Humor Negro
Tu sangre deseo probar
y así la de mi amo poder olvidar.
Y la muerte injusta por ciertas noticias
en el bosque de Brethil no ignorarán
El Hado de Melkor conmigo terminará.
Tu pedido he de cumplir
este dolor no podré resistir.
Amigos muertos, amores perdidos
y un hijo que no verá el sol
porque mi padre retó a Morgoth
El último Señor de Dor-Lómin
saltó sobre su negra espada.
El Vala traidor no logró la confesión
pero La Roca Escondida seguirá
por poco tiempo escondida del oscuro señor
Rauda hacia el poniente viajó
su valiente alma guerrera
Digno descendiente de Hador
en su trono a Irmo encontró
y su risa las Estancias llenó
"Bienvenido seas hijo de Morwen
Turin Turumbar Dagnir Glaurunga
tu gente ha grabado en tu tumba.
Conozco el Hado que te persigue,
Mekor hace muy buenos chistes."
Las estancias de las almas
se llenaron con su risa
La mala suerte suele ser
muy graciosa si no te toca
"Los Noldor deberían agradecer
que para ellos no estaba Melkor
para las maldiciones tiene un humor
mas negro de lo que yo podría aprender,"
el Vala admitió sin su risa detener
A su lado la Tejedora se ahogaba
sin poder frenar la carcajada
Túrin extrañó la hoja en sus dedos
pero recordó que aún un arma portaba
un buen chiste de Melkor el Vala.
"Grande sea nuestra amistad
poderoso entre los Fëanturi,
aunque mi suerte sea tan mala
eres para mi el mas amado de los Vala"
exclamó sonriendo el joven Túrin
Las estancias de las almas
se llenaron con su risa
La mala suerte suele ser
muy graciosa si no te toca
Poderosa fue la maldición
que los seguiría hasta el vacío.
Yo también hago buenos chistes,
pensó el Mortal dejando la habitación
y luego oyó cómo el trono se rompía.
Desconcertado lo abrazó
al pobre Hombre maldecido
sin recordar lo que en vida había sucedido
cuando los amigos por él amados
muertos y golpeados resultaron
Las estancias de las almas
se llenaron con su risa
La mala suerte suele ser
muy graciosa si no te toca
Ahora es mi turno de reír
en las Estancias de los Muertos
de las que jamás me podré ir
Mi mala suerte contagió al Vala,
su trono crujió y lo lanzó al piso de la sala
matias
ariel seoane
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