ERES
PARTE DE MÍ
A
la galera núm. 7 de la prisión de La Cabaña, La Habana, Cuba
Porque
no miro del cielo
la
densa oscuridad
que
hay entre dos estrellas,
no he de mirar de ti
las
grietas
por
donde filtra el agua sucia
que
cae sobre mi lecho,
ni
tus viejos muros impregnados
de
cosas tristes...
Tan
tristes como yo.
Porque
me dueles
como
carne desgarrada sobre hueso roto
Eres
parte de mí.
Amo
tu redondo y apacible vientre,
porque
me hace recordar
el
seno
donde
mi madre me hizo niño
Para
que tú me hicieras hombre.
¡Ay
de la tristeza de tus lugares íntimos!
¿Quién
no se ha ocultado alguna vez
en
el rincón oscuro
para
dejar escapar una lágrima negra?
Ernesto Díaz Rodríguez - Cubano