“Si todos nos preocupáramos tanto por las cosas espirituales como lo
hacemos por las materiales; habría que hacer el cielo mas grande” Hace poco escuche estas palabras de un pariente cercano;
medite sobre ello y pensé; es verdad porque hasta los cristianos nos vemos
envueltos en este “Desvalance”. Sucede que frecuentemente nos enredamos tanto
que tenemos que correr y hacerlo necesario para pagar tantas cosas; el
teléfono, la luz, el agua, impuestos, recolección de basura, alquiler de casa,
transporte, ropa, medicinas, comida, cuidados de la mascota, reparaciones en el
hogar, TV cable, la empleada, pólizas de vida, seguros, gastos educativos,
escuela, colegio, universidad y un sin fin de otras cosas por pagar y el dinero
no alcanza ¡ que difícil para un cristiano hallándose en esta situación,
Ocuparse de su salvación! Y mas todavía preocuparse por otros para que sean
salvos.
Hagamos un alto en el camino. Examinemos nuestra vida ¿ que estamos haciendo con nuestra vida
espiritual? Cada vez nos hundimos más en compromisos terrenales y muchos de
ellos no son necesarios, otros se pueden usar con limites y otros son
absolutamente necesarios. El encontrarnos sumidos en las jaranas y cuentas por
pagar nos obligan a trabajar mas y después un poco mas y ambicionamos otras
cosas ¿ y lo espiritual donde queda? Si acaso un par de horas el domingo por la
mañana para asistir ala Iglesia y eso es todo. Cuidémonos hermanos. Apartemos
tiempo para visitar, para estudiar con alguien la Biblia, necesitamos tiempo
libre para fortalecer los lazos familiares.
Por otro lado,
también debemos entender que hay que trabajar. El trabajo es una oportunidad
para superarse. Pablo dice que se ocupen en sus negocios para que coman
sosegadamente su propio pan y no tengan necesidad de nada ( I
Tesalonicenses 4:11-12) incluso para
ayudar a los demás. Así que trabajemos, luchemos por superarnos tengamos
aspiraciones hagamos bien las cosas. Pero no nos volvamos ciegos y materialistas.
Al fin de todo, nada sacaremos de este mundo sino solo lo que hicimos para el
Señor.