PERO, MI NIÑO ES TAN DEBIL...

 

 

Le dije a la luz: no quiero

que la noche me persiga.

Y la luz me contestó:

lo imposible, no lo pidas.

 

Quiero que todos me vean

porque estoy desconsolada;

el amor que era mi vida,

la noche siempre lo apaga.

 

Ya no vendrá por la noche,

sólo brillará en el día.

Es un amor tan pequeño

que necesita alegría.

 

Yo puedo quererle siempre,

si hace sol o no lo hace.

Pero, es un amor tan débil

que necesita alumbrarse.

 

Carmen Conde