RIMAS
SACRAS XX
La
lengua del amor, a quien no sabe
lo
que es amor, ¡qué bárbara parece!;
pues
como por instantes enmudece,
tiene
pausas de música suave.
Tal
vez suspensa, tal aguda y grave,
rotos
conceptos al amante ofrece;
aguarda
los compases que padece,
porque
la causa su destreza alabe.
¡Oh
dulcísimo bien, que al bien me guía!,
¿con
qué lengua os diré mi sentimiento,
ya
que tengo de hablaros osadía?
Mas
si es de los conceptos instrumento,
¿qué
importa que calléis, oh lengua mía,
pues
que vos penetráis mi pensamiento?
Félix Carpio Lope de Vega