicios, por el afán, por los malos deseos y  pensamientos. No me dejaré dominar por las influencias malas y negativas.

 

Seré optimista. Dominaré lo que destruye mis buenos modales. Seré amable con mis padres, con mi familia y con mis hermanos. Dominaré el estrés y la aflicción. Tendré dominio propio y sólo por el Espíritu Santo de dejaré guiar. Desecharé todo ímpetu destructor.

 

            Hoy haré un acto de dominio propio. Me perdonaré, también lo haré con mis hermanos y prójimo.

 

            El joven optimista no se  conforma solo con la fe, la virtud, el conocimiento y el dominio propio. Busca algo más y dice:

 

5.      5.      5.      Hoy seré un joven lleno de paciencia.

 

No importa que el mundo se caiga. No importa la tribulación que venga. No me interesan  los insultos, sólo me interesa soportar y ser paciente.

            Cuando los demás me causen daño, seré paciente. Sabré que el aparente daño me causen en realidad a Dios lo hacen y de Él es la venganza.

 

            He logrado entender en el corto transcurrir de mi vida, que los grandes hombres de Dios siempre se han caracterizado por ser llenos de este gran fruto; la paciencia. Eso es lo que nos demuestra Noé, Moisés, Job y Cristo.

 

            Soportar.

              Calma.

                 Control.

                    Esperar.

                       Tranquilidad.

                          Longanimidad.

                             Comprensión.

                                Aguantar.

                                    Serenidad.

 

            Todos ellos son para mí, sinónimos de paciencia. En serio lo digo; aunque todo el mundo se encuentre desesperado, yo permaneceré muy paciente. El joven optimista sabe ser paciente. Espera con ansias, lo que sólo en el futuro obtendrá

            No perderé mi ecuanimidad cuando me opriman ni cuando me ofendan. Seré paciente cuando me difamen y maltraten. No me enfadaré, sino seré paciente. Sabré que ella es una gran virtud.

 

Hoy haré un acto de paciencia, pasaré por alto la ofensa y la infamia que me han hecho. Seré comprensivo con mis detractores.

Pero el joven optimista, no solo se conforma con la fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio y la paciencia. Busca algo más.

 

 

 

6.      6.      6.      Hoy seré  un joven lleno de  piedad.

 

Manos que dan, nunca estarán vacías. Sabré que el generoso recibe más que el mezquino. Ser piadoso es ser un imitador del Señor y yo quiero serlo. El piadoso no da por obligación sino por amor.

 

Yo he recibido de Dios, toda piedad. Amor perdón y misericordia. Lo mismo haré con el niño, con el anciano, con el enfermo, con la viuda y con el abandonado. Sabré que piedad es:

 

Misericordia.

   Devoción.

      Compasión.

         Bondad.

                  Generosidad.

                      Desprendimiento.

                          Dadivoso.

                             Voluntarioso.

 

            Todos estos sinónimos me enseñan a ser piadoso. Dar lo mejor de mí, será algo que me propondré siempre. Nunca estaré satisfecho con dar un poco o una parte, debe ser todo. Ser piadoso es ser un joven optimista.

 

            ¡Es hermoso! El joven piadoso es bienaventurado y es apreciado por todo el mundo. Su piedad no consiste en la riqueza física, sino en la riqueza espiritual que lleva en su corazón. Una herencia grande tengo que dar al mundo; la piedad.

 

            Hoy haré un acto de piedad. Me desprenderé de lo mejor que tengo y se lo daré al que más lo necesita. Hoy regalaré una sonrisa y haré a alguien muy feliz. Piedad es también amor.

 

            Pero el joven optimista, no solo se conforma con ser lleno de fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia y  piedad, busca algo más en su vida y dice:

 

 

7.      7.      7.      Hoy seré  un joven lleno de afecto fraternal.

 

Dios nos da afecto. El hombre necesita afecto. Yo soy afecto fraternal. Yo sé que Dios me da afecto, porque hace poco un niño se me acercó, me abrazó y me dio un beso y me dijo: te amo.

El ser humano vive por muchas cosas y una de ellas es el afecto. El joven optimista vive lleno de afecto fraternal y lo irradia  El vínculo más precioso del joven, es el afecto. No se puede comprar en ninguna parte y sólo se lleva dentro del corazón. Tengo una joya muy valiosa; se llama afecto fraternal.

 

            Delicadeza.

               Cuidado.

                  Servicio.

                     Preocupación.

                        Sentimiento.

                           Obras.

 

            Todas ellas vivirán en mí. No importa dónde esté, dónde vaya y cómo me encuentre, llevaré siempre amor fraternal.

 

            Hoy le daré un abrazo al que más lejos esta de mí. Consolaré al afligido. Les daré un beso a mis padres y a mis hermanos. Hoy les diré a mis hermanos y amigos lo mucho que les quiero. Le daré al anciano y al enfermo mucho afecto. Le daré aliento al desesperado. También me daré mucho afecto a mí mismo.

 

            Sé que no puedo dar ni oro ni plata a todo el mundo, pero si puedo dar a muchos el gran tesoro que poseo, afecto fraternal. Hoy seré optimista.

 

            Hoy haré un acto de afecto, le regalaré a un pobre un poco de mi felicidad. Le consolaré con una sonrisa, porque ella llena más que un río al basto mar.

            El joven optimista no sólo se conforma con ser  fe, virtud, conocimiento, dominio propio, Paciencia, piedad y afecto fraternal, sino que busca algo más.

8.      8.      8.      Hoy seré un joven lleno de amor.

 

Decir amor es hacer obras, ante Dios ante mi prójimo y ante mí mismo. ¿Somos algo sin amor?  Pero, ¿Cómo sé que tengo y recibo amor?  Lo sé porque Dios me ama. Sé que recibo amor, porque tengo vida, tengo salud, tengo muchas riquezas que el mundo nos la ve.

            Sé que existe el amor, porque existe Dios, porque existen los niños, porque existen los pájaros y porque existe la naturaleza. Todos ellos me muestran únicamente amor, por tanto:

 

            Todo lo sufriré.

              Seré benigno.

                 No tendré envidia.

                    No seré jactancioso.

                       No me envaneceré.

                          No seré indecoroso.

                             No buscaré sólo lo mío.

                                 No me irritaré.

                                     No guardaré rencor a nadie.

                                        No me gozaré de la injusticia.

                                            Me gozaré de la verdad.

                                                Todo lo sufriré.

                                                   Todo lo creeré.

                                                       Todo lo esperaré.

                                                          Todo lo soportaré.

 

            Amor es todo lo que soy. Todo yo soy amor; mi nombre, mi cuerpo, mi mirada, mis palabras, mis acciones, todo soy amor porque soy optimista. Sé que con ellos seré grande. Jamás para mí existe el odio, sino el amor. Hoy viviré lleno de amor. Siempre tendré amor para todo lo que haré y  por todo lo que soy. Me amaré siempre.

            Hoy haré un acto de amor. Le diré a alguna persona que Cristo murió por ella, que le busque y le siga.

 

            El joven optimista no solo se conforma con ser lleno de fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor, sino que busca algo más y dice:

 

9.      9.      9.      Hoy seré un joven lleno de paz.

 

Hoy me siento lleno de paz. La experimento en mi corazón porque allí vive. Yo siento descanso continuo en mi vida, porque nada agobia mi vida.

 

            Mi vida es como vivir en lo alto de un monte, donde todo lo puedo divisar, extendiendo mis brazos me veo rodeado de hermosa frescura y brisa cálida. Suspiro profundamente porque me siento lleno de paz. Yo sé que no la compre, solo la busqué y ella vino a mí. Yo soy optimista y viviré lleno de paz porque tengo:

 

            Felicidad.

              Alegría.

                Armonía.

                  Dicha.

                     Pasividad.

                        Reposo.

                          Ecuanimidad.

 

Soy un joven lleno de paz, porque todas estas cosas están dentro de mí. Mi mundo esta lleno de paz, mi espíritu. Yo amo y sigo la paz.

 

            Hoy todo el mundo sabrá que soy pacífico. La guerra y la violencia, no existen para mí. Me gusta saber que aporto todo lo que soy para la paz. Hoy viviré lleno de paz y la cuidaré para que perdure en mí. Diré a Dios con mi  corazón abierto: ¡Gracias por la paz que me das! Sabré que las batallas físicas no existen para mí, solo las espirituales.

 

            Hoy haré un acto de paz.  Buscaré a mi enemigo y le haré un favor.

 

            El joven optimista, no se conforma solo con la fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal, el amor y la paz. Busca algo más y dice:

 

10.  10.  10.  Hoy seré lleno de esperanza.

 

Si mil años pasaran, mil años esperaré. Nunca dudaré. Tendré siempre esperanza de obtener lo bueno. La esperanza, será la último que en la vida me faltará.

 

Siempre anhelaré la esperanza. Yo sé que aquí no tengo ninguna, toda está en el cielo. Pero, ¿Qué es esperanza? Sabré que es esperar lo que solo por fe miro. Yo sé que mi vida tiene mucha esperanza. Si, la tendré:

 

            Hoy.

               Mañana.

                   Por siempre.

                      No desmayaré.

                          No renunciaré.

                               No perderé mi anhelo.

 

            Hoy viviré lleno de esperanza. El tiempo para mi no existe. Lo que no pude obtener hoy, lo esperaré. Yo sé que la esperanza no cuenta el costo, ni el tiempo.

 

            Mi esperanza es la santificación, la perfección. Mi esperanza es la redención. Es verme con aquellos eternamente en los cielos con aquellos que tienen mi misma esperanza.

 

            Hoy haré un acto de esperanza. Confiaré en las promesas de Dios y viviré con la esperanza de verle.

 

            Hoy seré un joven optimista, porque mi esperanza es joven. Le diré a todo el mundo que hay esperanza. Se lo diré al que haya perdido todo, al que no tenga nada, porque aún tiene esperanza.

 

Hoy y siempre diré; ¡Soy un joven optimista! Yo sé que lo soy,  y seré siempre.

 

 

 

Autor Francisco Gonzáles

Alajuela, Costa Rica