GRITÉ
TU NOMBRE
Grité
tu nombre
cuando
el celaje de mi cuerpo
se
diluía en una sombra,
en
medio de mis sueños.
Y
grité tu nombre
al
verme solo en el mar
arrastrado
por las olas y mojado en tu
recuerdo.
Grité
tu nombre
hasta
que mi ronca voz
se
convirtió en susurro
y mi
susurro murió,
en
mi garganta.
Y
grité tu nombre
al
ver tus ojos
grandes
y mas
grandes
dentro
de mi mente,
leyendo
mis temores.
Grité
tu nombre
cuando
me sentí caer
y
cuando toqué el fondo
del
abismo infinito.
Grité
tu nombre al recordar tu risa,
y al
recordar mi llanto.
Grité
tu nombre ya sin fuerza,
cuando
el amor se me desprendía del alma;
arrancando
sus fibras y sus raíces.
Grité
tu nombre,
sin
voz,
en
silencio,
de
afuera hacia adentro,
sin
dolor.
Grité
tu nombre,
y tu
carcajada ahogó mi grito,
esperaba
tu llegada,
y tu
nunca saliste.
Grité
tu nombre,
y no
recuerdo...
como
te llamas.
Carlos Contreras