DÉCIMAS
Yo
soy flor que se marchita
al
sol de la adversidad,
el
arbolito en mitad
de
la llanura infinita.
La
paloma, pobrecita
que
arrastran los aquilones,
entre
oscuros nubarrones
de
tempestades airadas,
soy
la barca abandonada
en
el mar de las pasiones.
Soy
el ave que al bajar
de
los aires fatigada,
no
tiene ni una enramada
ni
un árbol en que anidar;
y
si vuelve a levantar
las
tristes alas del suelo,
encuentra
nublado el cielo
y
desecha la tormenta,
y
el pájaro se lamenta
y
vuelve a tender su vuelo.
Yo
no canto por llamar
la
atención que no merezco,
yo
canto porque padezco
penas
que quiero olvidar;
que
tan solo con cantar
se
va al viento nuestra pena,
y
yo tengo el alma llena
de
pesares y amarguras,
ˇMás
que en La Pampa hay anchura
más
que en la mar hay arena!
ˇAdiós
primorosa flor!
Adiós
lucero invariable,
solamente
comparable
a
la estrella de mi amor;
cuando
sientas un dolor
parecido
al que yo siento,
Dios
quiera que tu lamento
no
sucumba en la ignorancia,
y
atraviese la distancia
sobre
las olas del viento.
Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)