VILLANCICO DEL LLANTO REDENTOR

 

 

En el profundo silencio,

en la inmensa oscuridad,

un niño recién nacido

llora con voz celestial,

para anunciar a los vientos

a las estrellas y al mar

que viene a pagar la deuda

contraída por Adán.

Llora el niño y con su llanto

pagando la deuda irá.

 

Tan desmesurada es ella,

tan fuera de lo normal,

que sólo un ser infinito

la podría solventar;

un ser como el ser que acaba

de nacer en Navidad

para devolver al mundo

la vida y la libertad.

Llora el niño y con su llanto

la deuda pagando va.

 

Considerando el exceso

de nuestra necesidad,

Dios baja de su poder

a nuestra debilidad,

y con su llanto comienza

la tarea de pagar

por quienes no lo quisimos

reconocer ni escuchar.

 

Llora el niño y con su llanto

saldando la deuda está.

 

La sangre que por nosotros

en Pascua derramará

se anticipa en este llanto

que oímos en Navidad:

llanto que brota en el tiempo

para que la humanidad

merezca ser algún día

feliz en la eternidad.

 

Llora el niño y con su llanto

la deuda cancelará.

 

Francisco Luis Bernárdez