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Crónicas de Algalord
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¡¡¡Saludos a todos!!!...
... me recuerdan? Si, correcto, su amigo Aresius de Elgard, antiguo (pero no tanto, ¿eh?... ¡ha,ha,ha!) mago de mis amadas tierras encantadas.
Yo les conté sobre la situación de las tierras encantadas amenazadas por las infernales tropas de Akron, conocido como el "rey negro", en el primer capítulo de estas crónicas. En la segunda les revelé el secreto de la Espada Esmeralda y como mi valeroso amigo, conocido por ustedes como el "guerrero de hielo", pudo abrir las puertas de marfil y finalmente pudo esgrimirla!
Quiero decirles desde ahora que este capítulo no será menos valeroso ni trágico que los anteriores.. ¡probablemente demasiado trágico aún para mi gusto! Por eso ahora es hora de que aprendan todo lo que ha sucedido desde que el elegido dejó los portales mágicos detrás, cabalgando hacia Ancelot con el árma mágica en su mano...
Disfruten esta nueva historia de coraje y orgullo y abandónense a los verdes valles de las tierras encantadas... ¡donde el viaje místico está a punto de comenzar otra vez...!
- parte III -
La Espada Esmeralda estaba destellando salvajemente en sus valerosas manos y su cabalgata hacia Ancelot comenzó con la primera luz del nuevo amanecer.
Villa tras villa El Guerrero de Hielo pudo encontrar nuevos luchadores listos para demostrar su orgullo por la seguridad del pueblo sagrado de las Tierras Encantadas. Entonces, cuando
él finalmente llegó a las montañas rocosas rodeando la ciudadela, el elegido pudo contar con
un ejército real para enfrentar a los caballeros demonios liderados por Dargord, príncipe de las tierras oscuras sirviendo la causa de Akron.
El héroe de Loregard no quería perder más tiempo porque los gritos de Ancelot y su defensor Arwald eran desesperados y tocaron
profundamente su valiente corazón. A su orden, el ejército entero de las tierras encantadas levantó su acero al cielo glorificando la guerra sagrada en el nombre de una larga paz futura sin inocentes cayendo para satisfacer la sed de poder de los señores de las tierras oscuras.
Desde ese momento sólo el rey caos dominó...
...después de la legendaria pelea de los corazones valientes contra el ejército de Dargor, Ancelot fue libre una vez mas y el guerrero de hielo finalmente pudo levantar en el aire su acero divino
humeando de sangre, como un signo de victoria. Los dos orgullosos guerreros, el elegido y Arwald, héroe de las tierras del norte, llevaron a los valerosos hombres de las tierras encantadas hacia otro gran día que será cantado y recordado en la corte de los reyes por todos los bufones reales en las siguientes edades...Pero, como siempre, la guerra significa violencia gratuita y crueldad y ambos no podían detener sus lágrimas de furia por todas las victimas inocentes caídas en el polvoriento suelo alrededor de la ciudadela.
Y la pesadilla nunca parecía terminar... Airin, la princesa de Ancelot amada por Arwald, capturada durante el asedio al pueblo junto con otra docena de orgullosos caballeros conocidos por su
valor en toda la región sur de las tierras encantadas, estaban en camino a Hargor, infernal pueblo de las tierras oscuras, ubicadas en el corazón del caos.
Dargor y sus prisioneros estaban ahora marchando a través de las tierras de los dragones y parecía imposible alcanzarlos antes de que ellos llegaran al nido de Akron.
Por eso en los días siguientes, mientras organizaban planes para liberar a sus amigos cautivos, El Guerrero de Hielo y Arwald no podían hacer mas que esperar por las inevitables demandas enviadas por el cruel rey negro...
El mensajero del caos finalmente vino y el temor de todos se volvió la trágica realidad: los demonios de Akron impalarían, uno por uno, a todos los prisioneros si no recibían el legendario acero de los dioses... sí, mis amigos, correcto... la mística Espada Esmeralda. Oh, dios... ¡qué uso infernal podría darse a aquella
preciosa arma...! Pero de todos modos algo tenía que ser hecho, y tan pronto como fuera posible... ¡entonces la decisión fue tomada! Arwald y el Guerrero de Hielo se encontrarían con el rey negro en el centro de Hargor,
aquol pueblo de las tierras oscuras olvidado por dios, y Akron garantizaría la vida de los prisioneros cambiándolos por la mística Espada Esmeralda. Pero El Guerrero de Hielo sabía que en las manos equivocadas esa preciosa arma podría ayudar al rey infernal y a sus sueños de conquista...
Y puedo confirmarles que su pensamiento era correcto, porque, como ya les dije en el primer capítulo de estas crónicas, entre la "Sagrada Alianza" y las hordes del imperio de Akron una guerra sangrienta se llevaba a
cabo con vehemencia en la frontera entre las tierras del sur y las tierras oscuras, y, como ustedes también saben, ¡el poder de la Espada Esmeralda podría haber decidido el destino de las guerras! Por eso, mis queridos amigos, es hora de levantar sus rostros al cielo y de llamar a la mas poderosa de todas las furias... oh, si, ¡correcto!.. ¡la sangrienta Furia de los
Titanes!
Si, mis queridos amigos, eso es lo que realmente sucedió, a pesar de su amigo Aresius nunca le hubiera gustado decirles...
Cuando nuestros dos héroes finalmente llegaron a Hargor, ¡inmediatamente entendieron que sería realmente difícil regresar!
La visión era trágica... de los caballeros capturados durante el asedio de Ancelot nada quedaba mas que sus cabezas y miembros empalados en una horrible e infernal geometría...
El mensaje era claro y mis dos amigos no podían hacer otra cosa mas que atacar como furias a punto de morir en la forma mas
orgullosa. Pero no... lo que el rey negro había planeado para ellos era aún mas terrible... y puedo asegurarles, ¡yo sentí que algo no iba bien, estando en contacto mental con ellos la mayoría del tiempo!
Capturados y encerrados, después de varios días de tortura los dos guerreros despertaron en una oscura caverna iluminada por siete antorchas. Pesadas cadenas de hierro limitaban sus
movimientos. Airin, oh mi dios, si, correcto, pobre Airin, estaba frente a ellos, cubierta sólo por un velo negro, en un altar de piedra maldito. Akron, con su sueño de esgrimir la poderosa Espada Esmeralda por fin satisfecho, reía frente al altar junto con todos sus caballeros demonios oscureciendo la caverna y
a ninguna mente cuerda le gustaría imaginar lo que puede haber sucedido en los momentos siguientes...
No, ¡no quiero decirles...! pero tengo que hacerlo... porque todos ustedes, mis amigos, tienen que entender que tan crueles y blasfemos los actos de un hombre pueden ser... a pesar de que es difícil para mi considerarlo un hombre... ¡poseido por las malvadas fuerzas del olvido cósmico!
Entonces... Airin, la princesa amada por Arwald, fue brutalmente violada por todas las malvadas criaturas en aquel infernal lugar frente a nuestros dos héroes, y por Akron, aún riendo y aumentando su energía oscura con el dolor de inocentes sufriendo.
Aún el valeroso Dargor, aún tratando de convencer a su rey sobre la locura de la trampa y toda esa
violencia desmaneada, se sintio obligado a condenar ese horrible ritual de sangrienta depravación...el príncipe de las tierras oscuras, aún
si juró su lealtad al culto del mal siendo educado por uno de mis mas grandes enemigos, el mago conocido como Vankar de Helm, siempre había intentado conciliar sus actos con algunos ideales que a menudo contrastaron con la filosofía de Akron... ¡Y ahora una vez mas!
Regresando a nuestra historia... el ritual terminó aún mas trágicamente... Airin fue forzada, con su último aliento de vida y mirando por última vez a su amado Arwald, a hundirse
en Sgral, una sustancia mágica capaz de corroer al mas fuerte metal.
Y, después de un momento, su muerte era una realidad...
Perdónenme, mis amigos, si en este momento una lágrima está llenando mi viejo ojo, pero la tragedia es demasiado grande para un anciano, atormentado corazón como el mio...
Arwald rezó a todos los dioses del cosmos para ser liberado de aquella visión maldita y, siendo incapaz de soportar el dolor, el pronto perdió el sentido...
Akron había preparado algo especial para todos... por eso el héroe de la tierra del norte fue también torturado
de cada forma posible y finalmente él también fue forzado a convertirse en una víctima de la terrible sustancia corrosiva...
Pero en ese momento los dioses del cosmos oyeron su llamado... con su última fuerza interior, con sus piernas quemándose en el ácido, Arwald usó sus brazos, ya mostrando el blanco de los huesos, para arrojar algo del ácido verde en dirección al Guerrero de Hielo.
El destino tuvo su parte en esto y cayó sobre las cadenas que sujetaban al elegido... El acero se corroyó y nuestro héroe pudo liberarse... Arwald, con su muerte, había salvado la vida de nuestro amigo mutuo. Armado tan sólo con piedras de la cueva, su poderosa furia lo llevó contra la
horda de demonios y sólo fue capaz de evitar la furia mortal de Akron arrojándose en un río subterráneo, conocido como Aignor, que fluía a través de la cueva y que lo llevó al aire libre fuera de Hargor. Después de varias lunas, escapando a través de oscuros pantanos y luego sobre rocosas montañas, por fin pudo alcanzar sus amados valles y luego el bosque de los unicornios... solo allí podría sentirse finalmente seguro... Triste, cansado, hambriento, encolerizado, furioso... pero por lo menos seguro... ¡La Espada Esmeralda estaba ahora brillando en las manos de Akron y algo tenía que ser pensado y hecho antes de que fuera demasiado tarde para nuestras amadas tierras encantadas!
De acuerdo, mis queridos amigos, esta vez mi viejo cuerpo soportó demasiado estrés
contándoles esta historia trágica, y por eso es mejor que descanse por un tiempo entre los árboles mágicos de este verde valle, que me ha ofrecido su hospitalidad por algunas lunas. Estaré de regreso con ustedes para el último capítulo de estas crónicas... ¡Creo que el más intenso, dramático y épico que jamás les contaré!
Por eso prepárense y mientras tanto intenten vivir sus vidas con los mismos ideales de honestidad y justicia que llena los corazones de mis valerosos amigos, listos para usar la furia del trueno para luchar contra la violencia desmanada, así otro viejo mago estará orgulloso de contar las crónicas de vuestras existencias con el mismo entusiasmo épico...!!
Por siempre vuestro,
Aresius de
Elgard
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