Si
importa

Junto
a la costa del vasto Océano Atlántico vivía un anciano. Cada día, cuando la
marea se retiraba, el caminaba a lo largo de la playa durante millas. Otro
hombre que no vivía lejos, lo observaba en ocasiones, mientras el desaparecía
en la distancia y mas tarde lo veía regresar, El vecino también noto que,
mientras caminaba, el anciano se inclinaba con frecuencia para levantar algo de
la arena y después lo echaba al agua. Un día, cuando el anciano iba por la
playa, su vecino lo siguió para satisfacer su curiosidad y, por supuesto,
mientras lo miraba el anciano se inclino y recogió algo con cuidado, para
echarlo en el Océano. Para cuando el anciano se detuvo la siguiente vez, el
vecino se había acercado lo suficiente como para ver que lo que estaba
recogiendo era una estrella de mar, que se había quedado atrás al retirarse el
agua y que, por supuesto, moriría de deshidratación antes de que la marea
volviera a subir. Mientras el anciano se daba la vuelta para devolverla al Océano,
el vecino le grito con un dejo de burla en la voz:
Eh viejo! ¿Que haces? Esta playa se extiende por cientos de kilómetros, y
miles de estrellas de mar quedan atrapadas en la arena todos los días! ¿Seguro
que tu no piensas que el devolver unas pocas al mar importara mucho? El anciano
lo escucho y se detuvo un momento, entonces sostuvo la estrella de mar en su
mano hacia el vecino: Importa para esta.
Jeff
Ostrander