PAUSAS (fragmentos)
I
¡El mar, el
mar!
Dentro de mí
lo siento.
Ya sólo de
pensar
en él, tan mío,
tiene un
sabor de sal mi pensamiento.
II
No canta el
grillo. Ritma
la música
de una
estrella.
Mide
las pausas
luminosas
con su reloj
de arena.
Traza
sus órbitas
de oro
en la
desolación etérea.
La buena
gente piensa
-sin embargo-
que canta una
cajita
de música en
la hierba.
Carlos
Gorostiza