El proceso de restauración de objetos antiguos es un trabajo que requiere sumo cuidado, especial interés y gran esfuerzo. ¡Que empeño ponen los que se ocupan en estos menesteres para lograr restaurar un objeto a su apariencia y forma original!
Restaurar la iglesia del Señor hoy, es un trabajo es un trabajo delicado
también. Es un esfuerzo al que cada uno de los cristianos estamos llamados. No
somos miembros simplemente de una denominación, sino que nos esforzamos por ser
la iglesia verdadera que Cristo quiso y edificó. Los ministros de Cristo hemos
adquirido este compromiso y debemos luchar cada día por alcázar este ideal.
Todos los miembros de la iglesia de Cristo deben tener este ideal también para
colaborar en esa restauración de la iglesia de Cristo. En el mundo de hoy que
tiene tanta farsa religiosa, las voces y vida de los verdaderos cristianos
deben levantarse para decirle a este mundo que la iglesia del Señor existe,
está presente, que está viva tal como Cristo la prometió, que somos parte de
esa iglesia y demostrarlo con las escritura y con nuestra vida.
Estamos
restaurando la verdadera iglesia si:
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Andamos en amor como Cristo nos amó
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Perseveramos en la doctrina de Cristo y los apóstoles.
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Cumplimos la gran comisión.
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Vivimos una vida limpia delante de Dios.
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Somos miembros fieles de la Iglesia de Cristo
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Colaboramos en sus actividades no dejando de congregarnos.
Por: Teodoro Alpizar