Y aunque trate de olvidarte
no es tan fácil para mí,
es más fácil recordarte,
Dios bien sabe que es así...

Un montón de tus recuerdos
para bien o para mal,
un montón de tus recuerdos
hay en mí que pueden más...

Es la brisa de la tarde
la que me lleva hacia tí,
y aunque el fuego ya no arde
nunca  se apagó por mí...

Tus caricias ya no valen
ni tu silencio tampoco,
hago esfuerzos y no olvido,
tu recuerdo está en mis ojos...

Que tiene mi guitarra,
 que en todos los caminos,
no sé por qué, no sé por qué
me aguarda...

Que tiene mi guitarra,
que de tantos amores
de su querer, de su querer
me guarda...

Que tiene mi guitarra,
que contra lluvia y viento, 
por siempre, por siempre
me resguarda...

Que tiene mi guitarra,
que callo, pienso y siento,
que está dentro
de mi alma...

Amor, amor, amor,
dolor, dolor, dolor,
díganme por favor,
díganme por favor...
que tiene mi guitarra...

Para mí era ella
que recuerdo tanto
y no olvidé nunca.
Para mí era ella
la de tantas albas,
de las noches juntos...

Y cuando la ví,
a la que no olvido...
¡Si hasta a Dios le pido
la aleje de mí!
Y cuando la ví,
un triste recuerdo
que lo llevo aquí,
me dijo que sí,
para mi era ella...