ESPERANDO BRILLAR

 

Algún día de este 2000, en Quilmes, Bs. As., Argentina

 

 

...estar mirando la paciencia del ciruelo, sus extremos

la blancura apaciguada de las hojas aun manchadas,

y no vibrar, no reconocer el cielo que nos cubre,

su manto celestial y bondadoso, que acompaña

la tarde y su ritmo extinguiéndose, y de repente...

el total silencio, la mas breve calma que comienza

a desaparecer, la tranquilidad, ahora algún que otro

grillo madruguero que no para... y vuelta el sonido,

el ciego ruido de una maquina cumpliendo su labor

destruyendo, la paz y los momentos ya perdidos,

el alma de un ocaso misterioso, que no se deja

ver, es la nostalgia, de los ojos que aquí

detrás del muro, se cerraron, y nunca, y solo nunca

brillaron por el sórdido reflejo, por la única esperanza

de haber vivido y ser..., simplemente un alma.

...y sentir no haber escrito lo que suponía!

las ansias de algo iluminado, de algún Borges

las bien habladas palabras, de Pessoa...

el sin fin de sensaciones, de Cortázar

y la más grande costumbre, las mismas

palabras desentonadas, del mismo corazón

que no descansa, ni late, ni respira, solo golpea

a mi pecho alborotado... y lo resigna...

 

Federico Sívori - Argentino