CONVOCANDO
EL OLVIDO
"Sé
bailar. Sé cantar. Sé dónde está el olv
Me
preguntan por qué estoy tan alegre. Por qué canto, bailo, toco la guitarra y
bromeo.
Y
yo respondo que es la culminación de un proceso por el cual llegué hasta el último
límite de la desesperación, toqué fondo, y en vista de que no había para dónde
seguir, porque ahí estaba la barrera,
Tuve
que devolverme y aquí estoy bañado de música, aficionado a la serenidad y la
alegría, el mundo cabe en mi mano.
Me
declaro en carnavales permanentes, me declaro irresponsable, ahora sé qué
significa la expresión "risa loca".
Me
veis en las barras del gimnasio, saltando en los trampolines, y es que he
decidido renacer cada día, cada nuevo día. El día que no renazca con la
aurora será un día muerto.
¿Para
qué quiero yo un día muerto? Siempre os olvidáis de que este día no volverá.
Pero la sabiduría no debe ser tanta que nos impida defendernos.
El
sabio se pone dé acuerdo con la naturaleza y su vida se torna lenta, porque
para él todas las cosas tienen el mismo valor. Es incapaz de atravesar una
barra en la rueda del universo.
Cito
una carta de Jotamario a los caleños: "Hay que forzar la naturaleza.
"¿No es en ello donde radica la fuerza del arte, la perspicacia de los
ingenieros?"
El
respetable pueblo de sabios famélicos de la India. Cambiará todo en el mundo
menos los sabios. La sabiduría es inmutable por definición, puesto que es una
sola.
El
pacificador Murillo. No era su culpa. No distinguía entre científico y sabio.
A Caldas lo llamábamos sabio porque sabía hacer jeroglíficos. No fue fusilado
por sabio sino por razones de guerra. No encerraron los Estados Unidos a Ezra
Pound por sus versos, sino por declaraciones políticas inoportunas. Sabios
hubiesen sido estos dos hombres si hubieran querido soslayar los peligros a que
su conducto las exponía. Pero ellos ya habían metido su barra entre las ruedas
del universo. No les llamemos sabios.
La
sabiduría se adquiere hacia los siete años de edad. El resto de la vida te la
pasas desembarazándote de ella.
Decía
que nos olvidamos de que este día es único, que no volverá, porque nuestra
conciencia ha sido convertida en instrumento de oficina, una brillante
maquinita.
Dicho
está, pero lo digo de nuevo: el hombre evoluciona hacia la hormiga, y esto es
lamentable.
Actualmente
ser hombre es tener automóvil. Si ser hombre es tener automóvil, sería mejor
ser automóvil.
De
hecho hay muchos hombres para quienes la vida carece de sentido sin automóvil.
En él se instalan durante el breve recorrido de su eternidad.
Y
dice Jesús: "Bienaventurados los que no tienen automóvil, ni fornican con
máquinas.
Bienaventurados
los que tienen las manos vacías porque ellos serán colmados de Nada".
Sólo
cuando todo nos sobre podremos ir y volver, o perdernos en lo invisible e
infinito.
Dejadme
cantar a todo pecho como un buque en alta mar. Y no me preguntéis si una imagen
es correcta, es verdadera o es lógica. Canto como una ballena. No sé si las
ballenas son lógicas.
En
puertos silenciosos me detuve, largas filas de prostitutas estaban paradas
frente a los burdeles con sus tarjetas de sanidad en la mano, para cumplir con
la ley.
Bebí.
Canté despreocupadamente.
Y
mi acierto fue haberlo hecho todo en presente.
No
me preocupo por la bomba ni por los problemas de la humanidad. No están en mis
manos. Si estuvieran en mis manos podríais dormir tranquilos.
Si
la inteligencia del hombre no satisface a sabios y científicos, quienes la
ponen en duda, siendo dicha inteligencia
la única amenaza que se cierne sobre el futuro, yo decido que la cosa no tiene
importancia. Esperemos a que el hombre mejore su inteligencia. Mientras tanto,
¡cómo estoy de contento! No importa mi inteligencia deficiente. Para dentro de
doscientos años espero haber mejorado bastante, con ayuda de la técnica.
Bailo,
canto. Linda, ven, bailemos, bebamos, cantemos. Dentro de doscientos años
bailaremos, beberemos, cantaremos.
Vamos,
linda, hace doscientos años que estamos bailando. ¿No te cansas? Y bailamos
sumamente bien. Es admirable cómo bailamos. Hemos ganado en todos los
concursos. ¿No-té cansas?. Ven, linda, olvidemos. Vamos a olvidar.
Con
su mueca característica: –Si linda, o lindo, ya lo olvidé.
José Jaramillo Escobar - Colombia