CON
MARTÍ
¡No,
Música Tenaz, No Me Hables Del Cielo! José Martí
Música...
sí, háblame tú del cielo,
inquieto
cielo que dejé hace años.
pero
con los que alguien borró del todo
para
dejarlo sin reír, desnudo
y
abierto al ¡ay! y al golpe de fusiles.
Y háblame
del desgarrado y roto
hombre
de paz que se murió en su guerra;
que
supo hablar a los que eran de mármol
y
estar enamorado de la muerte,
y
ver a las mujeres como flores
bajo
las sobrillas de la playa,
y al
beso como copa que se alza
llena
de voluptuoso pensamiento.
Háblame
del pintor de los humildes,
del
que supo subir hasta los sueños
y
bajar a adorar los pies de un niño.
Tú,
música de siempre conocida,
has
de sonar cuando la tierra es muda
y
acallar los sollozos de la pena
con
el arpa de luces de tus sones.
Háblame,
sí, del cielo donde moras
desde
que abrió su flor la madrugada
y
dejar en el pico de los árboles
un
trino fantasmal de ruiseñores.
Da
tu aliento lustral a los mortales,
la
alada gracia de las mariposas
y
hasta el glorioso retumbar del trueno
a
todos los que escuchen tu sonido.
Habla
tú con la voz del que en un verso
no
te quiso escuchar porque sufría
tanto
su pobre cuerpo atormentado
que
en aquel punto su dolor quemaba
y el
anhelado cielo parecíale
extraño
descansar no merecido.
Y
ahora que la muerte se apodera
del
sordo lamentar de los esclavos
sé
tú la buena voz consoladora
que
puede hablarnos del perdido cielo.
Eugenio Florit