POBRE
JUAN
Te
dirán entre muecas desdeñosas
los
nenitos de Juan el carpintero,
que
"sería más útil un obrero
si
ambas manos tuviese habilidosas"
Y
después de soltar tan graves cosas,
como
quien hecha migas a un jilguero,
te
dirán que "rosal y duraznero
son
rosáceos los dos, porque dan rosas"
Pero
ven cuatro plantas florecidas
esos
grandes filósofos enanos,
¡y
van y las destrozan inhumanos,
cual
rapaces querubes homicidas!
Niños
en cada flor hay muchas vidas,
y
las manos que matan, no son manos.
Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)