TU ME
QUIERES BLANCA
Del libro:
"El Dulce Daño"
Tu me quieres
alba,
Me quieres de
espumas,
Me quieres de
nácar.
Que sea
azucena
Sobre todas,
casta.
De perfume
tenue.
Corola
cerrada
Ni un rayo de
luna
Filtrado me
haya.
Ni una
margarita
Se diga mi
hermana.
Tú me
quieres nívea,
Tú me
quieres blanca,
Tú me
quieres alba.
Tú que
hubiste todas
Las copas a
mano,
De frutos y
mieles
Los labios
morados.
Tú que en el
banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las
carnes
Festejando a
Baco.
Tú que en
los jardines
Negros del
Engaño
Vestido de
rojo
Corriste al
Estrago.
Tú que el
esqueleto
Conservas
intacto
No sé todavía
Por cuáles
milagros,
Me pretendes
blanca
(Dios te lo
perdone)
Me pretendes
casta
(Dios te lo
perdone)
¡Me
pretendes alba!
Huye hacia
los bosques,
Vete a la
montaña;
Vive en las
cabañas;
Toca con las
manos
La tierra
mojada;
Alimenta el
cuerpo
Con raíz
amarga;
Bebe de las
rocas;
Duerme sobre
escarcha;
Renueva
tejidos
Con salitre y
agua;
Habla con los
pájaros
Y lévate al
alba.
Y cuando las
carnes
Te sean
tornadas,
Y cuando
hayas puesto
En ellas el
alma
Que por las
alcobas
Se quedó
enredada,
Entonces,
buen hombre,
Preténdeme
blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme
casta.
Alfonsina Storni