Sueños rotos

Como los niños traen sus juguetes rotos 

con lagrimas para que se los arreglemos 

Traje mis sueños rotos a Dios

porque El es mi amigo.

Pero entonces, en lugar de dejarlo

en paz para que trabajara solo

di vueltas alrededor tratando de ayudar

en modos que eran míos propios.

Al final los recogí y grite:

"¿ Como puedes ser tan lento? "

"Hijo mío", respondió El, " ¿Que podía hacer...?

tu nunca los soltaste. "

Autor desconocido